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¿Quiénes son los 'bacha bazi'? La práctica sexual que Afganistán disfraza de tradición
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prohibido por ley en 2017

¿Quiénes son los 'bacha bazi'? La práctica sexual que Afganistán disfraza de tradición

Bailan para los adultos afganos y son forzados a practicar todo tipo de actos sexuales que ordenen sus 'compradores'. Así es la red de explotación sexual a niños que el sistema decide dejar impune

Foto: Los 'baza bachi', niños prostituidos y disfrazados de mujeres para el entretenimiento de los hombres afganos. Foto: CC
Los 'baza bachi', niños prostituidos y disfrazados de mujeres para el entretenimiento de los hombres afganos. Foto: CC

La invasión de los talibanes en Afganistán y los recuerdos de sus años de 'gobierno del terror' hace dos décadas han puesto el foco de atención en personas que parecían olvidadas, las mujeres y las niñas. Pese a la declaración de buenas intenciones de su portavoz, Zabihulla Mujahid, sobre sus deseos de mantener la cordialidad en los territorios conquistados y su promesa de mantener el bienestar de las mujeres afganas mientras cumplan con la ley islámica, el futuro de ellas sigue siendo incierto.

Aún es pronto para saber si los talibanes cumplirán con su palabra, pero los antecedentes de su último paso por el Gobierno, entre 1996-2001, no son nada buenos. Nada de trabajar, nada de salir de casa sin su 'mahram' o 'guardián', nada de estudiar o mostrar los tobillos, ni de reír a carcajadas; eso sí, el hiyab debe permanecer siempre puesto. Además, todas aquellas que tengan relaciones fuera del matrimonio serán lapidadas.

Foto: Una mujer frente a un mural en Herat, Afganistán. (EFE)

Pero las mujeres no son las únicas que se encuentran en riesgo. Los peligros del régimen talibán son muchos y adquieren formas muy diversas. Sin embargo, hay otros que ya existían incluso antes de su regreso a Afganistán y que pone en peligro la vida y la indemnidad sexual de los niños, especialmente de los que menos recursos poseen.

¿Quiénes son los 'bacha bazi'?

Los 'bacha bazi' —o 'boy play', como se denominan en inglés— son menores víctimas de abusos sexuales por parte de hombres adultos afganos o militares. Aunque afecta, concretamente, a los niños que proceden de familias con escasos o nulos recursos para vivir. Se trata de un sistema de prostitución de menores que no es para nada desconocido en el país. Tal y como explican desde la red de organizaciones no gubernamentales que velan por el cuidado de los niños en los conflictos armados, War Child International, los adultos adinerados o con poder se aprovechan de aquellos menores que, obligados por su familia o situación precaria, se ven forzados a salir a la calle en busca de comida o dinero.

"Este sistema inactivo deja a los perpetradores impunes y permite continuar los ciclos de abuso"

Así es como algunos se valen de su vulnerabilidad para ofrecerles dinero a cambio de que los chicos bailen para ellos. Esta proposición que, en cierto modo, podría parecer hasta inocente, esconde en realidad una práctica de esclavitud sexual y violaciones continuadas. Los 'boy play' que acceden a estos servicios suelen acudir a eventos sociales especiales como las bodas, donde bailan ante un círculo de hombres vestidos y maquillados como mujeres. Después de los bailes, muchos de menores son forzados a hacer algún tipo de práctica sexual a sus 'dueños'.

Muchos de estos menores prostituidos pasan el día y la noche junto a estos compradores, por lo que no pueden ni asistir a la escuela, tal y como denuncia el informe de Save The Childern, 'Afraid to go outside. The impact of conflict on childern in Afganistán'. Aunque el verdadero peligro de estas prácticas de sobra conocidas y legitimadas es que los captores de menores no son criminalizados, muchos casos ni siquiera llegan a ser denunciados o procesados por el temor de los pequeños y, por tanto, los responsables nadan en la más completa impunidad. "Sin el apoyo del sistema legal, los casos notificados de 'bacha bazi' no fueron tomados en serio o llevados a juicio; la práctica en sí no estaba tipificada como delito. Este sistema inactivo dejar ir a los perpetradores impunes y les permitió continuar ciclos de abuso", denuncia el informe publicado en 2019.

No fue prohibido hasta 2017

Los 'bacha bazi' no son un problema reconocido a ojos de trabajadores sociales, policías o de las instituciones, lo que lo convierte en un delito casi imposible de perseguir. Por ello, desde las asociaciones en defensa de la seguridad de los menores reivindican la "desesperada" necesidad de proteger los derechos de los niños afganos. Pero la ceguera del sistema es intencionada, ya que, según una investigación llevada a cabo por Afghanistan Independent Human Rights Commission (AIHRC) en 2014, los explotadores sobornaban a fiscales o jueces para silenciarlos.

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Es por ello que los 'bacha bazi' se han convertido en una práctica ligada a la cultura de Afganistán. No fue hasta el año 2017 cuando el nuevo Código Penal del país puso fin a la legitimización de estas prácticas, o casi. Concretamente, los artículos 579 a 586 del capítulo cinco de esta norma protegen a los niños del abuso sexual y penaliza muchas prácticas de violencia contra los niños, incluidos aquellos que son usados como mero entretenimiento de adultos y por las Fuerzas de Seguridad Nacional de Afganistán (ANSF).

El motivo por el que impusieron esta nueva ley lo explicó Meena Poudel, del proyecto de lucha contra la trata en la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a Europa Press: "Los jóvenes secuestrados por los milicianos solían sufrir abusos sexuales antes de que los emplearan como terroristas suicidas". Pese a las prohibiciones, tan solo un año más tarde de que se decretara esta norma se observó un aumento en el número de casos de explotaciones sexuales a menores, según informó Wali Mohammad Kandiwal, especializado en el impacto de la nueva ley cuyo estudio fue publicado por la Unidad de Investigación y Evaluación de Afganistán.

La invasión de los talibanes en Afganistán y los recuerdos de sus años de 'gobierno del terror' hace dos décadas han puesto el foco de atención en personas que parecían olvidadas, las mujeres y las niñas. Pese a la declaración de buenas intenciones de su portavoz, Zabihulla Mujahid, sobre sus deseos de mantener la cordialidad en los territorios conquistados y su promesa de mantener el bienestar de las mujeres afganas mientras cumplan con la ley islámica, el futuro de ellas sigue siendo incierto.

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