La UE aprueba otros 500M para el envío de armas a Kiev en plena presión a Alemania

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea, reunidos este lunes en Bruselas, han aprobado un nuevo tramo de 500 millones del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz con el que la UE está financiando el envío de armamento a Ucrania para defenderse de Rusia. Fuentes diplomáticas mostraban su confianza en lograr este nuevo tramo hace días, pero seguía habiendo dudas respecto a si Hungría utilizaría su veto para frenarlo. Esto eleva a 3.600 millones el apoyo ofrecido por la Unión para la entrega de material militar a Kiev.

Los Veintisiete han aprobado además nuevas sanciones contra Irán por la represión contra las protestas, durante las que han muerto al menos 481 personas, y las vulneraciones de los derechos humanos. “La UE condena enérgicamente el uso brutal y desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades iraníes contra manifestantes pacíficos”, ha señalado la presidencia sueca en redes sociales. Algunos Estados miembros comienzan a señalar la necesidad de adoptar un décimo paquete de sanciones contra Rusia antes de que el próximo 24 de febrero se cumpla el primer aniversario de la invasión rusa.

“Ucrania debe ganar esta guerra”, ha señalado al terminar la reunión Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad. “No hemos visto ninguna voluntad real de Rusia por una paz duradera y sostenible”, ha explicado el español, que ha subrayado una vez más que la guerra es producto de Moscú.

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Tanques alemanes

Pero en la reunión siempre ha estado la presencia del gran asunto: los tanques alemanes. La presión es máxima hacia Alemania para que ceda y permita al Gobierno polaco el envío de los tanques Leopard 2 a Ucrania. Estos tanques son de fabricación alemana, y por eso Berlín debe dar el visto bueno a su entrega. El asunto ya estuvo en el centro de una reunión de 50 aliados de Ucrania que se celebró el pasado viernes en la base aérea de Ramstein (Alemania) a la que Estados Unidos llegó con la misión de presionar a la ministra alemana, Annalena Baerbock.

Baerbock, que es quien estaba presente este lunes en el encuentro, se ha mostrado abierta a la posibilidad de permitir el envío de estos tanques. Pero ella es una de las ministras de Los Verdes. Es el lado del SPD del Gobierno, y en concreto el canciller, Olaf Scholz, el que presenta resistencia a este envío. El Ejecutivo alemán ha señalado que todavía no ha recibido una petición oficial por parte de Polonia para el envío de estos tanques. Baerbock abrió la puerta este domingo durante una entrevista con una televisión francesa a que el Gobierno alemán permitirá ese envío de tanques: “Si se nos pide no nos opondremos”, señaló. Tampoco los otros socios del Ejecutivo, los liberales del FDP, se oponen al envío, así que Scholz está solo, cargando con toda la presión política. Mateusz Morawiecki, primer ministro polaco, ha anunciado este lunes que el país solicitará a Alemania permiso para enviar los tanques, aunque no ha señalado cuándo lo hará.

Por su parte José Manuel Albares, ministro español de Asuntos Exteriores, ha evitado contestar tras el encuentro si España se unirá a Polonia y otros países que enviarán tanques a Kiev, y ha subrayado que una discusión demasiado pública sobre cuántos tanques, de qué tipo y por dónde van a entrar puede ser malo para Ucrania. “Cuando hablamos de material militar tenemos que ser muy discretos al respecto”, ha explicado a un grupo de periodistas. "Airear supuestas divisiones cuando todos estamos unidos no facilita en nada la tarea de Ucrania", ha añadido.

Aquí vuelven a chocar los sectores que siempre se han enfrentado dentro de la Unión Europea en la cuestión del apoyo a Ucrania. Por un lado está el bloque del este y los Bálticos, liderados por Polonia, que creen que hay que ofrecer un apoyo total a Kiev, todo el necesario para que gane la guerra. Por otro lado están otros socios, entre ellos Alemania, que tienen posturas más moderadas y a los que los primeros acusan de estar haciendo cálculos, de no estar comprometidos con la victoria ucraniana, de estar evitando dar un apoyo total con la esperanza de que una paralización de la guerra, un equilibrio de fuerzas, lleve a unas negociaciones de paz.

Y eso es lo que se filtra en las palabras de Gabrielius Landsbergis, ministro de Exteriores de Lituania, que pone en duda el compromiso real de los Estados miembros que aseguran que apoyarán a Ucrania “tanto como sea necesario” pero que temen la derrota de Rusia. “Si no nos preparamos para que Rusia pierda la guerra, entonces no nos tomamos en serio ayudar a Ucrania a ganar”, ha explicado Landsbergis a su entrada en la reunión. “Lo más importante que tenemos que discutir es el miedo: tenemos que vencer el miedo a vencer a Rusia”, ha añadido.

La presión seguirá aumentando en los próximos días sobre Alemania. Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, viajará este martes a Berlín para reunirse con Scholz. Y Stoltenberg, aunque sea secretario general de la Alianza Atlántica, es también un transmisor de mensajes de la Casa Blanca, que está empezando a perder la paciencia con el canciller alemán. Albares ha insistido en evitar "temas divisivos" que puedan "romper la unidad" que hay en el apoyo a Ucrania.