Los medios aéreos también fallaron en el incendio de Guadalajara

La demora de más de una hora en la llegada del primer helicóptero a la zona del incendio resulta "incomprensible", de acuerdo con expertos medioambientales consultados por El Confidencial, que señalan esta circunstancia como una de las claves en la propagación del incendio de Guadalajara, que causó la muerte de once retenes y la devastación por el fuego de más de 11.000 hectáreas.

"De haber lanzado agua sobre la base del incendio en la primera hora, es bastante probable que los medios terrestres pudieran haber acotado la zona de fuego, más con la climatología reinante en la zona en aquellos momentos", comenta una de las fuentes consultadas.

De acuerdo con la orografía del terreno, favorable para la intervención de medios aéreos, las bases desde las que parten los helicópteros anti-incendios suelen estar situadas estratégicamente, de modo que el tiempo máximo en emplearse para acudir a una zona de emergencia no supere los treinta minutos en condiciones normales.

Un segundo aspecto aún por investigar tiene que ver con la pérdida del "bambi" (bolsa de agua que transportan los helicópteros), que cayó al suelo en el momento en que el piloto trataba de lanzar la masa de líquido sobre el foco principal del incendio. Este incidente provocó que la descarga no sirviera para detener el fuego y obligó al helicóptero a dirigirse a su base para realizar reparaciones, con la consiguiente pérdida de efectividad.

También ha llamado la atención de los técnicos el hecho de que los responsables de la Comunidad de Castilla-La Mancha no llamaran en su auxilio a las dotaciones aéreas -helicópteros y avionetas- que permanecían en situación de alerta en las comunidades limítrofes, tanto en Madrid, como en la Comunidad Valenciana o Castilla y León, decisión que también ha sido cuestionada.

En la misma línea, y a pesar de las proporciones que estaba alcanzando el fuego pocas horas después de iniciarse, las autoridades autonómicas castellano-manchegas tampoco acudieron a los potentes aviones de ICONA, unos medios que la Administración Central pone a disposición de las autonomías cuando estas los solicitan.