La OTAN descarta la zona de exclusión aérea de Ucrania para evitar una "guerra total en Europa"
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza Atlántica se reúnen en Bruselas y descartan la petición ucraniana de una zona de exclusión aérea
No habrá zona de exclusión aérea sobre Ucrania como se pide desde Kiev. En la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas la posibilidad se ha despachado rápidamente. Para aplicarla, la OTAN se vería obligada a enviar aviones, lo que con toda seguridad derivaría en un choque frontal con Rusia. “Entendemos la desesperación [de los ucranianos], pero si hacemos eso acabaremos teniendo una guerra total en Europa, generando más sufrimiento”, ha señalado Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza.
“Hemos dejado claro que no vamos a entrar en Ucrania, con tropas ni tampoco con aviones en el espacio aéreo. La única forma de implementar una zona de exclusión es mandar aviones de la OTAN e imponerla derribando aviones rusos”, ha señalado en una rueda de prensa tras finalizar un encuentro de ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza. Esta misma tarde la mayoría de los presentes en la sede de la OTAN se vuelven a ver en la sede del Consejo de la UE para la celebración de un Consejo de Exteriores extraordinario en el que también estará Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, así como los ministros de Canadá y el Reino Unido.
El apoyo político a Ucrania es total, las sanciones económicas que se están aplicando contra Rusia no tienen precedentes y la OTAN intenta a apoyar a Kiev todo lo que es posible sin llegar a cruzar la línea roja que pueda provocar un conflicto entre Rusia y la Alianza Atlántica. Stoltenberg ha vuelto a condenar la invasión rusa y también “el uso de bombas de racimo” sobre el que, asegura, la OTAN está recopilando información.
Pero el secretario general ha dejado claro hasta dónde puede llegar la organización: “La OTAN es una alianza defensiva. Nuestra tarea central es mantener seguros a nuestros 30 Estados miembros. No somos parte de este conflicto y tenemos la responsabilidad de garantizar que no escale y se extienda más allá de Ucrania”. Ha sido el mismo mensaje que la Alianza lleva enviando desde el primer momento, evitando generar expectativas en Kiev de una posible intervención en la guerra, que ahora entra en una etapa todavía más sangrienta, según ha explicado el propio Stoltenberg: “Es probable que los días venideros sean peores, con más muertes, más sufrimiento y más destrucción”.
En el encuentro también ha participado por vía telemática Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, que ha asegurado que Moscú está utilizando técnicas similares a las utilizadas en Siria. “Pero no deberíamos permitirles que se cree una Siria en Europa”, ha señalado el jefe de la diplomacia desde Kiev. Kuleba ha agradecido el envío de armas por parte de muchos de los aliados, pero ha seguido presionando para que los aliados ayuden de una manera más directa a Ucrania: "Espero que no sea demasiado tarde". "Si no ayudáis en el aire, compartiréis la responsabilidad", ha asegurado sobre la zona de exclusión aérea rechazada.
"Tenemos la responsabilidad de garantizar que no escale y se extienda más allá de Ucrania"
El incidente de la pasada madrugada, cuando el ataque ruso provocó un incendio en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, ha sido otro de los asuntos que ha sobrevolado la reunión y que, según Stoltenberg, “simplemente demuestra la imprudencia de esta guerra y la importancia de ponerle fin”.
En el encuentro en la sede de la Alianza Atlántica también han estado presentes, como es habitual, Suecia y Finlandia, dos países que no forman parte de la OTAN pero en los que los últimos acontecimientos están alimentando un cambio de opinión entre la población. Este mismo viernes una encuesta en el periódico sueco Aftonbladet mostraba por primera vez una mayoría (51%) a favor de unirse a la Alianza Atlántica. Moscú ha amenazado a ambos países de que sufrirían represalias “político-militares” en caso de dar ese paso.
No habrá zona de exclusión aérea sobre Ucrania como se pide desde Kiev. En la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas la posibilidad se ha despachado rápidamente. Para aplicarla, la OTAN se vería obligada a enviar aviones, lo que con toda seguridad derivaría en un choque frontal con Rusia. “Entendemos la desesperación [de los ucranianos], pero si hacemos eso acabaremos teniendo una guerra total en Europa, generando más sufrimiento”, ha señalado Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza.