Un festival solo para mujeres: la radical respuesta de Suecia a las agresiones sexuales

Los festivales de música son una industria en pleno esplendor. Para todos los asistentes significan intensos días de fiesta, locura y emoción. Pero muchas mujeres también acuden a ellos con cierto miedo a sufrir abusos o, en el peor de los casos, una violación. No separarse nunca del grupo de amigos ni quedarse a solas en lugares oscuros son normas obligadas si se quieren evitar disgustos. A pesar de ello, cada año decenas de chicas son agredidas en este tipo de eventos. Para acabar con esta lacra, ha surgido Statement, el controvertido festival sin hombres que se celebrará el próximo verano en Suecia y cuyas entradas salen a la venta este viernes, 1 de diciembre.

"No todos los hombres son violadores, pero sí casi todas las violaciones son perpetradas por hombres. Queremos crear un espacio libre, un festival cool en el que las mujeres puedan divertirse sin sentirse preocupadas", explicaba hace unos días a la prensa sueca la cómica y principal organizadora del evento Emma Knyckare. En su opinión "visto que parece que esté bien que se discrimine a las mujeres todo el rato, quizá también está bien excluir a los hombres por unos días".

Opinión

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La idea le vino a la cabeza este verano, después de que el Bravalla, el festival de música más grande del país, se cerrara con cinco violaciones y 23 agresiones sexuales. Tras lo ocurrido, el grupo británico Mumford and Sons anunció que no volvería a participar en este festival hasta que no se tomaran medidas para combatir estos "horribles" hechos. Indignados y compungidos a la vez por su parte de responsabilidad, los organizadores del Bravalla decidieron cancelar la edición prevista para el próximo verano, el de 2018, indicando que "ciertos hombres... parece que no se saben comportar. Es una vergüenza". El propio primer ministro, el socialdemócrata Stefan Löfven, se dijo "asqueado" con estos comportamientos y prometió medidas para aumentar la vigilancia en grandes acontecimientos como éstos.

Lo cierto es que los de este verano no son hechos aislados. Este tipo de episodios se repiten cada año no sólo en los festivales de música de Suecia, sino en los de todo el mundo. Altas dosis de alcohol e increíbles aglomeraciones de jóvenes, que se agolpan los unos sobre los otros, propician una cultura demasiado tolerante hacia conductas indeseadas. Es un problema conocido desde hace tiempo. Igual que el de los abusos en el mundo del cine o el espectáculo. Sin embargo, parece que, finalmente, el tabú se está rompiendo y la indignación está dando frutos.

El movimiento #MeToo está dando la vuelta al mundo y abarca cada vez más ámbitos. Tan solo en Suecia, considerado uno de los países con un mayor grado de igualdad entre el hombre y la mujer, han emergido miles de denuncias entre mujeres destacadas del mundo de la música, el cine, los deportes, el teatro o los medios de comunicación.

Pero sin duda, la idea de organizar un festival excluido a los hombres es una de las iniciativas más radicales. Concebida en un primer momento como una provocación, más propia del terreno de la comedia o la sátira, Knyckare se dio cuenta de que su iniciativa era más realista de lo que parecía. Tras colgarla en las redes y constatar el éxito que despertaba decidió ponerle patas. Se rodeó de una veintena de colaboradoras, entre líderes de proyectos, artistas y expertas en organización de eventos y, en sólo unos meses, ya ha recaudado más de 533.000 coronas (unos 53.822 euros) a través de la plataforma Kickstarter.

Transexuales e intergénero, bienvenidos

Según dieron a conocer hace unos días, el evento se celebrará el viernes 31 de agosto y el sábado 1 de septiembre en el espacio Bananpiren de Gotemburgo, la segunda ciudad de Suecia, en la costa oeste del país. En cuanto al nombre, Statement, se inspira en la idea de que "juntas estamos haciendo una declaración contra las agresiones sexuales", según afirman en su página web.

Pero la iniciativa también ha despertado críticas. Por de pronto, las de los transexuales, puesto que, en un primer momento no estaba claro si iban a poder acceder o no a los conciertos. Tras discutirlo internamente, las organizadoras decidieron finalmente incluir a este colectivo, al considerar que ellos "con frecuencia también sufren acoso, violencia, odio y amenazas por parte de las personas que también tratan a las mujeres de la misma manera". "Como grupo, los hombres trans se ven expuestos y son vulnerables" a este tipo de comportamientos.

Es por esto que, a la hora de definirse, el festival dice excluir sólo a los "hombres cisgénero", en alusión al término que el activismo de género utiliza para referirse a los hombres que nacieron con órganos sexuales viriles y se identifican como hombres. Por lo demás, serán bienvenidas tanto las mujeres como los transexuales y las personas no binarias o intergénero, es decir, que no se sienten ni hombre ni mujer.

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Sea como sea, la idea de que un colectivo quede excluido por razón de su sexo no es bien vista por todos. En la prensa, tanto sueca como internacional, han aparecido comentarios acusando al festival de discriminación directa, además de criminalizar a casi la mitad de la población por los actos que realizan unos pocos. En este sentido, separar a los hombres de las mujeres no es la solución y, para afrontar el problema de verdad, hay que hacerlo a través de la educación.

Lo cierto es que la propia Knyckare está de acuerdo. Su festival es más "una reacción y no una solución". "Nuestro objetivo a largo plazo es cerrarlo. Nuestro deseo es que un festival como Statement, como una zona libre de agresiones, no sea necesario". Pero "tristemente, la sociedad sigue demostrando que sí lo es", lamenta, señalando que su intención es seguir organizándolo "hasta que todos los hombres aprendan a comportarse".