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"Estamos construyendo ciudades de agua en nuestros países y Europa debería tomar nota"
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Entrevista con Kongjian Yu y Kunlé Adeyemi

"Estamos construyendo ciudades de agua en nuestros países y Europa debería tomar nota"

El chino ha levantado cerca de 700 'ciudades esponja'. El nigeriano propone construir casas sobre el agua. La visión combinada de estos dos urbanistas es una ventana al futuro

Foto: Kunlé Adeyemi y Kongjian Yu posan en Madrid. (Audi Summit for Progress)
Kunlé Adeyemi y Kongjian Yu posan en Madrid. (Audi Summit for Progress)
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Durante siglos, las ciudades de África y Asia se han levantado importando modelos urbanísticos europeos. Kongjian Yu (China) y Kunlé Adeyemi (Nigeria) proponen empezar a hacer lo contrario. Sus diseños se fundamentan en la experiencia milenaria de sociedades forzadas a adaptarse a climas extremos. "El monzón es un cambio climático concentrado en un solo año. Después de las estaciones de sequía llegan las estaciones de grandes tormentas. Eso es justo lo que está empezando a pasar en otras partes del mundo. Por eso nuestras ideas pueden ser muy útiles también en Europa", dice el urbanista asiático. Sus ideas no son brindis al sol, no se sostienen solo sobre el papel. Al revés, hay pocas personas con más proyectos acabados en el mundo, pocos urbanistas más influyentes. Ha diseñado cerca de 700 ciudadelas, algunas faraónicas, en más de doscientas provincias. Casi todas están en China, pero también ha empezado a construir en Rusia, Tailandia y Estados Unidos.

Las propuestas de estos dos arquitectos parten de ideas distintas, pero resultan compatibles. Kunlé Adeyemi impulsa la construcción de "ciudades de agua", estructuras basadas en la tradición nigeriana, un país donde cientos de miles de familias sin espacio en tierra firme se ven obligadas a habitar estructuras flotantes. En lugar de desecar las zonas húmedas y levantar bloques de apartamentos, Kunlé propone convertir las barriadas acuáticas en lugares más habitables que se adapten al entorno y opongan resistencia a las inundaciones y las lluvias torrenciales, fenómenos cada vez más frecuentes por el cambio climático. Mientras, Kongjian Yu es el inventor de las "ciudades esponja" que se expanden como una mancha de aceite por toda China. Se trata de planificaciones urbanas que reciclan algunas técnicas agrícolas asiáticas (terrazas, estanques, islotes…) y canalizan manantiales y lluvias para llenar los barrios de agua y vegetación. Ambos pasaron por Madrid para participar en el Audi Summit for Progress. Los entrevistamos en la Galería de Cristal del Ayuntamiento de Madrid.

PREGUNTA. África es el único continente que seguirá aumentando su población de manera significativa en los próximos años. Hay una enorme necesidad de levantar nuevas viviendas y las constructoras chinas están haciendo mucho negocios allí. De alguna manera, hablar con vosotros es hablar del urbanismo con más futuro. Pero ¿por qué esta apuesta por el agua? No resulta muy intuitivo esto de construir ciudades sobre el agua.

Kunlé Adeyemi. Es interesante que empieces la entrevista diciendo que no es intuitivo porque he pasado muchos años pensando justo en eso. Pero el agua es el principio de la vida, todos los seres necesitan agua y todos los seres vienen del agua. En realidad, no hay nada más intuitivo que vivir rodeados de agua. A lo largo de los siglos nos hemos acostumbrado a vivir sobre la tierra, y hemos llegado a un punto en el que incluso hemos arrebatado espacio al agua para disponer de más tierra, hemos desecado zonas enteras en todo el mundo. Y ¿sabes qué? Que todos estos actos han acabado provocando que muchas ciudades sean estructuras hostiles de cemento. Los edificios consumen hasta el 40 por ciento de la energía que producimos y cada vez hay menos para la vegetación. Lo que propongo, y creo que coincide con la propuesta de Kongjian Yu, es mantener el agua dentro de los proyectos urbanísticos en lugar de deshacernos de ella. Sin levantar barreras, ni diques, ni desecar, ni aislarnos, sino adaptándonos al agua. Como dices, en África tenemos un gran déficit de vivienda y estamos intentando encontrar soluciones que se adapten mejor al entorno natural en el que vivimos.

