Los judíos británicos que temen el Brexit (y ponen sus esperanzas en Alemania)
Los incidentes antisemitas en el Reino Unido se han disparado desde la votación sobre la salida británica de la UE. Muchos judíos aspiran a recuperar la nacionalidad alemana de sus antepasados
En 2016, una porción significativa de los británicos que votaron a favor del Brexit lo hicieron motivados por el deseo de poner freno a la inmigración. En algunos casos, como ha quedado firmemente constatado, las razones de los partidarios de la salida del Reino Unido de la UE eran puramente racistas. Y en ocasiones, ese racismo ha venido acompañado de un antisemitismo más o menos explícito: los incidentes de este tipo -desde profanación de tumbas judías hasta abusos verbales, e incluso agresiones- se han venido triplicando desde 2008, pero desde la votación del Brexit su número se ha disparado. La ONG Community Security Trust (CST), dedicada a la protección de las comunidades judías británicas, registró 727 episodios antisemitas en la primera mitad de 2018, la segunda mayor cifra en más de dos décadas. Más de cien incidentes al mes.
Ese es uno de los motivos por los que cientos de judíos británicos -al igual que otros muchos ciudadanos del Reino Unido contrarios al Brexit- estudian ahora sus orígenes en busca de antepasados europeos, un linaje que les permita solicitar la nacionalidad de algún otro país de la UE. Y el que más garantías ofrece, hoy por hoy, es Alemania.
El artículo 116 de la Constitución alemana establece que aquellos antiguos alemanes cuya ciudadanía fue revocada “por razones políticas, racistas o religiosas” tienen derecho a que se les restrablezca, algo que se extiende a sus descendientes. Por ello, los hijos y nietos de refugiados alemanes que huyeron del nazismo -muchos de ellos judíos- pueden obtener con facilidad la nacionalidad alemana, y muchos lo están haciendo. Si en 2015 tan sólo 43 británicos se acogieron al artículo 116, en 2017 su número se disparó hasta los 1.667. En los primeros 9 meses de 2018 lo habían solicitado otras 1.229 personas adicionales.
"Quiero ser europea"
Algunos judíos británicos ven el pasaporte alemán como “una poliza de seguros”, como explica la diseñadora de interiores Gaby Franklin a la publicación Politico Europe. “No sabemos cómo serán los acuerdos de viaje”, indica. Además de las razones emocionales -sus parientes, judíos alemanes emigrados a Frankfurt desde Polonia y Rusia, y un marido con raíces húngaras- para mantener una conexión con Europa, la familia posee una propiedad en Francia, por lo que quiere que sus hijos tengan los mismos derechos de residencia y trabajo en la UE que ha tenido ella. “Quiero ser europea, no quiero estar separada de Europa”, afirma.
Para ella, la decisión de tratar de obtener la nacionalidad alemana tiene mucho sentido. “Es probablemente el país menos antisemita de Europa ahora mismo”, asegura. “Si la idea de que los británicos -mucho menos los descendientes de las víctimas del nazismo- haciendo cola para convertirse en ciudadanos alemanes habría sido impensable hace aproximadamente una década, su disposición a considerar un regreso a Alemania es prueba de cómo sienten cuánto han cambiado ambos países”, subraya el artículo de Politico.
Una encuesta de la Agencia de la Unión Europea para los Derechos Fundamentales publicado este diciembre ha descubierto que 3 de cada 4 judíos en el Reino Unido cree que el antisemitismo es un grave problema en el país, el peor resultado de toda la UE. Esto representa un salto cualitativo respecto a 2012, cuando menos de la mitad opinaban lo mismo. Casi un tercio de ellos están planteándose emigrar por miedo a su integridad física.
Pero la encuesta tampoco es demasiado positiva para aquellos que han puesto sus esperanzas en Alemania: allí, el 44% de los ciudadanos judíos ha considerado a su vez marcharse del país por no sentirse seguros. Aún así, las cifras están lejos de las de lugares como Polonia, donde 9 de cada 10 judíos afirma haber sido objeto de algún tipo de hostilidad.
En 2016, una porción significativa de los británicos que votaron a favor del Brexit lo hicieron motivados por el deseo de poner freno a la inmigración. En algunos casos, como ha quedado firmemente constatado, las razones de los partidarios de la salida del Reino Unido de la UE eran puramente racistas. Y en ocasiones, ese racismo ha venido acompañado de un antisemitismo más o menos explícito: los incidentes de este tipo -desde profanación de tumbas judías hasta abusos verbales, e incluso agresiones- se han venido triplicando desde 2008, pero desde la votación del Brexit su número se ha disparado. La ONG Community Security Trust (CST), dedicada a la protección de las comunidades judías británicas, registró 727 episodios antisemitas en la primera mitad de 2018, la segunda mayor cifra en más de dos décadas. Más de cien incidentes al mes.
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