Trump se enreda para no dar la victoria electoral a Biden e insiste en el amaño

Durante algo más de una hora, parecía que el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, había reconocido por fin que su rival y presidente electo del país, Joe Biden, ganó los comicios del pasado 3 de noviembre, aunque matizase que solo lo había logrado gracias a un amaño. Para el que pensara que el mensaje suponía una admisión oficial de su derrota y un anuncio de una aceptación del traspaso pacífico del poder, fue un espejismo. Tras la reacción en cadena de los medios de comunicación informando de su primer reconocimiento a la victoria del demócrata, Trump volvió a tuitear asegurando que no concedía "nada" y que Biden sólo había ganado a ojos de los "medios falsos".

"Tenemos un largo camino para ir. ¡Esto fue una ELECCIÓN AMAÑADA!", ha completado en el mensaje aclarativo. Pocos minutos antes, había vuelto a tuitear en mayúsculas: "Elecciones amañadas. ¡Nosotros ganaremos!", insistiendo así en la denuncia que lleva manteniendo desde hace meses sobre irregularidades en la votación y que hasta el momento no ha demostrado.

"(Biden) Ganó porque las elecciones estaban amañadas. NO HABÍA SUPERVISORES NI OBSERVADORES", había escrito Trump admitiendo por primera vez -a su manera- la victoria de Biden, en un mensaje en el que ha acusado a la compañía Dominion, "propiedad de la izquierda radical", de suministrar "engañosos" equipos de recuento de votos con la complicidad de "los falsos y mudos medios de comunicación".

"Todos los 'errores' mecánicos ocurridos en la Noche Electoral eran, en realidad, demócratas a los que pillaron mientras intentaban robar votos. Pero aquellos a quienes no cogieron tuvieron mucho éxito. Las elecciones por correo son un chiste enfermo", añadió.

Hasta el momento ningún tribunal ni autoridad electoral, entre ellos propios republicanos responsables de la supervisión del recuento, ha validado estas acusaciones.

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Hasta ese mensaje, Trump no había reconocido de ninguna manera la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales desde la celebración de los comicios el 3 de noviembre. Cuando todavía no se habían proclamado resultados definitivos a favor del demócrata o el republicano, durante el lento conteo en los estados clave, el magnate se apresuró a proclamarse vencedor y solicitó que se parara el recuento en aquellos estados en los que contaba con ventajas momentáneas sin el total de votos escrutados.

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Finalmente, el demócrata Joe Biden acumuló 306 votos electorales mientras que Trump se quedó en 232 delegados del total de 538 que componen el Colegio Electoral, según las proyecciones de los medios de comunicación, y líderes internacionales de todas partes del globo felicitaron a Biden por su triunfo. El republicano ha conformado una intensa ofensiva legal contra los resultados y, de momento, se niega a aceptar como definitivos los resultados que este domingo ya parece haber reconocido, aunque no concedido.

Aunque varios pesos pesados de su partido se han desmarcado de los planteamiento de fraude, el presidente saliente no está solo en sus acusaciones: miles de sus seguidores se manifestaron en Washington D.C. este sábado defendiendo los planteamientos de fraude electoral del magnate de manera pacífica, una concentración en la que el vehículo presidencial apareció por sorpresa con un sonriente Trump en su interior saludando y animando a los manifestantes. Al atardecer, cuando el automóvil del mandatario ya se había dirigido a su campo de golf, empezaron a calentarse los ánimos y se registraron escaramuzas en los alrededores de la Casa Blanca. Se produjeron altercados entre seguidores y detractores del presidente saliente que, según medios locales, dejaron diez detenidos y un herido por apuñalamiento.