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Golpe al corazón militar de Irán: 'Bibi' te recuerda que quien le preocupa es Teherán (no Ucrania)
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El primer ataque con Netanyahu al frente

Golpe al corazón militar de Irán: 'Bibi' te recuerda que quien le preocupa es Teherán (no Ucrania)

Los funcionarios de inteligencia apuntan a que Israel está detrás del ataque con drones al centro de munición de Isfahan en medio del aumento de las tensiones con EEUU por Ucrania

Foto: Imagen de un testigo del ataque en la instalación de Isfahan. REUTERS
Imagen de un testigo del ataque en la instalación de Isfahan. REUTERS

Poco antes de la medianoche del sábado, un ataque con drones provocó la explosión de un arsenal de munición en la ciudad iraní de Isfahan. Pocas horas después, todos los dedos apuntaban a Israel como responsable del ataque, que sería el primero en el extranjero desde que Benjamin Netanyahu llegó al poder gracias a una coalición de extrema derecha. El primer ministro ha guardado silencio, aunque altos funcionarios de inteligencia y fuentes militares apuntan a que los drones que impactaron en el edificio eran israelíes y que tenían como objetivo la fábrica de munición situada junto a unas instalaciones del Centro de Investigación Espacial de Irán, organismo sancionado por Estados Unidos por su trabajo con misiles balísticos.

Así como la autoría del ataque no está confirmada, tampoco el propósito específico. Sin embargo, el de Isfahan es un centro importante de producción, investigación y desarrollo de misiles para Irán, incluido el ensamblaje de muchos de sus misiles de medio alcance. Israel, sumergido en un conflicto eterno con Irán, ha repetido durante años que atacará objetivos iraníes si la diplomacia no logra frenar los planes nucleares de Teherán.

Foto: Imágenes de la explosión en el complejo militar en Isfahan. (Reuters)

El ataque ha tenido lugar precisamente en un momento de tiempo muerto en el acuerdo nuclear entre Irán y Estados Unidos, después de las manifestaciones en todo el país tras la muerte de la joven Mahsa Amini a manos de las autoridades por no llevar bien colocado el velo. Las protestas por el caso Amini tuvieron como respuesta una represión de las autoridades que han tensado las relaciones con Occidente y específicamente con Washington.

Por otro lado, funcionarios de Estados Unidos e Israel se han reunido en los últimos meses para estudiar cómo frenar la colaboración de Irán en la guerra de Ucrania al proporcionar drones a Rusia para sus ataques. El director de la CIA, William Burns, viajó a Israel la semana pasada para habar sobre Irán y el secretario de Estado, Anthony Blinken, se reunirá este martes con Netanyahu en plena escalada de violencia con los palestinos.

Más ayuda para Ucrania

La colaboración entre las dos potencias se contrapone con la presión de Washington para que Israel tome una postura más clara en la guerra de Ucrania y ofrezca apoyo militar. El Gobierno no ha ayudado a Kiev, pero tampoco a Moscú, lo que algunos funcionarios rusos advirtieron que podría poner en peligro las relaciones. Rusia e Israel tienen un acuerdo para que este último pueda atacar objetivos iraníes en Siria, donde Moscú proporciona ayuda militar a Bashar al-Assad. El ataque al almacén de municiones de este fin de semana puede ser una estrategia en la que "Israel puede dañar a Irán, ayudar a Ucrania y no arriesgar sus intereses estratégicos en Siria ni correr el riesgo de que se desvíe su tecnología militar sensible hacia Rusia e Irán", dijo Mark Dubowitz, director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, a Wall Street Journal.

Por el momento, no hay indicios de que Netanyahu ofrezca apoyo a Ucrania ni de que vaya a involucrarse de una manera más activa en el conflicto, a pesar de la insistencia de Estados Unidos. La ofensiva con drones en Isfahan sería la confirmación de Israel de que antepone su propio frente abierto con Irán a la invasión y que continuaría realizando ataques encubiertos contra el programa nuclear de Irán. "Estos ataques tienen la intención de enviar un mensaje al régimen de Teherán de que tienen acceso a sus sitios sensibles y que sus defensas aéreas no son impenetrables", añadió Farzin Nadimi, miembro asociado del grupo de expertos Washington Institute.