P. Vuestros proyectos tratan de dar solución a un terror que empieza a ser ya realidad en algunas ciudades de Asia y África. Hay enormes urbes que se están hundiendo, barrios donde el agua ya está ganando terreno cada año. ¿Por qué no desplazar a esa población tierra adentro en lugar de obstinarse a vivir en riberas?

Kongjian Yu. El primer motivo es que la gente suele moverse con metas muy cortoplacistas. Estos problemas nunca parecen muy serios a corto plazo. El agua sube milímetro a milímetro, de manera que estamos seguros de que mañana y pasado mañana no se nos va a hundir el salón de casa. Nadie se preocupa hasta que sucede una catástrofe. Una enorme inundación o una crecida que arrasa tu edificio. Esto hace muy difícil planificar cambios radicales a gran escala. ¿Te imaginas moviendo a los 16 millones de habitantes de Bangkok a otro lugar? El segundo motivo es que es muy difícil mudarse de ciudad cuando todos tus familiares, amigos y conocidos están ahí. Cuando tus recursos económicos están ahí, cuando tu trabajo está ahí. Cuando tu casa está ahí. Cuando tu negocio está ahí. En China, muchos millones de familias viven en climas tropicales y subtropicales donde hay monzones. Esas áreas son las más productivas para la agricultura y la pesca. No se puede replicar tierra adentro lo que producen y no disponen de otro medio de subsistencia. Así que no es tan fácil como irse tierra adentro.

Kunlé Adeyemi. Además es que el agua es lo primero que han buscado históricamente los seres humanos para asentarse, para levantar un poblado. En todas las grandes civilizaciones, en todas las ciudades, se suele edificarse alrededor de un río, de un lago, de la costa marítima... Por cuestiones de transporte, agricultura, clima, por el agua potable. Es imposible modificar esto en pocos años. Ten en cuenta que el 80 por ciento de las grandes ciudades del mundo se sitúan frente a una costa. ¿Cuántas de ellas vamos a poder mover tierra adentro? Piensa en Yakarta, donde están intentando hacer eso porque no les quedan muchos años antes de empezar a ver como se sumergen barrios enteros. Están intentando trasladarse a otra capital. Pero en su área metropolitana viven más de 30 millones de personas. ¿Cómo mueves todo eso?

placeholder Parque forestal de Benjakitti en Bangkok. (Turenscape/The Cultural Landscape Foundation)
Parque forestal de Benjakitti en Bangkok. (Turenscape/The Cultural Landscape Foundation)

P. En Madrid también tenemos este debate sobre el exceso de cemento que habéis tocado en vuestras ponencias y que late en el propósito de todos vuestros proyectos. ¿Es posible aplicar algunas de vuestras experiencias a Europa?

Kunlé Adeyemi. No solo creo que sea posible, es que creo que es importante. Volver a integrar la naturaleza en el paisaje es fundamental, sobre todo en un escenario en el que la meteorología va a transformarse radicalmente. Las inundaciones no solo se producen en países asiáticos o africanos, no se trata solo de las crecidas de grandes ríos, sino también de fuertes lluvias. Tal y como están concebidas las ciudades modernas, no están preparadas para digerir toda la lluvia de una gran tormenta. Las ciudades se convierten en piscinas de cemento sin suficiente permeación. Así que es necesario redefinir esto de manera urgente. ¿Para qué necesitamos tanto cemento? No tiene ningún sentido.

