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"No es del todo un payaso": el día que Boris Johnson se puso a cantar 'sobreviviré'
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Cambio de cromos en el gabinete

"No es del todo un payaso": el día que Boris Johnson se puso a cantar 'sobreviviré'

Tras la precipitada salida de hasta cinco asesores por el escándalo del 'Partygate', el primer ministro británico está reformando su equipo con nombramientos muy polémicos

Foto: Boris Johnson canta el himno nacional durante un partido de la Eurocopa 2020. (Getty/John Sibley)
Boris Johnson canta el himno nacional durante un partido de la Eurocopa 2020. (Getty/John Sibley)

Les pongo en situación y les pido un favor: tengan ustedes en la cabeza la famosa canción de Gloria Gaynor mientras visualizan la escena. Es viernes por la tarde en la oficina de Boris Johnson. Tras la salida precipitada de hasta cinco asesores, el inquilino de Downing Street convoca a Guto Harri, que ya trabajó con él mientras era alcalde de Londres, para convertirle en su nuevo jefe comunicación.

Y él mismo relata ahora cada detalle. “Le pregunté: '¿Boris, vas a sobrevivir a esto?' Con su voz profunda, lenta y decidida empezó a cantar mientras terminaba la frase y respondió: 'Sí, sobreviviré…' Inevitablemente, eso me invitó a añadir: 'Tienes toda tu vida para vivir' … A lo que él respondió: 'Tengo todo mi amor para dar'… Hubo muchas risas y luego nos sentamos a tener una conversación seria sobre cómo volver a encarrilar al Gobierno. No es del todo un payaso, pero sí un personaje muy simpático. El 90% de nuestra discusión fue muy seria, pero se nota que es un personaje y que se divierte. No es un diablo como algunos lo tergiversan”.

Foto: Boris Johnson. (EFE/Neil Hall)

Estimados lectores, el desafío al liderazgo del primer ministro británico por el escándalo del 'partygate' podría ser inminente. Boris lucha desesperadamente por intentar convencer a los rebeldes de sus propias filas que va a cambiar. Pero este lunes, en medio de la reestructuración del nuevo equipo con el que intenta pasar página, al nuevo responsable de comunicación -al que se le presupone dominio de los medios- no se le ocurre otra cosa que revelar "el momento de explosión Gloria Gaynor” y asegurar que su jefe -un político que está contra las cuerdas- “no es del todo un payaso”.

La saga continúa

Quizá habría ya poco que añadir. Pero cuando uno pensaba que último capítulo era ya insuperable, la 'saga Boris' se reinventa. La incorporación de Harri al Número 10, desde luego, no ha pasado desapercibida. Ya el hecho de que el primer ministro, 'rockstar' de la causa euroescéptica, fiche a un reconocido eurófilo para potenciar la nueva Global Britain post Brexit es algo que chirría.

Pero es que además, el estratega galés ha sido sumamente crítico con el ahora responsable del Gobierno desde que dejara de trabajar para él en su época como alcalde de Londres. Hace tan solo dos semanas cuestionó su honestidad hablando sobre el informe de Sue Gray sobre el 'partygate'. Entre otros, se ha referido a su “incontinencia sexual”, ha recalcado que “nadie cree realmente que Boris fuera sincero respecto al Brexit”, ha dicho que las fiestas celebras durante el confinamiento son “imperdonables” y ha calificado la estrategia de comunicación del Gobierno durante la pandemia de “máster en incompetencia”. Cuando le recuerdan ahora todos los titulares, Harri matiza que es bueno para un líder rodearse de gente que puede mostrarse crítica.

Pero no es el único nombramiento que ha creado revuelo. Como nuevo jefe de personal, Boris ha fichado a Steve Barclay. Goza de buena popularidad entre las filas, para muchos es el ministro que 'salvó la Navidad' a fines del año pasado cuando solucionó en silencio la disputa sobre las cadenas logísticas que amenazaban el suministro de pavo. Sus credenciales de Brexit son incuestionables. Y su nombramiento viene a ser la 'línea directa' que Johnson promete ahora a sus parlamentarios para “participar en la toma de decisiones”.

El problema es que Barclay es ya diputado y ministro de Gabinete, por lo que darle ahora un tercer 'role' (que normalmente además es ocupado por un funcionario y no un político) genera bastantes dudas, incluso sobre si llega a estar dentro de las normas por la incompatibilidad de labores: ¿Responderá preguntas en el parlamento como el ministro más importante de la Oficina del Gabinete? ¿Irá a comités selectos? ¿Y responderá sobre el trabajo detallado del Número 10? ¿Los funcionarios pueden considerarle uno más? En su día, la mismísima Angela Merkel tuvo dos jefes de personal que, a su vez, tenían escaño en el Bundestag. Pero, con Boris, sus críticos ven ahora la decisión más como un “recurso provisional de pánico que hará más confusa si cabe una operación ya de por sí disfuncional”.

