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Pagar a 'influencers' en TikTok para frenar a los migrantes: el plan a la desesperada de UK
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Pagar a 'influencers' en TikTok para frenar a los migrantes: el plan a la desesperada de UK

Las autoridades británicas aseguran que "los traficantes de personas utilizan con frecuencia las redes sociales para promover sus actividades criminales" y es vital utilizar el mismo lenguaje

Foto: El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, durante una intervención en la Cámara de los Comunes. (Reuters/Maria Unger)
El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, durante una intervención en la Cámara de los Comunes. (Reuters/Maria Unger)
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Durante décadas fue un rumor, pero finalmente se acabó confirmando. La CIA utilizó el arte moderno estadounidense como arma en la Guerra Fría. La gran mayoría de los norteamericanos no entendían las obras de Jackson Pollock, Robert Motherwell o Mark Rothko. El mismo presidente Truman resumió la opinión popular cuando dijo: “Si eso es arte, entonces soy un hotentote”. En cuanto a los artistas mismos, muchos eran excomunistas apenas aceptables en los Estados Unidos de la era del senador McCarthy. En definitiva, no eran el tipo de personas que, a priori, recibirían el respaldo del Gobierno. Sin embargo, en plena guerra de propaganda con la Unión Soviética, este nuevo movimiento artístico podía ser presentado como prueba de la creatividad, libertad intelectual y poder cultural de Washington. El arte ruso, atado a la camisa de fuerza ideológica, no podía competir.

A día de hoy, un rapero, comediante, bloguero o instagrammer tampoco vienen a la mente como perfiles a los que un Gobierno confiaría la política más clave de su mandato. Pero es lo que está ocurriendo en el Reino Unido. Consciente de la importancia que tiene la inmigración para el electorado, el Gobierno de Rishi Sunak ha dado un paso más en su intento —a la desesperada— por dar la vuelta a unas encuestas que predicen el fin de la era conservadora en los comicios previstos para finales de año y ha recurrido a los influencers para que publiquen vídeos en TikTok instando a los "sin papeles" a no cruzar el canal de la Mancha.

A través de contratos de miles de libras, los perfiles en redes con más seguidores tendrán que explicar las duras consecuencias a las que se enfrentan a su llegada a suelo británico por las nuevas leyes de inmigración. Entre ellas, la amenaza de deportación a Ruanda bajo el polémico proyecto de ley que se tramita ahora en Westminster y cuya versión previa fue declarada ilegal por el Tribunal Supremo. Recuperar el control de las fronteras fue, al fin y al cabo, el mantra que se repitió en la campaña del Brexit.

El plan para contactar influencers —concebido por Cass Horowitz, responsable de la marca Rishi— se describe como “novedoso”, según un documento gubernamental al que ha tenido acceso The Times. Se cree que Suella Braverman lo bloqueó cuando era ministra del Interior, considerándolo “frívolo”, pero, con James Cleverly ahora al frente de la cartera, se ha retomado como parte de una campaña de un millón de libras de cara a la primavera, cuando se incrementa la llegada de pateras.

Foto: Activistas de derechos humanos protestan contra el plan migratorio, en junio de 2023. (EFE/Tolga Akmen)

Un portavoz del Ministerio del Interior asegura que “los traficantes de personas utilizan con frecuencia las redes sociales para vender mentiras y promover sus actividades criminales, y es vital que utilicemos las mismas plataformas para informar a los inmigrantes de las verdades sobre cruzar el Canal y llegar al Reino Unido ilegalmente”. “La acción implacable que hemos tomado redujo los cruces en un 36% el año pasado, en el que se observaron condiciones climáticas similares a las de 2022. No vamos a pedir perdón por utilizar todos los medios necesarios para detener los barcos y salvar vidas”, agrega.

Pagar a otros para difundir el mensaje a través de TikTok evita la prohibición impuesta el año pasado del uso gubernamental de esta red social ante las preocupaciones de seguridad sobre la empresa china que está detrás. Las campañas publicitarias masivas aparecerán primero en Albania, Irak, Egipto y Vietnam, y también se considerarán en Turquía e India. En el caso de Albania, se ha elaborado una lista de personas influyentes con la ayuda de una consultoría de marketing privada, llamada Multicultural Marketing Consultancy. Claro que, para que tenga éxito, el paso más básico es que los influencers acepten la propuesta. Y, a día de hoy, muchos ni siquiera saben que aparecen en la lista con la que Downing Street tiene puestas sus esperanzas.