Kongjian Yu. En Madrid y en España tenéis un clima muy bueno, pero ese clima está cambiando. Todas vuestras infraestructuras van a fracasar si no las adaptáis. No sé si estás al tanto de las inundaciones que hubo en Pekín recientemente. La capital china es una ciudad de cemento en un clima continental y sin grandes ríos, pero de pronto la lluvia colapsa la ciudad y mueren decenas de personas. Tenemos que repensar lo que estamos haciendo. Hace falta un plan de cambio radical en todas las ciudades. La mayoría se levantan en zonas donde la propia morfología y los acuíferos se encargan de drenar el agua. Lo único necesario es no crear obstáculos, ni espacios donde se acumule el agua. Esto es algo que a estas alturas ya está claro. Si no cambiamos el rumbo, si seguimos inundando todo de cemento, es solo por inercia económica. En España tenéis grandes empresas constructoras que presionan para construir con cemento. Vuestra economía, como la de otros países, depende de seguir usando cemento. Es lo que esas empresas saben hacer y empujan y presionan para echar más y más cemento donde ya no hace falta. El capitalismo tiene esa inercia de construir más y más y más.

P. Pero esto no solo ocurre en España o en Madrid. En China hay un problema parecido con las grandes constructoras, que no están atravesando un buen momento precisamente. Y muchas ciudades chinas son una pesadilla de cemento sin parques, ni zonas verdes. De hecho, he leído que tú tuviste muchos problemas por tus críticas a ese modelo y a infraestructuras como la Prensa de las Tres Gargantas. ¿Qué hizo cambiar de idea a las autoridades? ¿Cómo pasaste de ser un perseguido a ser uno de los mayores planificadores urbanos de China? No sé si quieres entrar en discursos políticos.

Kongjian Yu. Bueno, al final todo es siempre una cuestión política. Estas decisiones siempre acaban siendo políticas. Hay constructores, hay lobbies, hay ingenieros formados para hacer ciudades de cemento. Y es muy difícil convencerles de que tienen que dejar de hacer lo que estaban haciendo. Es muy difícil convencerles de que su negocio tiene que cambiar o acabarse. Es difícil aquí en España y es difícil allí en China, claro.

placeholder Parque forestal de Benjakitti en Bangkok. (Turenscape/The Cultural Landscape Foundation)
Parque forestal de Benjakitti en Bangkok. (Turenscape/The Cultural Landscape Foundation)

P. Pero el gobierno central y los gobiernos regionales chinos cambiaron de mentalidad. ¿Cómo lo lograste? ¿Qué pasó?

Kongjian Yu. Es cierto que al final pudimos hacerlo.

Kunlé Adeyemi. En Nigeria sucede lo mismo. El modelo es similar en ciudades como Lagos. Es exactamente como lo estáis describiendo. Cuando hay agua, lo primero que se les viene a la cabeza es desecar y levantar edificios encima de la superficie seca. Lo que era un pantano se pretende convertir en una zona de alto valor financiero. Es una cadena de valor para toda la gente que está en ese proceso, desde los políticos a los empresarios, a las propias personas que viven alrededor. Así que es muy difícil llegar y convencerles de que no, de que tienen que construir usando el agua que tiene alrededor para hacer cosas más sencillas y más sostenibles, y más eficaces, evitando las inundaciones e integrando la vegetación en el urbanismo. Se trata de una propuesta de modelo económico muy diferente, así que lo primero es convencer a los burócratas de que las ciudades esponja son buena idea, de que las ciudades de agua son buena idea, de que tenemos que utilizar los materiales que tenemos, sin vernos obligados a importar enormes cantidades de del extranjero, etcétera.

Kongjian Yu. Lo que hay que hacerles entender es que tienen que cambiar el modelo de negocio. Y eso no es sencillo, claro.

P. Supongo que vuestra propuesta se inspira en el debate energético de alguna manera. No es que se acabe el negocio de la construcción, pero tiene que transformarse. Si te adaptas, es una oportunidad, pero la inercia de las grandes empresas es seguir haciendo las cosas como hasta ahora. El mismo debate que existe entre hidrocarburos y energías renovables, ¿no?

Kunlé Adeyemi. Exacto. Como ocurre con la energía, llega un momento en el que los propios líderes políticos implementan normas que mueven las cosas en la dirección correcta, diseñan políticas para fomentarlo y luego la industria se adapta. De todos modos, quiero que se me entienda. Yo no propongo que dejemos de construir con cemento. Es muy útil y necesario, lo que sucede es que nos hemos excedido. Hemos exagerado y se trata de rectificar. De hecho, quizá en los próximos cien años resulta que nos excedemos con el urbanismo integrado y nos toca reequilibrar de nuevo con estructuras duras. Pero ahora mismo lo que sobra en muchas ciudades es cemento y hay que corregir el exceso.

