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Forma y fondo: Borrell ha levantado ampollas en Israel, pero la única queja es por una broma
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PIERDEN CONFIANZA EN BORRELL

Forma y fondo: Borrell ha levantado ampollas en Israel, pero la única queja es por una broma

El ministro israelí de Asuntos Exteriores dejó atónitos a sus colegas europeos al mostrarles un vídeo sobre ese viejo plan, que no está en el orden del día, y eludió el debate político sobre la guerra y sus consecuencias

Foto: El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell (d), con el ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, en una conversación reciente. (EFE/EPA/John Thys)
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell (d), con el ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, en una conversación reciente. (EFE/EPA/John Thys)
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A las autoridades de Israel lo que más les molesta de Jopep Borrell, el alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, no es que promueva la creación de un Estado palestino ni que recuerde que los servicios secretos israelíes financiaron, en sus orígenes, a Hamás para debilitar a la Autoridad Palestina.

Borrell, que en su juventud pasó una larga temporada en un kibutz, lleva semanas subiendo el tono ante Israel, marcando también distancias con algunos de los ministros europeos menos conmovidos por la tragedia de Gaza. A principios de semana, recalcó que Israel no logrará la seguridad "solo por medios militares". "¿Qué otras soluciones consideran?", se preguntó. "¿Hacer que todos los palestinos se vayan? ¿Matarlos?", agregó.

Sus palabras contrastan con las de, por ejemplo, la jefa de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock, del partido Los Verdes. Alemania es la potencia europea que secunda a Israel ante la Corte Internacional de Justicia, donde Sudáfrica lo acusa de genocidio. Casi a la misma hora, exigía el fin de la violencia de Hamás. La región no puede vivir en paz "si no se detiene el terrorismo de Hamás", insistía.

Pero no. Lo que más le disgusta a la diplomacia de Israel es que Borrell ironice sobre los proyectos de desarrollo que el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, presentó el lunes al Consejo de Ministros de la UE en Bruselas. A través de comentarios anónimos a la prensa, sobre todo al diario El País, fuentes diplomáticas de Israel dejaron caer, el martes pasado, que habían perdido confianza en Borrell, quien habría dejado de ser un interlocutor válido porque se inclinaba demasiado del lado palestino.

Ese mismo día, el embajador de Israel ante la UE, Haim Regev, sí se quejó verbalmente ante el Servicio Europeo de Acción Exterior, pero por otro motivo, de formas y no de fondo: el tono sarcástico con el que Borrell valoró los proyectos expuestos por Israel Katz a sus interlocutores el lunes en Bruselas.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete esperaban tener una discusión política con su huésped israelí, como la que tuvieron, ese mismo día, con cuatro homólogos árabes de Egipto, Arabia Saudí, Jordania y Palestina, que también viajaron a Bruselas. Pero no fue así, para pasmo de los diplomáticos presentes.

Katz vino a decirles, en sustancia, que los debates políticos Israel los tenía con EEUU, su gran aliado y no con la UE, según una fuente diplomática francesa a El Confidencial. A continuación, les mostró dos vídeos, el primero sobre el proyecto de creación de una isla artificial frente a la Franja de Gaza y el otro sobre una línea férrea que se podría construir entre Israel e India.

Los ministros europeos más afines a Israel se quedaron perplejos por esta doble proyección, los más críticos consideraron que aquello era una tomadura de pelo. Al terminar el Consejo de Ministros, Borrell no se aguantó y dio rienda suelta a su ironía ante la prensa.

"Pues hemos tenido el placer de ver dos vídeos muy interesantes", declaró el alto representante. "Uno sobre un proyecto de isla artificial para servir de puerto, he creído entender, y otro sobre un proyecto de construcción de una línea de ferrocarril que enlazará Oriente Medio con la India y que nos ha parecido también muy interesante", añadió.

"Pero yo creo", prosiguió Borrell, "que el ministro hubiera podido aprovechar mejor su tiempo preocupándose por la seguridad de su país y por el elevado número de muertos en Gaza". Ese lunes, el número de muertos en Gaza causados por la guerra alcanzó los 25.490, mientras que el de heridos está en 63.000, según las autoridades de Hamás, unas cifras que los gobiernos occidentales no ponen en duda.

"Yo creo que hubiera podido aprovechar mejor su tiempo preocupándose por la seguridad de su país y por el elevado número de muertos en Gaza"

Tras ver los vídeos, los ministros "le han dicho [a Israel Katz] que, por supuesto, creen que la solución para una paz permanente y duradera que garantice la seguridad de Israel pasa por la creación de un Estado palestino", recordó Borrell. "Esto seguramente no le ha hecho cambiar de opinión, pero no esperábamos nada en sentido contrario", concluyó.

El vídeo sobre la isla artificial es, en realidad, con algunas pequeñas modificaciones, el que ya mostró Israel Katz en junio de 2017, cuando era ministro de Inteligencia y Transportes. Se puede ver en YouTube y en otras plataformas. La isla, de 534 hectáreas, debería servir para dotar a Gaza de un puerto de carga, de una desalinizadora y de una central eléctrica cuya construcción saldría más barata en tierra firme. Estaba presupuestada hace siete años en 4.585 millones de euros y nadie parecía dispuesto a financiarla.

Cuando formuló por primera vez la idea, en 2011, Israel Katz dio otra explicación, según la prensa israelí. La isla "liberaría a Israel de la obligación de ser un punto de tránsito para que las mercancías entren en Gaza". Podría, por tanto, cerrar a cal y canto la frontera entre Israel y la Franja. Katz es ministro del partido derechista Likud. Dos de sus colegas del Gobierno, los que ostentan las carteras de Turismo, Haim Katz, y de Cultura y Deportes, Miki Zohar, están organizando una conferencia sobre la creación de asentamientos de población judía en Gaza una vez terminada la guerra.

El segundo proyecto, el ferroviario, mostrado también en vídeo a los ministros, tampoco es del todo nuevo, aunque a principios de septiembre se firmó un memorándum de entendimiento entre seis países y también la UE. EEUU lo impulsa para, entre otros motivos, apoyar a la India frente a su rival, China. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se alegró mucho de ese primer paso.

El plan consiste en establecer una especie de enlace permanente naval entre el puerto indio de Mumbai y el de Jebel Ali, cerca de Dubái, desde donde arrancaría un tren de mercancías que recorrería toda la península Arábiga, cruzaría después Jordania y desembocaría en el puerto de Haifa. Su lanzamiento estaba supeditado, ya antes de la guerra, a que Arabia Saudí obtuviera varias contrapartidas políticas, por ejemplo, luz verde a la energía nuclear civil. Ahora parece relegado ad calendas graecas.

A las autoridades de Israel lo que más les molesta de Jopep Borrell, el alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, no es que promueva la creación de un Estado palestino ni que recuerde que los servicios secretos israelíes financiaron, en sus orígenes, a Hamás para debilitar a la Autoridad Palestina.

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