El puzzle de las elecciones de EEUU: así encaja para Trump, así cuadra para Biden

Doce horas después de que cerraran la mayoría de colegios electorales, Donald Trump y Joe Biden siguen luchando por la Casa Blanca en una de las carreras más igualadas en décadas. El conteo continúa debido a una gran cantidad de papeletas, muchas de ellas enviadas por correo, que aún se están procesando en Michigan, Wisconsin, Pensilvania, Nevada, Carolina del Norte y Georgia. Puede tardar horas o incluso días. Mientras tanto, poco a poco el país se desliza por la pendiente de la incertidumbre política, social y legal.

En una rueda de prensa de madrugada, el presidente Donald Trump acusó a los demócratas -sin pruebas- de estar tratando de "robar" las elecciones y aseguró, pese a que aún no se conocen los resultados oficiales, que él ya había ganado. Además, amenazó con llevar la batalla electoral a los tribunales y pidió que se detuviera el recuento del voto por correo, clave para decidir el próximo presidente del país.

De momento, sin embargo, las opciones siguen abiertas para ambos. Para alcanzar los 270 votos electorales necesarios para ganar, tanto Trump como Biden todavía tienen un par de caminos que les llevarían a la Casa Blanca. El republicano cuenta de momento asegurados 214 votos, por lo que lo tiene algo más difícil que su rival, que ya suma 238. Repasemos el abanico de opciones.

Ahora mismo, la campaña de Biden está centrada en ganar Michigan, Nevada y Wisconsin para conseguir la presidencia. Los demócratas empezaron la carrera electoral con infinidad de distintas vías para ganar pero, conforme fue avanzando la noche, estados competidos como Florida, Ohio y Texas se fueron tiñendo de rojo. Donald Trump estaba siguiendo una senda similar a la que recorrió en su inesperada victoria de 2016. Pero horas después, sobre todo tras conquistar Arizona, el equipo de Biden centró su atención en el norte. Concretamente en el Cinturón del Óxido (Rust Belt).

Biden mira al Rust Belt

Allí, el escenario es ligeramente optimista para Biden. Wisconsin, a falta de confirmación oficial, será con casi toda probabilidad para Biden. La historia con Michigan es parecida, ya que la diferencia a favor del demócrata es de 21.000 votos, con un 95% ya escrutado. Los expertos electorales apuntan a que el voto que queda por contar, mayoritariamente por correo, tiende a favorecer a los demócratas. Las papeletas de grandes ciudades como Milwaukee y Detroit están siendo claves en la remontada de Biden, ya que Donald Trump empezó la noche con una ventaja de más de diez puntos.

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En Nevada, la carrera todavía está más ajustada con el 86% de los votos escrutados. Biden le saca algo menos de 8.000 votos a Trump (588.252 vs. 580.252), pero el estado ya ha advertido que no se sabrán los resultados finales hasta este jueves. De momento, Nevada ya ha contado todos los votos adelantados en persona, los votos emitidos en el día de las elecciones y los votos por correo que llegaron antes del 2 de noviembre. Faltarían por contar las papeletas que se recibieron este mismo martes más los que lleguen en los próximos días pero que se enviaran antes del día electoral.

Si los demócratas vencen aquí y logran hacerse con al menos dos de los estados del Rust Belt, la Casa Blanca sería suya. Pero si no, las cosas se les complican.

Pensilvania y Georgia, ¿decisivos?

Si perdieran uno, mirarían nerviosos a Pensilvania y Georgia. En este último, Trump declaró en una rueda de prensa de madrugada su victoria prematura, al sacarle más de 100.000 votos a Biden con el 94% del voto escrutado. Pero Biden aún tienen posibilidades de hacerse con el estado porque queda mucho voto por correo de Atlanta, ciudad muy demócrata. En cuanto a Pensilvania, Trump vence por casi 600.000 votos de diferencia con un 76% escrutado.

Sin embargo, la gran mayoría de papeletas que quedan por contar son votos por correo que, como en las anteriores regiones, tienden a ser sobre todo demócratas. Hasta el momento, Biden ha ganado los votos anticipados por un margen de 78% a 21% según la Oficina del Secretario del Estado. Si esa diferencia se mantuviera en el resto de votos que quedan por sumar, el demócrata podría sumar votos suficientes por muy poco.

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El camino de Trump presenta más obstáculos. Primero, tendría que ganar en Carolina del Norte, estado que todavía está en juego. Después de sumar esos 15 votos electorales, debería hacerse (sí o sí) con Georgia y Pensilvania, aunque no le sería suficiente para lograr la victoria. Por último, tendría que remontar en Nevada, Wisconsin o Michigan para superar los 270 votos. También existen otras opciones más improbables, como que perdiera Georgia y venciera en todo el Rust Belt o no lograra Pensilvania y se hiciera con los dos estados fronterizos, pero de momento todas las miradas apuntan en la misma dirección.

En cualquier caso, pase lo que pase, la batalla electoral es solo la primera de lo que está por venir. El equipo de campaña de Trump ya ha mandado varios correos para poder movilizar a sus partidarios en caso de polémica y el propio presidente, con los resultados más preliminares, ya estaba llamando por tuit a sus seguidores para “no dejarse robar” la elección.