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Sin billetes en Venezuela
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LA INFLACIÓN provoca una escasez de EFECTIVO

Sin billetes en Venezuela

"Es el sexto cajero por el que paso. Los otros no tenían plata", cuenta Graciela. El país sufre un problema con el efectivo causado por la inflación colosal. El contrabando de billetes se extiende

Foto: Imagen de una exhibición de los nuevos billetes emitidos en la sede del Banco Central, en Caracas, el 24 de octubre de 2007 (Reuters).
Imagen de una exhibición de los nuevos billetes emitidos en la sede del Banco Central, en Caracas, el 24 de octubre de 2007 (Reuters).

Imagine que tiene en su poder un billete de 500 euros. Haga un rápido inventario mental de lo que podría comprar con él. ¿Ya? Ahora le llevaremos de viaje a Venezuela y le daremos el billete de más alta denominación, el de 100 bolívares. Con él podrá comprar, como mucho, una empanada y un zumo para el desayuno. Y eso dependerá de que encuentre un lugar barato. Si lo prefiere, puede adquirir un par de plátanos o unas galletas tipo María. Pero nada más. Ahora, imagine la cantidad de efectivo que deberá llevar encima cada venezolano en su día a día. Sumemos a la ecuación la extracción de billetes en la frontera y empezará a comprender: en el país hay un problema con el efectivo.

En Caracas, un lunes a primera hora de la mañana y cada vez con más frecuencia, es común que al tratar de sacar dinero en el cajero aparezca un mensaje luminiscente, amarillo sobre fondo azul: “En este momento no disponemos de efectivo”. Después de todo un fin de semana sin que las furgonetas de seguridad pasen por las sucursales, no hay billetes. Aunque seguramente, buscando otra oficina cercana del mismo o de otro banco, se consiga. Pero eso es en Caracas. A medida que se avanza hacia el interior del país y hacia la frontera, es más complicado.

Un alto directivo de un banco explica a 'El Confidencial' que evitan mandar billetes de alta denominación a los estados fronterizos con Colombia

En Maracaibo, la capital del estado fronterizo del Zulia, Graciela, una mujer que pasa los 40, hace cola en un cajero. Es la novena de una fila de 15. “Es el sexto (cajero) por el que paso. Los otros, o estaban estropeados o no tenían plata”, dice. Cuando le toca el turno, aprovecha y saca dinero con todas las tarjetas que tiene, de distintas entidades. Para paliar la falta de billetes, los bancos tienen diversos límites de retirada de efectivo si se es o no cliente, no solo por día, sino por vez. Así que Graciela, para poder sacar dinero con algunas de sus tarjetas tendrá que hacer varias operaciones. Al terminar, tiene en sus manos un fajo de billetes, ninguno de ellos de más de 50 bolívares, que a duras penas cabe en la cartera y seguramente no le alcanzará para más allá de una semana.

Para el economista Luis Oliveros la escasez de billetes se debe a la inflación. “Hace seis meses se necesitaba una cantidad de billetes que hoy se multiplica por dos y por tres para comprar la misma cosa”. No hay cifras oficiales de inflación en Venezuela. Lo más cercano son las previsiones del Bank of America, que estima que al cierre de 2015 pasará el 170%. Cuenta que los billetes de baja denominación, de dos, cinco, 10 y 20 bolívares, “hacen mucho volumen a la hora de salir a comprar, así que la demanda de billete alto es mucha”. De hecho, con solo presentar uno cualquiera de esos billetes, apenas se puede adquirir nada, si acaso, un chicle, una botella de agua o un billete de autobús interurbano.

Pero a este fenómeno se suma el contrabando de billetes en la frontera. Un alto directivo de un banco que prefiere mantener el anonimato explica a El Confidencial que tratan de no enviar billetes de alta denominación (50 y 100 bolívares) a los estados fronterizos con Colombia. “Allí se pierden, son muy buscados. Los revenden”, cuenta. En San Antonio del Táchira, pueblo del primer estado en que el presidente Nicolás Maduro anunció el cierre de la frontera, hay muchos negocios que no tienen punto de venta, solo aceptan efectivo. William (nombre ficticio) es un comerciante de la zona y está acostumbrado a estas transacciones. “Usted le lleva la 'paca' de billetes, por ejemplo, 100.000 bolos, y ellos le ingresan en su cuenta 140.000”, dice.

Según declaraciones del teniente coronel Humberto Villamizar Sepúlveda a medios locales, esta venta ilegal de billetes “es una modalidad de delito que suele utilizarse para alimentar las arcas de las redes de contrabando, las mafias y el narcotráfico”.

El economista Oliveros puntualiza que el contrabando de billetes de 100 no solo ocurre en la frontera y no solo se realiza con fines netamente delictivos. “También es un fenómeno en cualquier mercado de la capital. Pagan de un 20 a un 25% por encima de su valor. Los necesitan para facilitar las transacciones”. El directivo del banco citado anteriormente aclara que en Caracas intentan dispensar los billetes de 100 desde las taquillas, pero no desde los cajeros. “No tenemos suficientes, el Banco Central de Venezuela lo sabe, pero no cubre la demanda semanal que tenemos. Y hablo solo de nuestro banco. El resto imagino que está igual”.

El de 500, con Chávez

Esta escasez de billetes de alta denominación ha obligado al Banco Central a abrir una licitación para poder obtener papel de impresión. Convocó un concurso internacional para que una empresa externa, con papel, imprima billetes de 50 y de 100. Pero no basta. “Ya es necesario que haya más billetes, de 500, de 1.000, de 2.000 bolívares”, dice Oliveros.

Desde que murió el presidente Hugo Chávez -fecha que además marca el inicio de un incremento en el proceso inflacionario-, corre por las redes sociales el rumor de que el Banco Central de Venezuela emitirá un nuevo billete de 500 bolívares con la cara del líder bolivariano. Lejos de esto, después de dos años no ha habido cambios en la filatelia nacional. “No creo que venga un billete con la cara de Chávez. Por un lado, sería un autogol, porque es poner la cara del Comandante Eterno a un fracaso. Por otro, no me sorprendería, porque para ellos (Gobierno) ya es como un fetiche”, explica Oliveros.

Aun sin la cara del líder bolivariano, el economista sí cree que hay un proyecto para sacar el nuevo billete, “pero todavía no lo hacen porque eso sería asumir que estamos en una inflación desbocada, muy fuerte. Y no asumen esa responsabilidad”.

Imagine que tiene en su poder un billete de 500 euros. Haga un rápido inventario mental de lo que podría comprar con él. ¿Ya? Ahora le llevaremos de viaje a Venezuela y le daremos el billete de más alta denominación, el de 100 bolívares. Con él podrá comprar, como mucho, una empanada y un zumo para el desayuno. Y eso dependerá de que encuentre un lugar barato. Si lo prefiere, puede adquirir un par de plátanos o unas galletas tipo María. Pero nada más. Ahora, imagine la cantidad de efectivo que deberá llevar encima cada venezolano en su día a día. Sumemos a la ecuación la extracción de billetes en la frontera y empezará a comprender: en el país hay un problema con el efectivo.

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