“España es El Dorado para la mafia italiana por las drogas y el sector turístico”

Tiene un hablar lento y educado que a ratos adorna con refranes de gente de campo y referencias a hechos históricos. El general Giuseppe Governale (Palermo, 1959), a cargo de las unidades de élite de la antimafia italiana -la llamada Dirección de Investigación Antimafia (DIA) de Italia-, parece un siciliano de manual, gentil y exquisito. Un policía inflexible y riguroso que conoció a la mafia aún siendo un crío, cuando en su Palermo natal asistía a las injusticias que ocurrían en un territorio que por aquel entonces incluso negaba la existencia misma de la Cosa Nostra, la mafia de Sicilia.

En un momento de esta entrevista los decibelios de la conversación suben por encima de lo esperado. Sentado en su despacho en los suburbios de Roma, el diálogo se desliza hacia España. Desde hace años, jueces y fiscales italianos -incluso el escritor Roberto Saviano- describen nuestro país como una especie de El Dorado para las mafias italianas. Un asunto delicado.

PREGUNTA. En los últimos años, ustedes han alertado repetidamente de una presencia estable de todas las mafias italianas en España.

REPUESTA. Hace 50 años, en Sicilia también se decía que la mafia no existía. Y en Alemania, hasta el 15 de agosto de 2007, cuando de repente el país despertó con siete cadáveres en un café [en el marco de la matanza de Duisburgo]. Entonces, la policía alemana nos dijo que habían vigilado ese café, en el que habían visto una estatuilla. ¿Sabe a quién representaba esa estatua? A San Miguel Árcangel, el patrono de la 'Ndrangheta. Pero las fuerzas de seguridad alemanas lo desconocían. No lo habían entendido.

La mafia tiene presencia [en varios estados europeos], aunque los estados tienden a no decirlo por muchas razones, también por conveniencia. Si uno quiere afirmar que la mafia no existe, pues está bien, no existe… Pero comprarán todo; ahora lo están haciendo, están comprando apartamentos, complejos turísticos…

P. ¿Lo que usted describe está ocurriendo en España?

R. ¡Así es! Cuando se compren algún barrio, todo el barrio, veremos si existe o no.

P. ¿Explique con tres adjetivos cómo es la presencia de las mafias italianas en España?

R. (Governale hace una pausa antes de responder) Relevante, insidiosa y silenciosa. Quiere que el pueblo español y sus autoridades digan que no existe.

P. Usted describe España como una especie de El Dorado para las mafias italianas...

R. Es así, también por lo que concierne al sector turístico. Basta con pasear por Palma de Mallorca y podrá comprobar qué dialectos [italianos] se escuchan.

P. ¿En qué zonas del país hay una mayor presencia?

R. Sobre todo en las áreas de la costa, de norte y sur, y en las islas del archipiélago balear. Hacen negocios. Para el tráfico de drogas, España es como un 'check-point', en la ruta de la cocaína desde América Latina a Italia, Alemania y Holanda.

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P. ¿Esa es todavía la principal ruta de entrada de la cocaína a Europa?

R. Sí, es la principal ruta, continúa así. El segundo negocio, en cambio, es el del turismo. Eso ocurre en el este del país y en las Islas Baleares.

P. Entonces, general, ¿la situación es más grave que hace diez años?

R. La situación está evolucionando. Pero sí, hemos registrado un aumento en la presencia (de estas mafias).

P. ¿Por qué no se ha frenado el fenómeno?

R. La policía española trabaja con el máximo empeño, pero eso no es suficiente. Se necesitan nuevas leyes y que se comprometa la sociedad civil. Si la sociedad civil se comporta como si las mafias no existieran en España, porque le conviene, porque eso supone que entre dinero, la situación no se resolverá.

Es la misma actitud que registramos en todos los países europeos. Se debe evidentemente a que no ha sucedido lo que pasó en Italia, que corrió el peligro de que el Estado fuera destruido. Por eso en España ignoran a las mafias. Quizá porque no conocen al enemigo.

P. Habla usted de la opinión pública, pero también en Italia la 'Antimafia civil' ha perdido fuelle.

R. Sí, y es muy grave puesto, porque es lo que la mafia quiere.

P. Otro aspecto que llama mucho la atención es la gran cantidad de periodistas, fiscales y jueces que tienen escolta en Italia, un país que pertenece a la Unión Europea y que forma parte del G7.

R. Sólo le recuerdo que en Italia hay un presidente de la República [Sergio Mattarella] cuyo hermano fue asesinado por la mafia.

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P. Pero, ¿por qué, después de tantos años de persecución no han logrado acabar con las mafias italianas?

R. Porque no son criminales comunes. Nacieron en la Italia meridional, nadie sabe con exactitud cuándo, probablemente allá por el siglo XIX, y desde entonces han vivido haciendo negocios con la política, con el mundo empresarial y con la sociedad. Todo ello cambiando de estrategia según las respuestas que iba dando el Estado.

