Natalia Vovk, la supuesta espía ucraniana a la que Rusia señala como autora del atentado a Dugina
Medios afines al Kremlin muestras documentación que vincularían a Vovk con el batallón de Azov, así como varios vídeos que la situarían en el entorno cercano de Dugina. Sin embargo, no hay pruebas de su implicación real
Solo 48 horas después del atentando que acabó con la vida de la hija del 'filósofo del Kremlin' Alexander Dugin, Moscú ya tiene su cabeza de turco. Se trata de la ciudadana ucraniana Natalia Vovk Pavlova, que llegó a Rusia el pasado 23 de julio junto con su hija de 12 años, Sofia Shaban Mijailovna, y que ha sido incluida en la lista de personas buscadas con el objetivo de extraditar a Rusia, según recoge la agencia de noticias rusa TASS. La rapidez con la que Rusia se ha apresurado a culpar a Ucrania, sin que haya habido tiempo de realizar la más mínima investigación de calado, apunta a un intento de explotar políticamente el episodio.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia ha acusado a los servicios secretos de Ucrania de preparar y cometer el asesinato de Daria Dugina a través de esta joven ucraniana que tiene presuntamente lazos con el batallón Azov, según ha revelado en un comunicado recogido por la agencia rusa Interfax. Así, medios vinculados al Kremlin han publicado la imagen de un carnet con la fotografía de Vovk y el sello del polémico grupo paramilitar como 'prueba' de su culpabilidad.
Kremlin-linked media is posting what they say is Natalya Vovk’s ID card, which identifies her as a member of the nationalist Azov regiment.
— max seddon (@maxseddon) August 22, 2022
Not the most obvious thing to take with you when you plot a car bombing in Russia pic.twitter.com/RNlBlGxfv6
"Para organizar el asesinato de Dugina y obtener información sobre su estilo de vida, alquiló un apartamento en Moscú en el edificio donde vivía la fallecida", ha indicado mostrando un vídeo de la acusada entrando en el portal. Además, apunta a que para vigilar a Dugina sin levantar sospechas, Vovk utilizó un automóvil Mini Cooper con matrícula de Donetsk.
Según la inteligencia rusa, Vovk habría entrado en Rusia el pasado 23 de julio junto a su hija, de 12 años, sobre la que algunas informaciones en medios rusos señalan como posible partícipe en la colocación del artefacto explosivo en los bajos del vehículo. Una vez en el país, Vovk habría alquilado un apartamento en el mismo edificio donde vivía Dugina y después, entre las labores de seguimiento durante semanas, habría asistido a un festival cultural al que también acudió la hija del pensador.
The FSB is trying to make us believe that Dugina's killer was a woman with a 12-year-old daughter and a CAT, whom she took with her to Moscow. pic.twitter.com/KGDMHVznca
— Anton Shvets (@ShvetsAntonAnd) August 22, 2022
Tras el evento, la periodista abandonó el lugar en un Toyota Land Cruiser, propiedad de su padre. En un primer momento, se sospechaba que el objetivo del atentado era su padre, Alexander Dugin, uno de los ideólogos de cabecera del Kremlin, aunque ahora el FSB sostiene que el atentado fue ejecutado según lo previsto.
"Quienes tramaron el asesinato de Daria Dugina estudiaron su rutina diaria y sus hábitos. Cuando detonaron el artefacto explosivo, estaban seguros de que ella estaba sola", ha asegurado una fuente policial a la agencia rusa Tass.
Por otro lado, el jefe de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Denis Pushilin, reiteró este lunes sus acusaciones contra las autoridades ucranianas, asegurando que "han pasado al terror individual" en el marco del asesinato de la periodista y politóloga. "Según todos los indicios, podemos decir que Kiev ha pasado al terror individual. ¿Cuál es el sentido de pensar en algún tipo de accidente, en algún tipo de coincidencia? Por desgracia, no es necesario", ha explicado en la televisión pública, según ha recogido la agencia de noticias TASS.
Anteriormente, Pushilin escribió en su cuenta de Telegram, poco después de conocerse la muerte de Dugina, que "los terroristas del régimen ucraniano, en un intento de eliminar a Alexander Dugin, han detonado a su hija". Por contra, el exdiputado opositor ruso Ilya Ponomarev acusó anteriormente al Ejército ruso de perpetrar el asesinato de la hija de Dugin. "Como muchas otras acciones partidistas directas llevadas a cabo en el territorio de Rusia en los últimos meses, fue llevada a cabo por el Ejército", aseguró.
The FSB publishes what it says is video of Vovk driving her Mini Cooper into Russia, entering Dugina's apartment building, and leaving the country through Estonia.
— max seddon (@maxseddon) August 22, 2022
Notable by its absence: any footage connecting Vovk with the car bombing. pic.twitter.com/cJUKQVR5c7
En este cruce de reproches entre las partes, Rusia culpó en un primer momento a Ucrania del atentado, algo que el Gobierno de Kiev desmintió categóricamente antes de señalar como posibles responsables a "grupos políticos rusos que están intentando repartirse el espacio ideológico del país".
El Comité de Investigación de Rusia, que anunció la apertura de una investigación formal y da por seguro que se trata de una operación premeditada, ya tiene en su poder diferentes grabaciones de la explosión y envió "una orden a los servicios operativos para identificar a las personas que cometieron el crimen y otros testigos del hecho".
Dugina murió en torno a las 21.30 del sábado al estallar una bomba debajo del vehículo que conducía cuando circulaba por una autopista cerca del municipio de Bolshie Vyazyomy, a menos de 50 kilómetros del centro de la capital, Moscú.
Solo 48 horas después del atentando que acabó con la vida de la hija del 'filósofo del Kremlin' Alexander Dugin, Moscú ya tiene su cabeza de turco. Se trata de la ciudadana ucraniana Natalia Vovk Pavlova, que llegó a Rusia el pasado 23 de julio junto con su hija de 12 años, Sofia Shaban Mijailovna, y que ha sido incluida en la lista de personas buscadas con el objetivo de extraditar a Rusia, según recoge la agencia de noticias rusa TASS. La rapidez con la que Rusia se ha apresurado a culpar a Ucrania, sin que haya habido tiempo de realizar la más mínima investigación de calado, apunta a un intento de explotar políticamente el episodio.