Cherif Kouachi, un joven que entregaba pizzas para pagar sus drogas
El que fuera el abogado de Chérif en el momento de su detención, Vicent Ollivier, ha definido al joven como un aprendiz, un chico de los recados que fumaba hachís
El que fuera el abogado de Chérif en el momento de su detención, Vicent Ollivier, ha definido al joven como "un aprendiz, un chico de los recados que fumaba hachís y entregaba pizzas para comprar sus drogas". "Un niño despistado que no sabía qué hacer con su vida y, durante la noche, se encontró con personas que le dieron la impresión de que eran importantes", ha explicado.
Fue entonces cuando conoció, como otros miembros de 'Buttes-Chaumont', al autoproclamado imán Farid Benyettou, ligado al Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), una organización terrorista argelina fundada en 1998 y precursora de Al Qaeda en el Magreb Islámico.
Según explica Le Figaro, Benyettou era un verdadero gurú que usaba como instrumentos a jóvenes musulmanes franceses convenciéndoles para que fueran a combatir a Irak. Condenado a tres años de cárcel junto a algunos de sus discípulos, entre ellos Cherif, Benyettou destaca por incidentes durante las manifestaciones contra la ley que prohibía el uso del velo en Francia.
Vídeo: Imágenes de 2005 de Said Kouachi, el mayor de los sospechos
Participación en otros ataques
Después de que Chérif cumpliera la pena de tres años de prisión, parecía que ambos hermanos habían desaparecido. Solo dos años después, el nombre de Said se ve relacionado con el intento de fuga de prisión de Ait Ali Belkacem Smaïn, exmiembro del Grupo Islámico Armado Argelino (GIA), que fue condenado en 2002 a cadena perpetua por cometer el atentado en la estación de RER del Museo de Orsay en octubre de 1995 que causó 30 heridos, ha recordado el diario Le Figaro.
Además, ha añadido Le Point, Chérif se une a Djamel Beghal, otra figura del islam radical en Francia, condenado a diez años de prisión por planear ataques terroristas.
Aun así, sus nombres no vuelven a aparecer en ningún informe antiterrorista hasta este miércoles, cuando aparecen como sospechosos de matar a doce personas en la sede de Charlie Hebdo.
De hecho, este jueves el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, ha reconocido que pese a que los dos "habían sido objeto de vigilancia", a día de hoy, no había pruebas para demostrar que se pudiera producir un ataque inminente.
El que fuera el abogado de Chérif en el momento de su detención, Vicent Ollivier, ha definido al joven como "un aprendiz, un chico de los recados que fumaba hachís y entregaba pizzas para comprar sus drogas". "Un niño despistado que no sabía qué hacer con su vida y, durante la noche, se encontró con personas que le dieron la impresión de que eran importantes", ha explicado.
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