El truco de los británicos para seguir en Europa: conseguir el pasaporte irlandés

Los resultados del referéndum han hablado: Reino Unido saldrá de la Unión Europea tras haber vencido –por un 52%– la opción que pedía abandonar la UE. El resto de votantes –el 48% restante– se ha sentido decepcionado por el desenlace de la consulta y, lejos de cruzarse de brazos, han decidido ponerse en marcha para poder seguir perteneciendo al mercado común. Al menos, así parecen demostrarlo los datos de Google Trends, que muestran un aumento muy destacado en las búsquedas de Google con las palabras 'irish passport' (pasaporte irlandés).

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Según esta tendencia, los británicos podrían haberse puesto en marcha para cambiar su pasaporte por el de Irlanda, el país vecino que sigue perteneciendo a la Unión Europea y que incluso dispone de la moneda común conocida como 'euro'. Las leyes irlandesas permiten que cualquier persona nacida en Irlanda del Norte antes de 2005 pueda solicitar la nacionalidad irlandesa. Esta norma también se aplica a quienes, aunque hayan nacido después de esta fecha límite, tengan uno de sus padres o abuelos con pasaporte irlandés.

Si se analiza el gráfico mostrado por Google Trends donde pone de relieve las búsquedas de 'irish passport' en los últimos siete días, se aprecia sin ninguna dificultad el aumento de búsquedas relativas a ese concepto.

Sin embargo, si se amplía el estudio al último mes, el interés a lo largo del tiempo refleja comportamientos desiguales con un importante pico el pasado 13 de junio.

Los datos vuelven a apuntar al aumento de búsquedas tras la aprobación del Brexit si se filtra la búsqueda para que solo coja datos de los últimos doce meses.

Según el ministerio de Asuntos Exteriores de Irlanda, el número de ciudadanos británicos que han solicitado el pasaporte irlandés argumentando su genealogía ha crecido respecto a 2015. Entre 2014 y el año pasado, el porcentaje de nacidos en Gales, Escocia o Inglaterra que pidió el pasaporte aferrándose a la nacionalidad de sus abuelos aumentó más de un 33% –de 379 solicitudes a 507–; los que aportaron la nacionalidad de sus padres se incrementaron un 11% –de 3.376 a 3.736–.