P. He tratado de sacar el tema un par de veces y me gustaría volver a intentarlo. Me parece impactante que haya prosperado en China un proyecto como el de las ciudades esponja. ¿Cómo lo has logrado, Kongjian?

Kongjian Yu. Allí solo hace falta un cambio de mentalidad. En países como China, las cosas se administran de arriba a abajo, así que pasé mucho tiempo convenciendo a las personas que toman decisiones. Escribí cartas, escribí emails, hablé con altos oficiales… Intenté llegar a presidentes, a primeros ministros… Una ventaja allí es que, una vez que cambias la manera de entender las cosas de la gente que está arriba, puedes cambiar todo. Las cosas van de arriba a abajo. Aquí en Europa las sociedades son más democráticas, así que no solo tienes que convencer al alcalde, tienes que convencer a los medios de comunicación, a la industria y a la gente, al mercado, a los ciudadanos, que en ocasiones son los más reacios al cambio. Hay que convencer a todo el mundo de que esto funciona y es necesario.

"Nueva York estaba totalmente inundada con una cantidad de precipitación que en muchas ciudades de Asia es totalmente cotidiana"

P. Ahora una pregunta que a lo mejor es un poco estúpida, pero no paro de pensarlo mirando vuestros proyectos. ¿No son estas ciudades demasiado húmedas? ¿No es como vivir en un barco?

Kunlé Adeyemi. La humedad es manejable, incluso es sano respirar un aire con cierta humedad. Además, depende mucho de los materiales que utilices para construir. Con un diseño apropiado, el grado de humedad que se obtiene es positivo para el ser humano. Hay materiales que contienen la humedad, otras que la acumulan… Se trata de aprender a usarlos. No es un problema.

Kongjian Yu. Vivir rodeado de agua no es sinónimo de vivir con gran humedad. Depende de muchas otras variables, del movimiento del aire, de la naturaleza que te rodea… Bien planificado no debería ser un problema. De hecho, en nuestros proyectos no suele ser un problema.

P. Es muy atractiva esa idea de que los monzones son cambios climáticos que se producen a lo largo de un año y que hay mucho que aprender de la experiencia que habéis acumulado en las regiones más cálidas del planeta. ¿Podéis desarrollarla?

Kongjian Yu. En el sudeste asiático llueven muchos litros en muy poco tiempo. En Madrid, por ejemplo, el tamaño de las tuberías no es suficiente para digerir toda el agua que precipita durante el monzón. Con el clima actual de un lugar como Madrid, las lluvias no deberían ser muy extremas a lo largo del año, se mantienen en niveles estables y similares, así que estas tuberías absorben sin problemas las precipitaciones. Pero recordemos lo que ha pasado cuando esos sistemas occidentales se han llevado a ciudades del sudeste asiático, o a ciudades de la India, como hicieron los británicos. ¿Qué ocurrió? Fue un desastre total. Las calles se inundaron salvajemente y provocaron enormes daños. Cuando canalizas ciudades tropicales con sistemas occidentales, el resultado es catastrófico.

P. Perdonad mi ignorancia pero ¿no se pueden hacer esas tuberías más grandes para que absorba más agua?

Kongjian Yu. Sí, puedes hacerlo, pero resulta igualmente insostenible porque se produce una sucesión de sequía y lluvia. Durante la sequía, las tuberías se secan y acumulan mucha vegetación y basura dentro. Cuando después llueve salvajemente durante noches enteras, los desagües están taponados y se inunda todo. La cuestión es que nosotros no necesitamos esos sistemas. Hace cientos de años ya teníamos otras maneras para sobrevivir a los monzones, sistemas basados en siglos de experimentación y en la observación de nuestro entorno. Algunos eran algo primitivos, pero partían de una idea más cercana a nuestra realidad que los sistemas que se importaron de Europa cuando comenzó la industrialización. Es decir, reemplazamos nuestras estrategias locales adaptativas con soluciones industriales insostenibles.

