EEUU y Rusia mantienen abierta la vía diplomática, pero no ceden en sus posiciones
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, se han vuelto a reunir en Ginebra
Estados Unidos y Rusia acordaron el viernes mantener abierta la vía del diálogo para tratar de rebajar las crecientes tensiones generadas por la acumulación de tropas rusas en la frontera ucraniana en los últimos meses. El encuentro en Ginebra entre el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, ha concluido con el propósito declarado de aplacar la crisis, pero, pese al gesto diplomático y la insistencia de Moscú de que no planea invadir Ucrania, ninguno cedió en sus posiciones de fondo.
Poco antes de la reunión entre ambos jefes diplomáticos, en un céntrico hotel de Ginebra y que duró 90 minutos, el Kremlin dijo que exigirá la retirada de las tropas de la OTAN de Bulgaria y Rumanía entre las "garantías de seguridad" que pide a Estados Unidos para retirar sus soldados. Al concluir, ofrecieron ruedas de prensa por separado para hacer una lectura propia del resultado obtenido y de los pasos que siguen.
Lavrov negó nuevamente que Rusia tenga planes de atacar Ucrania e indicó que Estados Unidos se había comprometido a emitir una respuesta escrita a las exigencias rusas la semana que viene, como Moscú había exigido. Adelantó que una vez se reciba esa misiva y el Kremlin la examine, se verá cuál es el camino indicado a seguir. Aunque en principio habrá nuevos contactos diplomáticos entre ambos países, no se puede adelantar a qué nivel.
"No he escuchado ningún argumento hoy que sostenga la postura estadounidense sobre lo que ocurre en la frontera ruso-ucraniana. Solo preocupación, preocupación y preocupación. Pero son nuestras preocupaciones las que responden a hechos reales que nadie oculta: el suministro de armamento a Ucrania, el envío de cientos de instructores militares occidentales", declaró Lavrov.
Por su parte, el secretario estadounidense defendió ante Rusia la libertad de los países de elegir si desean o no adherirse a la OTAN, lo que contradice directamente las exigencias del Gobierno de Vladimir Putin. El propio Ministerio de Exteriores ruso ha señalado a través de su web que "uno de los pilares" de estas propuestas es "la retirada de fuerzas extranjeras, equipamiento y armas y otros pasos para volver a la configuración de 1997 en los territorios de los países que no eran miembros de la OTAN en esa fecha". "Eso incluye Bulgaria y Rumanía", ha agregado. Ambos países entraron en la Alianza Atlántica por decisión propia y con un enorme respaldo parlamentario. En Bulgaria, el legislativo votó a favor de la ashesión con 226 votos a favor y solo 4 en contra. En el caso rumano, hubo unanimidad.
#Russia’s demands wld create 1st & 2nd class #NATO members, which we cannot accept. We reject any idea of spheres of influence in Europe. And we will not renounce our ability to protect & defend each other. My response to @mfa_russia claims re @NATO Allies #Bulgaria #Romania 🔽 pic.twitter.com/Ez3ye9CaS1
— Oana Lungescu (@NATOpress) January 21, 2022
La propia portavoz de la Alianza, Oana Lungescu, rechazó este viernes la salida de las tropas de Bulgaria, argumentando que "las demandas de Moscú crearían miembros de primera y de segunda clase. "Es algo que no podemos aceptar". En un mensaje en Twitter, Lungescu ha mostrado su negativa a las exigencias rusas: "La OTAN no renunciará a nuestra habilidad para proteger y defendernos los unos a los otros, incluida la presencia de tropas en la zona este de la Alianza".
El departamento que dirige Lavrov también criticado las declaraciones del secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, sobre la posibilidad de que Finlandia y Suecia se sumen al bloque y le ha acusado de "ejercer presiones" sobre las políticas de Helsinki y Estocolmo. "Estamos convencidos de que, en estos momentos turbulentos, un estatus ajeno al bloque es más efectivo para que los estados garanticen su seguridad", ha resaltado, antes de incidir en la necesidad de "un fin de la expansión de la OTAN y del despliegue de sistemas armamentísticos cerca de las fronteras con Rusia".
La Casa Blanca se ha mostrado abierta a una nueva reunión entre Biden y Putin si puede ayudar a rebajar la tensión entre Washington y Moscú. "No esperábamos grandes avances hoy. Pero estamos en un camino claro en términos de entender las preocupaciones de cada uno" ha declarado la portavoz presidencial, Jen Psaki. "Si ese [la posible reunión entre Biden y Putin] es un paso que es recomendado, y pensamos que puede ser efectivo en este momento de la discusión, desde luego, el presidente siempre está abierto a reuniones de líder a líder", ha añadido. No obstante, el Departamento de Defensa de EEUU está preparado para una posible invasión rusa de Ucrania. "Nuestro trabajo es preparar opciones", ha dicho este viernes el portavoz del Pentágono, John Kirby, en una rueda de prensa en la que señaló que EEUU tiene que estar preparado en caso de que sus aliados lo necesiten.
Estados Unidos y Rusia acordaron el viernes mantener abierta la vía del diálogo para tratar de rebajar las crecientes tensiones generadas por la acumulación de tropas rusas en la frontera ucraniana en los últimos meses. El encuentro en Ginebra entre el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, ha concluido con el propósito declarado de aplacar la crisis, pero, pese al gesto diplomático y la insistencia de Moscú de que no planea invadir Ucrania, ninguno cedió en sus posiciones de fondo.