Foto: Las defensas aéreas sirias interceptan varios misiles israelíes durante los bombardeos, el 21 de enero de 2019. (EFE)

Isfahan ha marcado el inicio del nuevo mandato de Netanyahu, en el que ha adoptado la estrategia que tomaron sus predecesores Naftali Bennett y Yair Lapid en lo que respecta a los ataques israelíes en Irán. En 2019, un dron israelí impactó en un vecindario de Beirut, en Líbano, y destruyó un centro que los funcionarios consideraron clave para la producción de misiles de precisión iraníes. Dos años después, otro ataque con drones tuvo como objetivo una de las instalaciones de enriquecimiento de uranio. Y en 2022, seis drones explotaron en Kermanshah, donde se encuentra la principal planta de fabricación y almacenamiento de drones militares de Irán. Todos estos ataques fueron perpetrados con drones, el arma que se ha convertido en una suerte de firma identificatoria para este tipo de operaciones, apuntaba The New York Times.

La instalación de Isfahan de este fin de semana sería el último movimiento de Israel para sacudir a las autoridades de Irán y el plan nuclear que será uno de los puntos clave en la reunión entre Netanyahu y Blinken. La primera visita que recibirá el renovado primer ministro tendrá lugar en un momento de máxima preocupación para Washington. Por un lado, la escalada de violencia entre Israel y Palestina este fin de semana por los dos atentados en Jerusalén. Por el otro, las medidas impuestas por el nuevo Ejecutivo, como la reforma judicial que otorga a Netanyahu más control sobre la designación de los jueces y pondría en peligro la independencia del poder judicial en Israel.

Foto: El designado Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu asiste a un acto de promoción de su nueva autobiografía "Bibi: La historia de mi vida". (EFE / Abir Sultan)

Este tipo de medidas políticas, así como la tendencia de extrema derecha del nuevo Gobierno, han aumentado la desconfianza de algunos funcionarios de Estados Unidos en Netanyahu, sobre el que ya pesan los cargos penales que enfrentaba. La estrecha colaboración del mandatario con Donald Trump cuando era presidente no fue un plato de buen gusto para muchos funcionarios, que han visto con recelo el regreso político de Bibi. "Este momento es probablemente el desafío político más importante para la relación entre Estados Unidos e Israel desde que Menachem Begin se convirtió en primer ministro en 1977", dijo Jeremy Ben-Ami, presidente del grupo de defensa de Israel J Street, a The New York Times.

El punto de unión de los países radica en la preocupación por Irán y el estancamiento del programa nuclear, que ha provocado que Irán vaya más allá del límite de enriquecimiento de uranio que existía bajo el acuerdo de 2015. Estados Unidos no ha dado signos de retomar las negociaciones por la tensa situación política del país, mientras que Israel no dejará de tener a Irán en el punto de mira. Días antes del ataque a Isfahan, el excomandante de la armada de Israel, Eliezer Marom, insinuó un aumento de las tensiones y afirmó que Irán está a punto de obtener armas nucleares y que es necesario atacar más pronto que tarde. "Conocemos partes de la inteligencia en Irán... han desconectado las cámaras y todavía están enriqueciendo uranio en un porcentaje muy alto (...) y creo que el momento de atacar. El tiempo corre y tendremos que hacerlo", alertó.

Poco antes de la medianoche del sábado, un ataque con drones provocó la explosión de un arsenal de munición en la ciudad iraní de Isfahan. Pocas horas después, todos los dedos apuntaban a Israel como responsable del ataque, que sería el primero en el extranjero desde que Benjamin Netanyahu llegó al poder gracias a una coalición de extrema derecha. El primer ministro ha guardado silencio, aunque altos funcionarios de inteligencia y fuentes militares apuntan a que los drones que impactaron en el edificio eran israelíes y que tenían como objetivo la fábrica de munición situada junto a unas instalaciones del Centro de Investigación Espacial de Irán, organismo sancionado por Estados Unidos por su trabajo con misiles balísticos.

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