Foto: Boris Johnson en el Parlamento británico. (EFE/Jessica Taylor)

En definitiva, Johnson no levanta cabeza. El exgurú de Donald Trump, Steve Bannon, siempre dijo que “en política lo único peor que estar equivocado es ser aburrido”. El 'premier' no ha parado de cosechar éxitos siguiendo la regla a raja tabla. Pero la sensación que existe ahora es que el barco va a la deriva. El fin de semana, el líder conservador decidió irse de retiro a la casa de campo de Chequers con sus aliados más fieles para coordinar la 'Operación Salvar al Gran Perro'. Entre otros, ha estado hablando por teléfono con el australiano Lynton Crosby, el estratega detrás de las exitosas campañas del Partido Conservador conocido 'El Mago de Oz'. Boris le requiere fichar de nuevo a tiempo completo, pero no parece que éste último esté por la labor.

Las malas lenguas dicen además que el australiano no mantiene la relación más cordial con Carrie, la primera dama, que está también de plena actualidad. El 'Mail on Sunday' ha comenzado a publicar por entregas la biografía no autorizada que prepara Lord Ashcroft sobre la esposa del primer ministro. En principio, el libro iba a salir en diciembre. Pero el Lord (que es conservador, pero no muy amigo de Boris) no se ha visto en otra mejor para publicitarlo, ofreciendo un perfil al más estilo 'Lady Macbeth'.

El malestar de Carrie ha llegado a tal punto que los aliados de Johnson les animan a escapar de la atmósfera tóxica en Downing Street y mudarse a un hogar más apropiado y menos estresante para la familia. No sería algo nuevo. Mary Wilson ya se negó a mudarse al Número 10 cuando su esposo, Harold, se convirtió en primer ministro por segunda vez en 1974. Los rumores sobre la primera dama ofrecen versiones contradictorias. Unos dicen que no quiere apartarse del poder. Otros aseguran que ya no puede más y que vería con buenos ojos que su marido tirara la toalla.

Esperando las 54 cartas

De momento, Boris no se plantea dimitir. Pero otra cosa es que sus propias filas le echen. Los 'tories' necesitan mandar 54 cartas formales al llamado 'Comité 1922' (que reúne a los diputados sin cartera) para activar una moción de no confianza al liderazgo. El número de las ya remitidas se mantiene en secreto. En los corrillos de Westminster, sin embargo, se habla de que podrían superar ya incluso las 42. Pero vivimos en un momento al puro estilo 'Juego de Tronos' y todo ahora son estrategias. Los aliados de Boris podrían estar mandando cartas para engañar a los rebeldes haciéndoles pensar que están consiguiendo su 'momentum' solo para, en el último momento”, retirar la misiva.

Ya pasó en su día con Theresa May. Se puede jugar perfectamente con fuego sin necesidad de quemarse porque, cuando se alcanzan las 54 cartas, el presidente del Comité 1922 llama a los rebeldes y pregunta uno a uno: “¿Estás seguro de tu decisión?”. Y es entonces cuando los rebeldes falsos retiran el órdago, matando así la revuelta.

Foto: Dominic Cummings, el exasesor principal del primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson. (Reuters/Toby Melville)

El descontento entre las filas es patente. Pero, de momento, a los rebeldes les falta el último empujón. Claro que todo cambiaría si el 'Chancellor', Rishi Sunak, uno de los favoritos para suceder al primer ministro, se decidiera a dar el paso definitivo. Por lo pronto, este lunes, el esperado plan para hacer frente a las largas listas de espera en hospitales causados ​​por Covid se ha retrasado después de una intervención del Tesoro. Aunque fuentes cercanas a Sunak niegan que haya sido para dañar autoridad del `premier´.

¡Ay Boris, qué felices eran esos días en los que solo bastaba con no ser un político aburrido! Aunque siempre te quedará Gloria Gaynor. Al fin y al cabo, tampoco nadie se atreve a asegurar del todo que no acabes sobreviviendo a esto.

Les pongo en situación y les pido un favor: tengan ustedes en la cabeza la famosa canción de Gloria Gaynor mientras visualizan la escena. Es viernes por la tarde en la oficina de Boris Johnson. Tras la salida precipitada de hasta cinco asesores, el inquilino de Downing Street convoca a Guto Harri, que ya trabajó con él mientras era alcalde de Londres, para convertirle en su nuevo jefe comunicación.

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