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El opositor encarcelado por un tuit: "España es cómplice de la tiranía en Venezuela"
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VILLCA FERNÁNDEZ, PRESO DE CONCIENCIA

El opositor encarcelado por un tuit: "España es cómplice de la tiranía en Venezuela"

Un tuit de réplica a una alta autoridad que le acusó de conspiración le costó más de dos años de cárcel. Ya no cree en el diálogo con el Gobierno de Maduro y pide una intervención

Foto: El activista y preso de conciencia venezolano Villca Fernández.
El activista y preso de conciencia venezolano Villca Fernández.

Un tuit de réplica a una alta autoridad que le acusó de conspiración le costó más de dos años de cárcel. Villca Fernández nunca fue juzgado pero llegó a compartir una misma celda con 20 presos comunes y otros tres opositores. También fue sometido a aislamiento y no recibió la atención médica que necesitaba. No era su primer choque contra la represion del chavismo: en 2010, este activista y líder estudiantil de la Universidad de Los Andes (ULA) recibió el impacto de 65 perdigones cuando protestaba de forma pacífica. Su caso es otra prueba de las detenciones arbitrarias por motivos políticos que practica la seguridad del Estado y apoya el sistema judicial. El Confidencial entrevista a este preso de conciencia, que ya no cree en el diálogo con el Gobierno de Maduro y pide una intervención extranjera "humanitaria".

PREGUNTA. Maduro ha trasladado la represión a las clases humildes, que antes conformaban la base de apoyo del chavismo, pero los estudiantes siempre han estado en la diana. ¿Qué supone hoy en día ser opositor al chavismo?

RESPUESTA. Maduro ha cruzado la línea. Tanto el Gobierno como el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) han dejado de ser un movimiento político para convertirse en un grupo criminal. Hoy, ser opositor, pensar de forma distinta a la de esta organización criminal, es tan difícil... el precio es la propia vida. Y eso lo demuestra el traslado de la represión a las zonas populares. Venezuela es hoy en día una cárcel gigante en la que, quien levanta muy fuerte la voz, es automáticamente silenciado.

Hoy no hay diferencia entre un civil y un militar que se oponga al régimen, el destino es el mismo. No es que se haya trasladado la represión, es que a las zonas populares ha llegado lo que ya estaba ocurriendo en el resto de la sociedad. Maduro está al final de un círculo que comenzaron hace 20 años y que busca el sometimiento absoluto del ciudadano venezolano. Hoy, pensar en Venezuela está perseguido, aunque todo lo que pasa por la mente del venezolano es qué va a comer.

P. Cuando Juan Guaidó pidió ayuda extranjera para "asumir el poder" muchos creyeron que la caída de Maduro era inminente. ¿Por qué sigue en la presidencia?

R. El presidente Guaidó asumió un compromiso en una sociedad fracturada, en su mayoría opositora pero con la esperanza muy débil. La familia ha dejado de existir en Venezuela, el chavismo la destruyó. No hay posibilidad hoy en día de que una familia se siente en la mesa a compartir el pan. Una familia no está junta, uno puede estar en Ecuador, otro en Europa, otro en un basurero buscando comida... y el que está en casa es porque está enfermo.

Venezuela nunca ha dejado de luchar durante los últimos años. Pero tenemos que preguntarnos, ¿quién tiene las armas? Los ciudadanos no dan golpes de Estado. A pesar de que Maduro no tiene el respaldo absoluto de las Fuerzas Armadas, que están quebradas, están los mal llamados colectivos (grupos de apoyo al chavismo), que en realidad son mercenarios, criminales armados. Son delincuentes a los que Maduro ha dado licencia para matar. También están en los cuarteles controlando a los militares. También está el DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar), controlado por los cubanos. Son grupos de extermino...

Estos elementos, el control absoluto de todos los poderes, ha evitado su caída por ahora. Y no quiero decir que no vaya a caer, pero esto nos demuestra que los venezolanos no pueden lograrlo solos.