Foto: El Bibby Stockholm, destinado a alojar inmigrantes. (EFE/EPA/Jon Rowley)

The Times cita al bloguero de viajes estadounidense Ben Washburn, que tiene más de 100.000 seguidores en TikTok. “Se enamoró de Albania durante sus viajes” —dice el Ministerio del Interior al rotativo— “y da a su audiencia una sensación de optimismo y esperanza y desencadena el deseo de explorar y amar más Albania”. Sin embargo, cuando El Confidencial se puso en contacto con él, el influencer explicó que no tenía constancia de nada. “El Gobierno británico no se ha puesto en contacto conmigo sobre esta campaña y no estoy interesado en participar en ella. He pedido a The Times que eliminen mi nombre y mis fotos”, recalca.

Lo mismo ocurre con el rapero Omg Dioh. Según The Times, con más de 100.000 seguidores en TikTok fue elegido porque “utiliza la plataforma para influir y educar a los jóvenes para que trabajen duro y sigan sus pasiones”. Pero, al ser contactado por el rotativo, no escondió su sorpresa. “Dios mío. ¿Qué carajo? Ningún Gobierno se ha puesto en contacto conmigo”, respondió. “¿Aceptaría su oferta si me contactaran? No. Considero que es un tema muy delicado cuando se trata de refugiados que intentan cruzar la frontera”, dijo. “Mi respuesta instantánea, que se me viene a la cabeza, sería no”, añade.

Steven Buckley, profesor de Medios y Comunicación en la Universidad City de Londres, señala que “esto parece ser una idea tremendamente mal concebida que se le ocurrió a alguien sin tener ni idea sobre TikTok, personas influyentes o comunicación política”. Además de preocuparse por la supervisión que tendría el Gobierno británico sobre el contenido creado por cualquier influencer que participara, Buckley también se pregunta si tales mensajes llegarían realmente a quienes intentan hacer el peligroso viaje.

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El Ministerio del Interior insiste en que es “vital” utilizar el mismo lenguaje. Sin embargo, las ONG consideran que el proyecto está “abocado al fracaso”. Alp Mehmet, presidente de Migration Watch UK, asegura que “no tendrá ningún impacto, pero aun así le costará miles de libras al contribuyente”. “La única opción seria para abordar esta crisis es embarcarse en una reforma fundamental del marco legal, que permita a los inmigrantes ilegales cuestionar o frustrar su expulsión”, apunta.

El plan TikTok es parte de una campaña que se lleva a cabo en Albania desde hace tres años y que ha incluido anuncios con la marca del Gobierno británico en las redes sociales, televisión y radio, advirtiendo sobre las consecuencias de viajar ilegalmente al Reino Unido. Los anuncios han llegado a 946.000 personas (aproximadamente un tercio de la población de Albania), según las autoridades británicas.

En 2022, más de 13.600 albaneses cruzaron el canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones. El año pasado la cifra cayó un 90%, ya que llegaron menos de 1.500, aunque se cree que muchos llegaron en camiones.

Durante décadas fue un rumor, pero finalmente se acabó confirmando. La CIA utilizó el arte moderno estadounidense como arma en la Guerra Fría. La gran mayoría de los norteamericanos no entendían las obras de Jackson Pollock, Robert Motherwell o Mark Rothko. El mismo presidente Truman resumió la opinión popular cuando dijo: “Si eso es arte, entonces soy un hotentote”. En cuanto a los artistas mismos, muchos eran excomunistas apenas aceptables en los Estados Unidos de la era del senador McCarthy. En definitiva, no eran el tipo de personas que, a priori, recibirían el respaldo del Gobierno. Sin embargo, en plena guerra de propaganda con la Unión Soviética, este nuevo movimiento artístico podía ser presentado como prueba de la creatividad, libertad intelectual y poder cultural de Washington. El arte ruso, atado a la camisa de fuerza ideológica, no podía competir.

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