¿Qué hay detrás de la victoria de la ultraderecha en Chile? "Es una restauración conservadora"
Los republicanos repitieron el sorpaso que ya dieron en los comicios de 2021, cuando ganaron la primera vuelta presidencial. El Partido Republicano obtiene 22 escaños de los 51 en disputa
El voto para elegir a los miembros del Consejo Constituyente ha dado una clara mayoría a la extrema derecha del Partido Republicano, que obtiene 22 escaños de los 51 en disputa. Sin duda, es un nuevo golpe a la propuesta de cambio del presidente Gabriel Boric, aunque él prefiere poner el acento en la necesidad de contar con una nueva Constitución. Los trabajos del Consejo deberán concluir en noviembre y luego someterse a referendo. El análisis con el experto en constitucionalismo Javier Couso.
PREGUNTA. ¿Cómo explicar el resultado de ayer, un triunfo indiscutible para la ultraderecha?
RESPUESTA. Ha sido lo que los anglosajones denominan la tormenta perfecta. Chile ha experimentado una percepción de ola criminal muy fuerte los dos meses precedentes a esta elección. Combinado con un par de decisiones de indultar por parte del Presidente de la República a personas que habían sido detenidas durante el estallido social de hace tres o cuatro años, pero que tenían un prontuario criminal común. Eso dominó, y si le agregamos que hubo tres policías asesinados en tres semanas en un país donde había tres policías asesinados al año, pues fue una tormenta perfecta que puso a buena parte del electorado sintonizado con las preocupaciones coyunturales de la inseguridad y la ley y el orden, por decirlo así.
P. Es la propuesta que ha venido manejando el Partido Republicano, el tema de la seguridad.
R. Exacto. Y las semanas anteriores uno observaba la franja televisiva obligatoria que hay en Chile para informar a la ciudadanía que de lo único que se hablaba por todos, porque en algún sentido se logró instalar esa agenda, era de seguridad y no de lo que implica elaborar una Constitución a largo plazo. Es una coyuntura que no pudo ser más desafortunada para elegir con frialdad y digamos, pensando en largo plazo. Esto pone una nota muy seria de duda respecto del futuro del proceso constituyente.
P. En cualquier caso, ¿pone esto en entredicho, dijéramos, la posible realización de un verdadero proceso constituyente que cambie lo que es la herencia de Augusto Pinochet de los años 80?
R. Ciertamente que pone en duda la posibilidad de un proceso que tenga esas características. Recordemos que la campaña hace apenas siete meses para el rechazo planteaba que se debía buscar una Constitución que uniera a los chilenos.
Ese fue el lema de la derecha en ese momento. Y es, a menos que hubiera una sorpresa mayúscula, un liderazgo que surgiera al interior de republicanos, que pudiera entender aquello que no se puede dejar fuera al 40%, casi que votó a favor de una prueba hace apenas siete meses. Hay que recordar que hubo cerca de un 22% de personas que votaron nulo o blanco ayer, más un grupo de un 36 – 37 % que votó por otras fuerzas políticas de izquierda.
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Entonces la pregunta es si va a ser posible que con los liderazgos que existen al interior del Partido Republicano va a poder haber cierta lucidez de que lo que está enfrentando el país es el proceso constituyente. No es una elección más la que ocurrió ayer, desafortunadamente se produjo en esta circunstancia.
P. Sin duda alguna es importante esto que usted comenta, pero al mismo tiempo, para la coalición gubernamental este resultado es peor que el de mayo del 2022 y, sobre todo, dos derrotas electorales consecutivas para el presidente Boric. ¿Cómo va a poder relanzar su gobierno?
R. Usted tiene toda la razón. Esto es como dos golpes al mentón en menos de ocho meses. Es durísimo para la actual administración, sobre todo porque los interlocutores que tienen al frente van a estar muy golpeados, la derecha tradicional está ella misma en shock porque ha sido superada por la extrema derecha.
Entonces es muy probable que los interlocutores con los cuales ya venía trabajando el gobierno, que es la derecha tradicional, ahora tengan que endurecer sus posiciones porque se sienten amenazados por parte de los republicanos.
Veo muy difícil para el Gobierno pasar de lo que se llama una mera administración en lo que resta, veo muy improbable que el gobierno pueda avanzar ningún proyecto relevante porque se enfrenta —si bien la correlación de fuerzas del Congreso actual tiene una composición minoritaria de republicanos, en la práctica esa derecha ha quedado muy golpeada—. La derecha tradicional va a tratar en los meses que viene analizar cómo se recupera frente a esta embestida de la ultraderecha en Chile. Y entonces el gobierno queda en una situación en que solo puede aspirar a administrar a un país que está crecientemente polarizado.
P. Dice usted que hubo un 20% de abstención en el voto del día de ayer, 37% de los que votaron, lo hicieron por otras opciones. Da la impresión de que toda la ilusión de las movilizaciones, de las protestas sociales de hace cuatro años, incluso de un posible cambio constitucional...
R. Uno siempre tiene, en política, que estar abierto a sorpresas. O sea, uno no puede descartar del todo que la comisión experta que se aprestaba a terminar su trabajo genere algo tan razonable y que este Consejo tome, digamos, buena parte de ello, no se puede descartar del todo que estas instituciones funcionen. En Chile los republicanos de extrema derecha es una derecha distinta a la de Bolsonaro o a lo que fue Uribe, por ejemplo. Son personas que tienen un relativo mayor apego a las formas jurídicas.
Eso es importante tenerlo en cuenta, pero son extremadamente ortodoxos en sus visiones, tanto económicas como de valores sociales. Entonces, yo creo que estamos viviendo en Chile algo parecido a una restauración conservadora, algo así como lo que vino después de mayo del 68 en Francia, en que hay un momento de explosión social, por decirlo así, pero que viene seguida de una reacción conservadora que quizá se sintió muy amenazada ante lo que ocurrió en el estallido social. Entonces, estamos en una situación extremadamente compleja para Chile, en que, por otra parte, como decía, no se puede del todo descartar absolutamente que hubiera alguna lucidez en algún liderazgo de republicanos al interior de este Consejo Constitucional que fue elegido ayer.
El voto para elegir a los miembros del Consejo Constituyente ha dado una clara mayoría a la extrema derecha del Partido Republicano, que obtiene 22 escaños de los 51 en disputa. Sin duda, es un nuevo golpe a la propuesta de cambio del presidente Gabriel Boric, aunque él prefiere poner el acento en la necesidad de contar con una nueva Constitución. Los trabajos del Consejo deberán concluir en noviembre y luego someterse a referendo. El análisis con el experto en constitucionalismo Javier Couso.