Es noticia
El ocaso del centro financiero de China: por qué la legislación está condenando a los inversores
  1. Mundo
Casi 100 empresas menos en 20 años

El ocaso del centro financiero de China: por qué la legislación está condenando a los inversores

La aprobación por unanimidad del artículo 23 de Hong Kong ha supuesto un nuevo contratiempo para las empresas extranjeras afincadas en la ciudad: ¿es el fin del marco político 'un país, dos sistemas' de Pekín?

Foto: Turistas de China continental fotografían el skyline de Hong Kong. (Reuters / Tyrone Siu)
Turistas de China continental fotografían el skyline de Hong Kong. (Reuters / Tyrone Siu)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Hong Kong aprobó este martes por unanimidad el artículo 23 de la Ley Fundamental, un paquete legislativo que hace referencia a la seguridad nacional de la Región Administrativa Especial (RAE), ante décadas de exigencias por parte de Pekín. Esta votación supone, según las voces críticas, un duro golpe a la autonomía parcial que China había prometido a la ciudad y una herida abierta en el centro financiero de Asia.

Con la entrada en vigor de este paquete, que se hará efectivo este sábado, se aprobará un proyecto de ley que amplía la definición de delitos por sabotaje, sedición y secretos de Estado, además de endurecer las condenas con penas de hasta cadena perpetua. Es decir: China tendrá la excusa legal para acabar con aquellos que le incomodan.

"Es un momento histórico para Hong Kong", calificó el líder del Ejecutivo, John Lee. "Tenemos que legislar para la seguridad de nuestro país y de Hong Kong. Lo que venga, vendrá. No nos importa", agregó el jefe del órgano legislativo, Andrew Leung. Dos declaraciones que se entienden mejor si se tiene en cuenta que el Consejo Legislativo está compuesto por leales al Partido Comunista de China (PCCh).

Esta serie de leyes se suma a una propuesta de seguridad nacional impuesta por China (2020) que ya había provocado sanciones de Estados Unidos, incluso contra Lee. El resultado de años de crispación política en Hong Kong ha derivado en que de un máximo de 333 empresas estadounidenses en 2012, hoy hay menos de 240 empresas con centros regionales en la ciudad. Entonces, ¿por qué acelerar forzosamente la aprobación de este paquete?

placeholder El Jefe del Ejecutivo de Hong Kong, John Lee Ka-Chiu, funcionarios del Gobierno y legisladores posan para una foto de grupo en el hemiciclo, tras la aprobación del Artículo 23, en Hong Kong. (EFE / Daniel Ceng)
El Jefe del Ejecutivo de Hong Kong, John Lee Ka-Chiu, funcionarios del Gobierno y legisladores posan para una foto de grupo en el hemiciclo, tras la aprobación del Artículo 23, en Hong Kong. (EFE / Daniel Ceng)

Un grupo de expertos, políticos y empresarios aseguró al periódico independiente South China Morning Post que este movimiento es una estrategia calculada para tomar desprevenidas a las potencias extranjeras y frenar el impacto de posibles sanciones o campañas de difamación antes de la aprobación del proyecto de ley del Artículo 23. Este apresurado movimiento —cuando las empresas se habían librado de las restricciones sanitarias por coronavirus— daña la imagen de la ciudad y presenta un clima de cambios bruscos que, en el mundo empresarial, no sientan bien. Y si se quiere pelear por ser el centro financiario de Asia; cualquier detalle puede marcar la diferencia.

Algunos legisladores, tras la aprobación del artículo 23, restaron importancia al riesgo de nuevas sanciones y posibles rebajas de calificación crediticia. Sin embargo, desde Washington no se han tomado tan bien esta noticia. "Estamos particularmente preocupados por la propuesta de las autoridades de Hong Kong de adoptar definiciones amplias y vagas de 'secretos de Estado' e 'interferencia externa' que podrían usarse para eliminar la disidencia por miedo al arresto y la detención", reza un comunicado del Departamento de Estado de EEUU. "También nos preocupa que las autoridades lo apliquen fuera de su territorio en su actual campaña de represión transnacional para intimidar y restringir la libertad de expresión de los ciudadanos y residentes estadounidenses", agrega. "Esto socavaría el marco político de 'un país, dos sistemas'".

El laboratorio político

La principal virtud de la política 'un país, dos sistemas' es favorecer tanto a las dos Región Administrativa Especial (Hong Kong y Macao) como a la China Continental. En este modelo, las ciudades —que fueron colonias cedidas por la corona británica— cuentan con más autonomía que, por ejemplo, la vecina metrópoli de Shenzhen, a cargo del Gobierno de Pekín.

Hong Kong cuenta con un órgano legislativo especial, un tribunal especial, un régimen fiscal diferente, libertad de prensa... y otras muchas particularidades que en el resto del país escasean. Es por esto que la ciudad se ha desarrollado como un centro financiero para China. Además, Hong Kong cuenta con un entorno favorable a las empresas, impuestos bajos, Estado de derecho, economía libre e infraestructuras modernas. Para los inversores, todas estas diferencias respecto a la figura estatalista del interior, han servido como reclamo para aterrizar grandes compañías y sumas de dinero.