Foto: El líder de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, durante una protesta contra Maduro en Guacara. (Reuters)

P. ¿Estás entonces a favor de una intervención militar extranjera? Parece que la oposición en el exilio es más partidaria de esta opción que los opositores que siguen en Venezuela...

R. La mejor ayuda para los venezolanos es una intervención humanitaria. No queremos que pasen 50 años (hasta que la crisis se resuelva) y terminar como otros países donde tienen que lanzarles bolsas de comida. Tenemos capacidad plena para producir alimentos. En Venezuela no hay un conflicto político, lo que hay es una mafia que tiene secuestrado al país. Yo lo viví, sé lo que es estar preso en Venezuela.

Debe crearse una coalición internacional bajo las leyes internacionales que intervenga en Venezuela, de forma humanitaria, pero que de una vez con todas acabe con el régimen.

P. ¿Qué opinas del papel que han jugado España y Europa en la crisis?

R. ¿De verdad siguen creyendo en una salida negociada? ¿Ustedes creen que un régimen con 35.000 muertos al año a manos de las fuerzas del Estado, con cero producción alimentaria, cero inversión privada, tiene capacidad de ganar un proceso electoral? Un régimen liderado por Maduro, quien define a los colectivos como una fuerza de paz...

"¿Cuántos diálogos ha habido? ¿En cuántos diálogos ha participado Zapatero?

Ojalá hubiese la posibilidad de un proceso (que permita una salida negociada) pero, ¿cuántos diálogos ha habido? ¿En cuántos diálogos ha participado Zapatero? Cada vez que hay un diálogo se alarga la vida del régimen, se alarga la crisis. Hemos hecho de todo y aun así no hemos logrado un cambio. El mundo critica una intervención de los 'yanquis' pero no veo al mundo criticar la intervención de Cuba, de Rusia... El mundo también es cómplice de lo que ha ocurrido en Venezuela. Hay gobiernos, como el de España, que son cómplices de la tiranía en Venezuela. España tiene aquí a funcionarios de Maduro, es cómplice por silencio y omisión.

P. ¿Cómo te imaginas Venezuela dentro de una década?

R. Lo primero es que el presidente Guaidó no termina de tener el respaldo internacional. Como decía, hay gobiernos que son cómplices de la tiranía. España debe dar el reconocimiento a los funcionarios de Guaidó, como acaba de hacer la OEA (Organización de Estados Americanos). Hay que dar pasos importantes y cercar al régimen de Maduro. Hay asesinos sentados en la ONU pese a todas las violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Eso es complicidad, no tiene otro nombre... Tenemos un presidente constitucional (Guaidó) que sueña, que padece lo que sufren los ciudadanos, que es joven y para el que la igualdad social pasa porque todos tengan las mismas oportunidades. Esa es la Venezuela del crecimiento.

Imagino que los próximos diez años serán de progreso en Venezuela. Donde va un venezolano vas deseos de superación. Hoy hay cinco millones por el mundo de los que el 85% desea regresar a su país. Esa gente tendrá una función clave en nuestro desarrollo. Y estoy convencido de que vamos a liberar nuestro país. Pese a los presos políticos, pese a los muertos, en diez años esto solo será un mal recuerdo.

Un tuit de réplica a una alta autoridad que le acusó de conspiración le costó más de dos años de cárcel. Villca Fernández nunca fue juzgado pero llegó a compartir una misma celda con 20 presos comunes y otros tres opositores. También fue sometido a aislamiento y no recibió la atención médica que necesitaba. No era su primer choque contra la represion del chavismo: en 2010, este activista y líder estudiantil de la Universidad de Los Andes (ULA) recibió el impacto de 65 perdigones cuando protestaba de forma pacífica. Su caso es otra prueba de las detenciones arbitrarias por motivos políticos que practica la seguridad del Estado y apoya el sistema judicial. El Confidencial entrevista a este preso de conciencia, que ya no cree en el diálogo con el Gobierno de Maduro y pide una intervención extranjera "humanitaria".

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