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El 'rechazo' se impone de forma contundente en Chile y golpea directo al mandato de Boric
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SE CUMPLLE EL PRONÓSTICO

El 'rechazo' se impone de forma contundente en Chile y golpea directo al mandato de Boric

Casi el 62% de los votos han sido a favor de mantener la Constitución actual, redactada en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet y reformado parcialmente en democracia

Foto: El presidente de Chile, Gabriel Boric. (Reuters/Joel Estay)
El presidente de Chile, Gabriel Boric. (Reuters/Joel Estay)

Chile ha dado la espalda a una nueva carta magna, la que iba a ser una "de las más progresistas" de la región, pero también especialmente divisiva. Con el 99,9% de las mesas escrutadas, la opción del ‘rechazo’ a la propuesta de nueva Constitución logró el 61,8% de los votos, mientras que el ‘apruebo’ se quedó en el 38,1%. La contundente victoria del 'rechazo' se extendió por todo el país, y ha sido la opción ganadora en 338 de las 346 comunas chilenas (el 97,7%), frente a la victoria del 'apruebo' en apenas ocho.

Con este resultado, sigue vigente la carta magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, contra la que gran parte del país se manifestó hace apenas tres años.

La votación de este 4 septiembre ha tenido una participación del 85% del electorado —13.016.943 personas—, la más importante en la historia electoral de Chile, con el componente de inscripción automática en los registros y voto obligatorio. La jornada confirmó con creces lo pronosticado por diferentes encuestas en las semanas previas al referéndum.

Foto: Ciudadanos participan en el cierre de campaña de los simpatizantes por la opción de votar "rechazo" en el referéndum de este domingo. (EFE/Elvis González)

El escenario de este domingo abre una serie de interrogantes respecto del curso del proceso constituyente chileno, que por ahora cuenta con el compromiso de los partidos políticos oficialistas y de centroderecha, y la senda del Gobierno de Gabriel Boric. El presidente deberá definir cómo enfrentar el reimpulso del cambio constitucional y los ajustes a su agenda y su gabinete, que tendrán que ser profundos.

La diferencia de poco más de tres millones de votos termina siendo un duro golpe para el Gobierno de Boric, que queda en un escenario de debilidad política por haber dado señales abiertas a favor de la nueva Constitución que luego fue acomodando en la medida que el rechazo crecía. Esto, sumado a que la votación del apruebo es casi exacta a la votación con la que fue electo el actual presidente en diciembre de 2021, se convirtió en una gran evaluación presidencial.

¿Hacia un proceso constituyente?

Hay que escuchar la voz del pueblo, no solo de este día, sino de todo lo acontecido en estos últimos años intensos que hemos vivido. No olvidemos por qué llegamos hasta aquí, ese malestar sigue latente y no podemos ignorarlo”, señaló en un mensaje a la nación Boric tras conocerse los resultados del plebiscito. “Me comprometo a poner todo de mi parte para construir, en conjunto con el Congreso y la sociedad civil, un nuevo itinerario constituyente que nos entregue un texto que, recogiendo los aprendizajes del proceso, logre interpretar a una amplia mayoría ciudadana”, agregó.

El acuerdo del 15 de noviembre de 2019, que abrió el proceso constituyente como salida institucional a la crisis política, establece que, de ser “rechazada la propuesta de nueva Constitución, queda vigente la Constitución de 1980”, por lo que se deben abrir negociaciones con todos los sectores políticos para tener una nueva instancia constitucional.

La académica de la facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, Claudia Heiss, considera que lo que viene es “una negociación política para saber si se hace un proceso constituyente o si se reforma la Constitución de 1980”. Según ella, “la derecha vuelve a tener el poder de veto que le entrega el actual sistema político”.

Para el investigador del Institute of Citizenship Studies de la Universidad de Ginebra, César Guzmán, “el escenario es complejo”, ya que, a pesar de que los sectores de derechas han insistido en seguir adelante con el proceso constituyente, la holgura del resultado “favorece la posición de las voces más extremas por desconocer los compromisos de continuar con el proceso constituyente”. Según el académico, “también podría influir en las reglas del juego de una posible segunda Convención Constitucional, cuestionando la composición de la misma y los escaños reservados para pueblos originarios o la paridad”.

Foto: Una mujer pega un cartel del Caupolicanazo Feminista (mitin político), realizado para incentivar a votar 'apruebo' a la nueva Constitución. (EFE/Ailen Díaz) Opinión

Al final de la jornada, desde el Gobierno se envió una convocatoria a las coaliciones y partidos políticos para dar una señal de unidad nacional e iniciar los diálogos para retomar la senda constituyente. Los partidos de un sector de la derecha respondieron con una negativa a participar. Paralelamente, la extrema derecha —que cuenta con 13 escaños en el Parlamento— ha dejado clara su negativa a cualquier cambio constitucional.

Así, un nuevo escenario constituyente se encuentra cuesta arriba.

Gobierno en problemas

El escenario posplebiscito para el Gobierno de Gabriel Boric es complejo. Así lo ha reconocido él mismo en su mensaje: “Hacer frente a estos importantes y urgentes desafíos requerirá prontos ajustes en nuestros equipos de Gobierno para enfrentar este nuevo periodo con renovados bríos”.

Si bien el presidente ya había anunciado un posible cambio de gabinete tras el referéndum, lo contundente del resultado acelerará el proceso. “Hay una debilidad para el Gobierno en términos de posicionamiento y en términos programáticos, es muy difícil sacar adelante un programa de Gobierno que estaba orientado y planteado desde un escenario constituyente distinto”, sostiene el director de la escuela de Ciencia Política en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Rodrigo Gangas. “El Gobierno de Boric va a tener que tender puentes hacia el centro que le permitan conducir el proceso y sacar adelante su agenda”, agrega.

Por otro lado, el Gobierno debe enfrentar un fin de año con una importante crisis económica, con una inflación que alcanza al 13,8% y una agenda legislativa intensa. Las reformas tributarias, de sistema de pensiones y de reducción de jornada laboral están a la espera.

“Hasta ahora, de las demandas del estallido social solo se ha desarrollado la constitucional, pero el resto de ellas no han sido satisfechas”, dice César Guzmán. Ante este escenario, el país se debatirá entre la capacidad del Gobierno de conducir un acuerdo constitucional y su capacidad de desplegar su agenda, respondiendo a las principales demandas ciudadanas: la inseguridad y la inestabilidad económica en un escenario de incertidumbre.

Chile ha dado la espalda a una nueva carta magna, la que iba a ser una "de las más progresistas" de la región, pero también especialmente divisiva. Con el 99,9% de las mesas escrutadas, la opción del ‘rechazo’ a la propuesta de nueva Constitución logró el 61,8% de los votos, mientras que el ‘apruebo’ se quedó en el 38,1%. La contundente victoria del 'rechazo' se extendió por todo el país, y ha sido la opción ganadora en 338 de las 346 comunas chilenas (el 97,7%), frente a la victoria del 'apruebo' en apenas ocho.

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