La guerra de la vieira: pesqueros franceses y británicos se enfrentan en el Canal

Piedras, botes de humo, cadenas y bengalas. Estas han sido las 'armas' utilizadas por pescadores franceses contra cinco embarcaciones británicas durante un enfrentamiento cerca de la bahía del Sena, en el Canal de la Mancha. El detonante: las disputas sobre la recolección de vieiras, un asunto que desde años provoca unas tensiones que se han agravado con el Brexit.

Los pescadores británicos han pedido la protección de la Royal Navy después de que unos 40 barcos franceses rodeasen y atacasen este martes a sus colegas británicos, a quienes acusan de agotar las reservas de marisco en la zona y acabar con un “recurso fundamental”. Los pescadores del Reino Unido pueden faenar durante todo el año, pero los franceses tienen restringida la actividad entre el 15 de mayo y el 1 de octubre según las leyes de su país.

La tensión en la zona viene de lejos, pero nunca se había producido “algo tan serio como esto”, ha asegurado el propietario de dos pesqueros británicos que operan desde el puerto de Brixham, suroeste de Inglaterra. “Los franceses entraron en contacto con los británicos para impedir que siguieran trabajando y se produjeron enfrentamientos. Hubo lanzamientos de piedras, pero no heridos”, ha declarado el líder de las asociaciones de pescadores de Normandía, Dimitri Rogoff a la BBC.

“Para los británicos hay barra libre: pescan lo que quieren, cuando quieren y las cantidades que quieren”

Algunos barcos resultaron dañados en la refriega y tres de ellos acabaron con grietas en el casco, según imágenes difundidas por la cadena France 3. Los británicos se vieron sobrepasados -había al menos 35 pesqueros contra cinco- y finalmente fueron expulsados de la zona.

“Hemos planteado el asunto al Gobierno británico y hemos pedido protección para nuestras embarcaciones, que están pescando de manera legítima”, ha declarado a la BBC el director de la Federación británica de organizaciones de pescadores, Barrie Deas, quien insiste en que la disputa debe resolverse a través de negociaciones, no en alta mar, “donde alguien puede resultar herido”.

En el otro bando, Rogoff asegura que estas escenas de violencia "muestran la exasperación de los pescadores normandos en una situación que continúa y no cambia". Los problemas comenzaron hace 15 años, pero en el último lustro ha prevalecido un acuerdo, en virtud del cual los grandes barcos británicos no entran en la zona a cambio de más derechos de pesca. Ahora, los pescadores franceses rechazan la legislación que les obliga a cumplir ciertas vedas.

“Para los británicos hay barra libre… pescan lo que quieren, cuando quieren y las cantidades que quieren”, denuncia Rogoff. “No exigimos que dejen de faenar, pero al menos deberían esperar hasta el 1 de octubre. Las vieiras son un recurso fundamental para nosotros y una cuestión extremadamente delicada para Normandía”.