Pero no solo para las empresas extranjeras, las mayores multinacionales chinas tienen su sede fiscal en Hong Kong, ya que dentro del marco político 'un país, dos sistemas' los empresarios tienen un mayor margen para actuar sin la escrupulosa observación del Partido que, en muchas ocasiones, ha derivado en la "desaparición" de las mayores fortunas de China.

Foto: Gente paseando por el distrito central de negocios de Pekín. (EFE/Mark R. Cristino)

Sin embargo, con la aprobación del artículo 23, que precisamente ataca a las características y libertades de la Región Administrativa Especial, todo el concepto de 'un país dos sistemas' se ha diluido hasta un punto que es difícil diferenciar la capital con estos territorios.

Este laboratorio político, que ha funcionado durante 24 años, parece que ha llegado a su ocaso. A golpe de leyes, Pekín está acabando con la autonomía de Hong Kong. La que estaba destinada a ser el centro financiero de Asia y la ciudad más global de China, se está transformando en una ciudad corriente dentro del gigante asiático. Y, con ello, sus beneficios fiscales y empresariales.

La marcha de los negocios

La tendencia en la fuga de empresas, según han expresado las compañías de la ciudad, no hará más que aumentar con una legislación más proteccionista con el Estado chino. El pretexto que ha impulsado la legislación del artículo 23, precisamente, ha sido el de velar por las compañías. Pero las organizaciones comerciales creen que las definiciones tan amplias de los delitos les preocupa más de lo que les alivia.

"Esperamos que Hong Kong pueda ahora centrarse en aquellas cualidades que tradicionalmente han contribuido tanto a su éxito: su apertura; su sencillo régimen jurídico y su facilidad para hacer negocios; y su función conectora entre Oriente y Occidente", afirmó Johannes Hack, presidente de la Cámara de Comercio Alemana en Hong Kong.

Foto: China comienza su semana de vacaciones con motivo del Día Nacional. (EFE/Wu Hao)

Escudándose en las manifestaciones de los últimos años y las protestas en Hong Kong, China cree que el paquete legislativo mejorará la imagen de la ciudad y la seguridad de las empresas. "Este progreso será muy beneficioso para la estabilidad y prosperidad a largo plazo de Hong Kong", dijo el opinador del periódico estatal chino Global Times, Hu Xijin.

En otro editorial del mismo medio, se justifica en que desde que Macao aprobó esta misma decisión —con una ley similar en 2009— se han producido logros económicos notables, como el aumento del PIB per cápita. Aunque este medidor económico guarda poca relación con el volumen de negocio o el margen de contribución de las sociedades.

"Las nuevas normas de seguridad nacional han erosionado el carácter distintivo de Hong Kong para las empresas extranjeras y los exportadores chinos; su ventaja comparativa es menos clara que antes para muchas empresas", dijo al New York Times Mark Wu, director del Centro Fairbank de Estudios Chinos de la Universidad de Harvard.

Foto: Logo de Evergrande. (Reuters/Aly Song)

En pro de los empresarios, La Cámara General de Comercio de Hong Kong (HKGCC) y la Cámara General de Comercio de China pidieron al Gobierno que "continúe aclarando cualquier mala interpretación o concepto erróneo sobre la legislación". Ambos organismos esperan que "continúen su trabajo para profundizar la comprensión pública de la nueva legislación".

Las dos incógnitas de esta ecuación —por un lado, la visión de China más proteccionista y en el otro la mirada temerosa de EEUU— concuerdan en un punto. Ambas partes quieren lo mejor para la economía de la ciudad y sus negocios. El problema: ¿cuál de las dos está en lo cierto?

Our Hong Kong Foundation, un grupo de expertos, dijo que la nueva ordenanza protegería las operaciones de las empresas locales y extranjeras y también permitiría a la ciudad centrarse en el desarrollo de su economía. Pero, ¿qué pasaría si el Gobierno de China decide, por cualquier motivo sea verdad o no, que una empresa está vendiendo secretos de Estado? Durante la sesión parlamentaria en la que se aprobó el artículo 23, lo que más repitieron los diferentes legisladores fue que la ciudad ahora podía centrarse exclusivamente en su desarrollo económico. Lo que más trasmitieron los empresarios e inversores: "preocupación".

Hong Kong aprobó este martes por unanimidad el artículo 23 de la Ley Fundamental, un paquete legislativo que hace referencia a la seguridad nacional de la Región Administrativa Especial (RAE), ante décadas de exigencias por parte de Pekín. Esta votación supone, según las voces críticas, un duro golpe a la autonomía parcial que China había prometido a la ciudad y una herida abierta en el centro financiero de Asia.

Noticias de China Estados Unidos (EEUU) Hong Kong
El redactor recomienda