P. ¿Cómo ha evolucionado en Italia la relación entre la clase política y la mafia?

R. Las mafias italianas tienen una extraordinaria capacidad de adaptación. Son como los camaleones, cambian rápidamente de aspecto. Así ha ocurrido en Italia. Hubo épocas en las que el Estado mostró voluntad de reprimir militarmente a las mafias. Pero, con el trabajo de la policía y de la magistratura se pueden obtener resultados, las organizaciones no son derrotadas. ¿Por qué? Porque el poder de las mafias se origina en su arraigo en los tejidos sociales. Si el tejido social está descompuesto, por cada cabeza que se corta aparece una nueva. El Fascismo sirve de ejemplo.

P. ¿Qué quiere decir?

R. Hubo una época en la década de 1930, durante el Fascismo, en la que el dictador [Benito Mussolini] pensó que este fenómeno debía desaparecer y recurrió a las medidas contundentes. Como resultado, la mafia se replegó sobre sí misma, hubo menos homicidios y llegó a parecer que todo se había acallado. Sin embargo, luego reaparecieron con la llegada de los aliados [durante la Segunda Guerra Mundial], sabe... a EEUU habían emigrado muchísimos mafiosos.

P. ¿Tienen capacidad hoy las mafias de influir en Italia en los procesos electorales?

R. Es un fenómeno que no se debe banalizar ni enfatizar. Pero desde siempre, las mafias han sabido mantener sus relaciones con la política. También hoy ocurre. ¿Cómo vemos eso? En los últimos 18 meses, hubo 37 ayuntamientos italianos cuyas administraciones fueron disueltas por infiltración mafiosa. Un elemento nuevo es que, de estos 37 ayuntamientos, muchos no están en el sur del país, donde estas mafias nacieron, sino en el centro y norte de Italia, donde, en particular la 'Ndrangheta, se ha extendido en silencio como un cáncer. En Liguria [una región costera del noroeste de Italia] por ejemplo, hay cuatro ‘locali' [célula, en lenguaje mafioso ndranghetista] de la 'Ndrangheta.

P. Las mafias italianas no pelean entre sí, como ocurre por ejemplo con los cárteles de narcotraficantes en México. ¿Hay un pacto entre ellos?

R. Sí, existe un pacto no escrito. Rige la regla de que es mejor perder un negocio que alterar los equilibrios. Después de 1992 [cuando el Estado italiano respondió a los asesinatos de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino desplegando un gran operativo en la isla de Sicilia] entendieron que lo mejor era llevar adelante sus actividades de manera silenciosa, para no atraer la atención de la policía y de los jueces.

“La mafia en España es relevante y silenciosa. Quiere que las autoridades digan que no existe”

Hoy se dedican a llevar adelante el tráfico de droga en la isla e incluso se apoyan en la 'Ndrangheta para obtener los estupefacientes que venden. Con ello, la Cosa Nostra siciliana ha reconocido 'de facto' el liderazgo de la 'Ndrangheta. Un liderazgo que la 'Ndrangheta conquistó sin guerras. Mientras, la Cosa Nostra en la actualidad ni siquiera tiene un jefe común.

P. ¿Matteo Messina Denaro no es el jefe máximo de Cosa Nostra?

R. Según nosotros, no. En 1992, Matteo Mesina Denaro era el representante de la comisión provincial [órgano de la mafia siciliana] de la ciudad de Trapani. Con la captura de Totó Riina, en enero de 1993, las riendas pasaron en manos de Bernardo Provenzano. Desde entonces la Comisión Regional de Sicilia no se ha reunido, ni se ha reunido la Comisión provincial de Palermo. Con ello, Messina Denaro es hoy un fugitivo, que sigue siendo el representante de la comisión provincial de Trapani, pero su capacidad operativa es muy limitada. No logra ejercitar su liderazgo. Eso sí, desde el fallecimiento de Riina el pasado 17 de noviembre, los clanes sicilianos están pensando qué hacer. Dicho esto, dudo que el próximo líder sea alguien de fuera de Palermo.

P. Hablando de ‘Ndrangheta, entiendo que una de las dificultades de los investigadores es que este grupo tiene pocos ‘pentiti’, colaboradores de la justicia.

R. Así es, es un número enormemente inferior comparado con las otras organizaciones criminales. La razón es sencilla: se trata de una organización basada en lazos de sangre. Los ndranghetistas son identificados por sus apellidos, los Molé, los De Stefano, Tigano... Mientras, en la Cosa Nostra se los identifica por el territorio en el que tienen presidencia, se habla de los clanes de Porta Nuova, de Palermo Centro, de Branciaccio, de San Lorenzo Colli, de Pagliarelli. ¿Ve posible que uno se arrepienta traicionando a su padre, a su hermano, a su hijo?

P. Entonces, ¿cuántos son los ‘pentiti’ de la 'Ndrangheta? ¿Unos cien?

R. No, mucho menos. Pero no crea que nuestras investigaciones no continúan sin la ayuda de los 'pentiti'. Como le he dicho, en Italia hemos avanzado mucho en el frente policial.