¿Por qué casi la mitad de los rascacielos de Nueva York están vacíos?

Nueva York puede presumir de ser una de las urbes más impresionantes del mundo. Cosmopolita, llena de vida las 24 horas y plagada de impresionantes edificios, la ciudad norteamericana no solo es uno de los destinos preferidos para los turistas, sino también para los propios estadounidenses. No en vano, su área metropolitana cuenta con más de 24 millones de personas pero, en los últimos años, se ha encontrado con un inesperado problema: la mitad de sus rascacielos están vacíos.

Las increíbles edificaciones de Nueva York son, sin lugar a dudas, una de los grandes señas de identidad de la ciudad. Monumentales edificios de más de cien plantas coronan el cielo neoyorkino, pero 'esconden' una trampa: casi la mitad de las nuevas construcciones están completamente vacías. Y es que, desde 2010, los constructores de la ciudad se lanzaron a levantar torres de apartamentos que, a día de hoy, han dejado de ser atractivos para los principales inversores.

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EFE

Según informa 'The Atlantic', el precio medio de un apartamento de nueva obra en un rascacielos ha pasado de los 1,04 millones de euros a 3,4 millones. Evidentemente, son pisos imposibles de adquirir para el norteamericano medio, estando claramente enfocados para las grandes fortunas. Pero en solo cinco años, los más poderosos han dejado de ver Nueva York como una opción rentable. La situación geopolítica y las últimas leyes han hecho que el millonario extranjero deje de mirar a Nueva York.

Históricamente, este tipo de edificios estaban pensados para las grandes fortunas, norteamericanas y especialmente extranjeras. Millonarios saudíes, rusos o chinos, entre muchos otros, eran los habituales compradores de este tipo de apartamentos ubicados en rascacielos. De hecho, la crisis de 2008 permitió que esta vía se explotase de manera exponencial, con las grandes fortunas encontrando un camino para comprar activos a bajo precio... algo que ha cambiado desde 2015.

Tal y como informa 'The New York Times', desde 2015 se han construido un total de 7.727 apartamentos nuevos, de los que 3.695 siguen sin venderse. "En 2015, la confluencia del viento en contra en la economía global y de los cambios a los impuestos a la propiedad y la compraventa, provocaron que se enfriara el interés de los compradores adinerados", explica el medio norteamericano. Los ricos ya no ven Nueva York como opción, mientras la ciudad cuenta con unos 80.000 sin techo.

La caída del crecimiento de China y de los precios del petróleo coincidieron en el tiempo con la nueva normativa norteamericana. Y es que, en el último lustro, el Departamento del Tesoro ha comenzado a mirar con lupa la propiedad inmobiliaria de lujo, considerada como una de las principales vías de lavado de dinero en su país. Eso ha generado que muchas fortunas decidan dejar de invertir, mientras las constructoras han decidido mantener los precios y esperar un cambio de tendencia.

Pero el problema no es solo que la mitad de los nuevos rascacielos estén deshabitados, sino que Nueva York está sufriendo un problema difícil de atajar: ofrece muchas posibilidades laborales, pero el precio de los pisos medios sigue en continuo ascenso -hasta un 54% en los últimos años-, lo que provoca que su área metropolitana pierda unos 300 residentes de media por día, según datos de 'The Atlantic' ante la imposibilidad de hacer frente a los excesivos costes de vivir allí.

Por tanto, buena parte de la población se muda cada vez más hacia el extrarradio, mientras que los edificios más lujosos tampoco están encontrando nuevos inquilinos. Los nuevos rascacielos de Nueva York no encuentran comprador, mientras las desigualdades sociales se hacen cada vez más patentes: en lugar de seguir creciendo a medida que se enriquece, se va despoblando y elitizando... aunque las grandes fortunas, de momento, tampoco lo ven como una gran inversión.