Más de 56.000 personas mueren al año en España por el consumo de tabaco, un 16% de los fallecimientos anuales.

La Comisión de Sanidad del Congreso aprobó el miércoles, sin grandes cambios y con amplio acuerdo en los aspectos centrales, el proyecto de ley antitabaco que prohibirá fumar en todos los centros de trabajo, y lo remitió para su tramitación al Senado. Durante el debate y votación en la Comisión fue rechazada la enmienda del Grupo Popular en la que se pedía la financiación de los tratamientos para dejar de fumar, cuestión en la que la portavoz socialista de Sanidad, Isabel Pozuelo, se mostró en contra al considerar que "no hay evidencia científica sobre su eficacia". El proyecto de ley, cuya entrada en vigor se prevé para el 1 de enero de 2006, será ahora debatido en la Cámara Alta, ya que la decisión de la Comisión de Sanidad del Congreso tenía competencia legislativa plena, prohíbe además la publicidad del tabaco y regula su venta y suministro.

Los diputados aprobaron el informe de la ponencia por el que dicho proyecto pasará a denominarse "ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos de tabaco".

A petición del grupo popular se adoptaron en el nuevo texto medidas como la creación del Observatorio para la Prevención del Tabaquismo. Otras novedades son que las administraciones podrán destinar total o parcialmente los importes por la recaudación de sanciones para programas de investigación, educación, prevención, control del tabaquismo y facilitación de la deshabituación tabáquica.

El proyecto establece la prohibición de fumar en los establecimientos de hostelería como bares y restaurantes que no tengan una zona habilitada, separada del resto, para los fumadores. Cuando estos establecimientos tengan menos de cien metros cuadrados podrán optar por permitir o no fumar y deberán poner carteles que informen de si se permite el tabaco, y en aquellos donde se fume no podrán entrar los menores de edad.

Estos requisitos serán exigidos una vez transcurridos ocho meses desde la entrada en vigor de la ley, periodo durante el que los locales deberán poner las señalizaciones y separar las zonas de fumadores de las de no fumadores.

Más de 56.000 personas fallecen al año en España por el consumo de tabaco, lo que supone un 16% de las muertes que se registran anualmente, según datos aportados el miércoles en Salamanca por el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo.

Se trata de unas cifras registradas durante el 2003, último año en el que se cuenta con una estadística completa, "pero que son prácticamente iguales al resto de los años", comentó el doctor Miguel Torrecilla durante la presentación del V Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo.

El especialista destacó que la sociedad "se alarma mucho cuando mueren cien o doscientas personas en un accidente, y nos quedamos impasibles ante una cifra de estas características, que es alarmante", añadió.

En España entre el 30 y el 35% de la población es consumidora habitual de tabaco, según los datos proporcionados por Miguel Torrecilla, que revelan además que se ha registrado en los últimos años un descenso de la prevalencia tanto en varones como en mujeres.

Torrecilla señaló que esta bajada del número de consumidores no se debe a que cada vez haya más personas que abandonan este hábito, sino a que son menos los que se acercan por primera vez al tabaco, "lo que demuestra que los trabajos que se están haciendo sobre la prevención están funcionando", dijo.

Respecto a los tratamientos para dejar de fumar, los responsables del Comité Nacional de Prevención, advirtieron sobre "los compuestos milagrosos que se anuncian, que son un timo", resaltó el médico salmantino, quien añadió que lo correcto es un tratamiento multidisciplinar en consonancia con las características de cada paciente.