Y la Virgen de Lourdes obra su 70º milagro: curar a una monja inválida

La Iglesia francesa ha anunciado este fin de semana que la Virgen de Lourdes ha obrado su milagro número 70. La afortunada es una religiosa que en 2008 peregrinó durante varios días al santuario de Lourdes a pesar de padecer una ciática que había degenerado en un déficit neurológico que la dejó casi inválida en 1987.

Los hechos no son recientes. Ocurrió en julio de 2008, cuando la hermana Bernadette Moriau hizo una peregrinación al santuario de Lourdes coincidiendo con el 150º aniversario de las supuestas apariciones allí de la Virgen. Durante años se sometió a varias operaciones, utilizó todo tipo de aparatos ortopédicos y necesitó de silla de ruedas para su día a día. En cuanto llegó a Lourdes, rezó y pidió su curación. Una vez regresó del santuario y rezó en la capilla de su convento, comenzó a sentir un cambio. Una vez en su habitación escuchó una voz que le decía "quítate los aparatos", y eso hizo. A partir de ahí, comenzó a caminar sin ayuda y de manera autónoma. Solo unos días después, ya pudo hacer su primera caminata sin muletas o silla de ruedas. Anduvo nada menos que cinco kilómetros.

El obispo de Beauvais, Jacques Benoit-Gonnin, ha calificado una década después lo ocurrido de "prodigioso milagroso", ya que, ha señalado, no existe una explicación médica y algo así solo puede suceder por "la intercesión de la bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora de Lourdes".

Los otros 69 milagros

Fue en 1858 cuando a una campesina de 14 años llamada Bernadette Soubirous se le apareció la Virgen de Lourdes en una especie de gruta rocosa. Desde entonces, esta zona se convirtió en santuario y lugar de peregrinación de millones de personas cada año. Se cree, además, que el agua del manantial de la zona tiene poderes curativos.

De los más de 7.000 casos de curaciones que se han registrado en la oficina médica de Lourdes, 70 han sido reconocidos por la Iglesia como intervenciones milagrosas de Dios. Recopilamos tres de los últimos milagros:

- La italiana Anna Santaniello sufría desde pequeña una malformación cardiaca, declarada incurable por los médicos. Su estado de salud empeoró al cumplir 40 años. Apenas podía caminar, hablar y respirar, lo que le produjo cianosis en la cara y edemas en las extremidades. Ante esta situación, comunicó a su familia que su último deseo era ir a Lourdes. Fue trasladada en camilla y una vez allí fue introducida en la piscina del santuario. "Inmediatamente sentí que algo me hervía en el pecho. A los pocos segundos, comencé a caminar", explicó al diario italiano 'La Città'. De regreso a Italia, los médicos le dijeron que "estaba sanísima". El milagro fue reconocido en 2005,

- En julio de 1965, la religiosa Luigina Traverso peregrinó a Lourdes para buscar remedio a una ciática que le impedía andar. Una vez sumergida en la piscina, sintió un cambio repentino en su cuerpo. No fue hasta 2012 cuando lo ocurrido fue calificado de milagro por la Iglesia.

- Un año después, en 2013, se reconoció como milagro un hecho ocurrido en 1989. A una mujer llamada Danila Castelli se le diagnosticó un cáncer incurable que inundó de tumores todo su cuerpo. Sin embargo, fue rezar al santuario de Lourdes y de repente dijo sentirse aliviada. Su enfermedad desapareció.

A estos tres hay que sumar otros 67 milagros, entre ellos la curación de una mujer con ceguera total en 1904, un hombre que padecía meningitis o una joven a la que le fue diagnosticado un cáncer de garganta en 1945.