P. ¿Y no puede ser igualmente catastrófico hacer el mismo viaje de vuelta? ¿Traer esas técnicas aquí?

Kongjian Yu. No, porque ahora os está ocurriendo algo parecido a vosotros, algo parecido a lo que pasó cuando se llevaron planificaciones urbanísticas europeas al sudeste asiático. Estáis fracasando, porque un clima parecido al monzónico está llegando también aquí. Hace dos semanas estuve en Nueva York y la ciudad estaba totalmente inundada con una cantidad de precipitación que en muchas ciudades de Asia es totalmente cotidiana. Por eso creo que podemos aprender de las tecnologías basadas en miles de años de experimentación con climas extremos. No estoy hablando de ir atrás hacia estructuras primitivas, estoy hablando de inspirarnos en esos sistemas de terrazas, de islas, etcétera, para construir el futuro y solucionar nuestros problemas.

placeholder Proyecto de Kunlé Adeyemi en Makoko
Proyecto de Kunlé Adeyemi en Makoko

P. Para acabar os voy a pedir que describáis el proyecto que más os gusta de todos los que habéis realizado.

Kongjian Yu. He hecho más de seiscientas, así que es difícil elegir una. Pero el proyecto de Benjakitti, en Bangkok, es uno de los que más me gusta. Es una ciudad que está ya sufriendo mucho con el cambio climático y ese proyecto es tan sencillo… Una sola máquina y los propios soldados del Ejército tailandés empleados durante unos meses. No hacen falta obreros cualificados porque el trabajo es realmente sencillo. Creo que el resultado es espectacular y que la gente lo adora. Si pasas por Bangkok, está en pleno centro de la ciudad, no puedes perderlo.

Kunlé Adeyemi. Yo no he tenido la oportunidad de hacer tantos proyectos como Kongjian, así que tengo menos de donde elegir. Pero realmente el sistema Makoko de casas flotantes creo que es mi preferido. Es el proyecto que tiene más futuro porque se puede replicar una y mil veces. Es una solución muy sencilla, muy barata, y opino que muy útil y sostenible. No hay alta tecnología, es un diseño con materiales locales y reciclables, muy versátil. Sirve para lagunas, bahías, ríos, lagos, estanques… Ahora que tenemos la experiencia de Makoko, podemos replicarlo de mil maneras diferentes.

P. Antes de acabar, quería preguntaros por el transporte. ¿Cómo te mueves alrededor de las ciudades de agua o de las ciudades esponja?

Kunlé Adeyemi. En el caso de las casas Makoko, hay una solución facilísima que son las canoas. Se puede ir muy rápido y muy cómodo en canoas. Se pueden acarrear muchas cosas. Es agradable y sostenible. Y si las distancias son más largas, se pueden utilizar pequeños motores eléctricos. Es una de las soluciones más atractivas, pero hay más, como los puentes flotantes o las estructuras alternativas.

Kongjian Yu. La realidad es que los transportes van a cambiar pronto tanto como el urbanismo. Los coches solo llevan funcionando unos cien años y acabarán desapareciendo tal y como lo conocemos. Por ahora, en las ciudades esponja hay caminos y carreteras, que se pueden adaptar a cualquier tipo de transporte moderno, así como también a los transportes del futuro.

Durante siglos, las ciudades de África y Asia se han levantado importando modelos urbanísticos europeos. Kongjian Yu (China) y Kunlé Adeyemi (Nigeria) proponen empezar a hacer lo contrario. Sus diseños se fundamentan en la experiencia milenaria de sociedades forzadas a adaptarse a climas extremos. "El monzón es un cambio climático concentrado en un solo año. Después de las estaciones de sequía llegan las estaciones de grandes tormentas. Eso es justo lo que está empezando a pasar en otras partes del mundo. Por eso nuestras ideas pueden ser muy útiles también en Europa", dice el urbanista asiático. Sus ideas no son brindis al sol, no se sostienen solo sobre el papel. Al revés, hay pocas personas con más proyectos acabados en el mundo, pocos urbanistas más influyentes. Ha diseñado cerca de 700 ciudadelas, algunas faraónicas, en más de doscientas provincias. Casi todas están en China, pero también ha empezado a construir en Rusia, Tailandia y Estados Unidos.

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