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Victoria moral del presidente

Sánchez arranca en Bruselas un compromiso en energía y coge algo de aire político

El triunfo más valioso que consiguen España y Portugal está en las palabras de Von der Leyen: "Hemos acordado un trato especial para la península ibérica para que pueda lidiar con los precios energéticos"

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/EPA/Stephanie Lecocq)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/EPA/Stephanie Lecocq)
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El Pedro Sánchez que llegó el jueves a la cumbre europea de Bruselas tenía bastante menos aire que el que salió de allí este viernes, tras nueve horas y media de reunión en las que el presidente del Gobierno, en una pinza junto al primer ministro de Portugal, Antonio Costa, ha logrado un compromiso político por parte de los líderes europeos y de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, para que se otorgue un "tratamiento especial" en materia energética a la península ibérica.

En los próximos días los Gobiernos de Portugal y España podrán enviar a la Comisión sus peticiones de medidas y Bruselas las analizará con urgencia. Fuentes comunitarias explican que entonces habrá que ver las contrapartidas y los problemas que pueda generar la propuesta ibérica, que propone establecer un precio de referencia al gas que fuentes gubernamentales aseguran que se traducirá en un abaratamiento inmediato de la factura de la luz.

"Hemos discutido sobre esto intensamente. La Península ibérica tiene una situación muy especial, su mix energético tiene muchas renovables, lo que es bueno, pero con pocas interconexiones. Por tanto, hemos acordado que será posible un trato especial para la península ibérica para que pueda lidiar con esta situación específica y gestionar la electricidad", explicó la presidenta de la Comisión en una rueda de prensa.

Atosigado por las huelgas, con los socios de Gobierno y de legislatura en rebeldía por el acuerdo con Marruecos sobre el Sáhara, Sánchez ha sacado una victoria moral de Bruselas. Vuelve a Madrid con algo que defender, con un nuevo argumento. Las conclusiones del encuentro, eso sí, no incluyen demasiadas novedades. La Comisión Europea se compromete a hacer un análisis de urgencia de las propuestas que los Estados miembros envíen para luchar contra el aumento de los precios de la luz. Y ahí, el Ejecutivo comunitario tendrá en cuenta el nivel de interconexión. Esos son los dos elementos nuevos en el texto, y que son relevantes en la medida en la que España y Portugal son los países que tienen un bajo nivel de interconexión. Es un claro guiño a los dos socios ibéricos.

Esa última fue, precisamente, la piedra angular del argumentario de Sánchez durante la larga cumbre: la península ibérica es una "isla energética" con una interconexión por debajo del 3%. Este hecho evita que las medidas que se puedan tomar en Portugal y España distorsionen un mercado europeo al que ambos países están poco conectados, o provoquen un flujo de la energía hacia otros Estados que no tengan un precio de referencia. Lo más valioso que los ibéricos obtienen de la cumbre no está, sin embargo, en el documento de conclusiones, sino en las palabras que pronunció Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, tras finalizar la cumbre europea: "Hemos acordado un trato especial para la península ibérica para que pueda lidiar con los precios energéticos".

Foto: Antonio Costa y Pedro Sánchez, durante su intervención. (EFE/Stephanie Lecocq)

Para Sánchez, la cumbre iba de más que de energía. Una mala racha política y la promesa, desde hace meses, de que se tomarían medidas a nivel comunitario en la energía -una batalla europea que se remonta al mes de septiembre- le obligaban a sacar una victoria. Pocas veces el presidente del Gobierno ha dedicado tanto tiempo a las declaraciones a su llegada al Consejo Europeo, pero era importante dejar claro que la apuesta española era que se tuviera en cuenta la particularidad ibérica.

España y Portugal son países poco conflictivos, que siempre suelen remar a favor del "consenso europeo". Siempre que se pregunta a los diplomáticos y técnicos españoles sobre cuál es su posición ante un determinado tema, su respuesta suele ser la misma: estarán "con el consenso". No suelen romper filas, no hacen ruido ni dan problemas. Esta semana, fuentes diplomáticas holandesas llegaron a calificar a Sánchez de "Don Quijote" por sus propuestas energéticas a nivel europeo. Pero luego, Madrid ha vuelto a limitarse a un planteamiento que no provoca demasiados nervios más allá de los Pirineos, a una idea que en general no molestaba.

Por eso, esas fuentes holandesas admitían que el nuevo argumento español cumplía con lo que ellas necesitaban: se limitaba a la península y la Comisión garantizará que cualquier medida no distorsione el resto del mercado. Se mostraban también bastante conformes a la hora del almuerzo. Y al terminar el encuentro, unas seis horas después, las mismas fuentes explicaban que la cita "se alargó por vosotros (los españoles)".

La discordia

Mientras tanto, lo que ocurrió fue que el presidente del Gobierno se molestó por unas filtraciones en las que se aseguraba que él estaba dispuesto a vetar las conclusiones. Sánchez y su equipo negaron tajantemente que tuvieran en mente bloquear nada. Querían negociar de manera dura, seria. Pero sin bloqueos. De nuevo, el presidente cuidó la imagen, el mensaje, y el momento de tensión se acabó filtrando a la prensa. "Han sido cinco minutos de irritación hace cuatro horas. Está olvidado", explicaba una fuente europea restando importancia al hecho.

Foto: Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europa; y Joe Biden, presidente de EEUU. (Reuters)

Esta ha sido, sin lugar a dudas, la principal batalla que ha dado Sánchez en la política europea, y ha dedicado a ella mucho más tiempo que las últimas horas en Bruselas. Ha hecho una gira europea visitando a muchos de sus aliados y también a algunos de los que no estaban totalmente de acuerdo con sus medidas, como por ejemplo Olaf Scholz, canciller alemán. Él era una de las dos piezas fundamentales.

Han jugado un papel principal tanto Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno a cargo de Transición Ecológica, como Manuel de la Rocha, secretario general de asuntos económicos de la Presidencia. La gente de Moncloa ha estado en contacto continuo con la cancillería alemana, dominada por un socialista. Ribera se ha encargado de seducir al ministerio de Transición Ecológica de Alemania, en manos de Los Verdes. Además, la propia ministra ha acompañado a Sánchez en su gira.

La otra pieza central era Von der Leyen. El presidente del Gobierno viajó a Bruselas el lunes y no solamente se reunió con Alexander de Croo, primer ministro belga. Después se vio con la alemana y visitó también a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. Antes, Sánchez ya había mantenido una larga reunión con Von der Leyen en Madrid, en la que el tema de los precios de la energía había sido el elemento central. Es ella la que asume un compromiso político, a través de sus palabras en la rueda de prensa, con su promesa de dar un "tratamiento especial" a la península.

El Pedro Sánchez que llegó el jueves a la cumbre europea de Bruselas tenía bastante menos aire que el que salió de allí este viernes, tras nueve horas y media de reunión en las que el presidente del Gobierno, en una pinza junto al primer ministro de Portugal, Antonio Costa, ha logrado un compromiso político por parte de los líderes europeos y de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, para que se otorgue un "tratamiento especial" en materia energética a la península ibérica.

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