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Un millón de euros para presentarse al Congreso de EEUU
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LA MEDIA DE GASTO DE UN CANDIDATO ES DE 1,5 MILLONES DE DÓLARES

Un millón de euros para presentarse al Congreso de EEUU

“La media de gasto para poder presentarse al Congreso de los Estados Unidos en las últimas elecciones fue de 1,5 millones de dólares (1,16 millones de

Foto: Un millón de euros para presentarse al Congreso de EEUU
Un millón de euros para presentarse al Congreso de EEUU

“La media de gasto para poder presentarse al Congreso de los Estados Unidos en las últimas elecciones fue de 1,5 millones de dólares (1,16 millones de euros) por candidato”. Lo asegura Mark Schmitt, experto en financiación de campañas de la New America Foundation. El dinero es esencial para respaldar no sólo a quienes aspiran a presidir los EEUU, sino también a cada uno de los 435 representantes de los distritos en que se divide el país. Actualmente, la mitad de los congresistas tiene un patrimonio superior al millón de dólares.

Al contrario que en España, en Estados Unidos no hay listas de partido por provincias. Cada congresista se presenta por un distrito concreto, donde debe conquistar el respaldo de sus vecinos. Para ello cuenta con su dinero, el de sus amigos o grupos de interés local, y el respaldo del comité regional de su partido, que le puede facilitar más o menos fondos en función de su afinidad al ideario o de otros intereses. Pero es el propio candidato quien debe sacarse las castañas del fuego.

El analista Mark Schmitt se queja de que las nuevas reglas de financiación en la política americana son demasiado permisivas. “Hemos vuelto a un clima semejante al que había antes del caso Watergate, cuando unos pocos individuos adinerados o grandes corporaciones podían hacer de oro a un candidato, con la diferencia de que las campañas cuestan ahora un 2.000% más”.

¿En qué se gasta el dinero recaudado? Sobre todo en anuncios para televisión, que se emiten en los canales regionales de cada estado y que tratan de promover por las redes sociales. Pero también en campañas de envío por correo electrónico, en nóminas de su equipo, desplazamientos y encuestas. Las encuestas son una herramienta básica en la política americana, ya que permiten adecuar el mensaje de cada candidato a los intereses de sus potenciales votantes.

La riqueza demuestra el éxito personal y profesional

Los norteamericanos no buscan hacerse ricos con la política. Deben serlo para llegar a ella. Sólo así se explica que la media de patrimonio personal de cada congresista estuviera en 746.000 dólares (578.500 euros) en 2010, una cantidad modesta comparada con la media de los senadores, 2,6 millones de dólares (dos millones de euros).

Más de la mitad de los actuales congresistas en EEUU son millonarios. Entre los 253 miembros del legislativo que superan el millón de dólares de patrimonio hay tanto demócratas como republicanos. En España es algo que llama la atención, pero la riqueza en este país se considera un activo valioso, una demostración de éxito en la vida personal que se puede trasladar a la vida pública.

Quien se sorprenda con estos datos, debe saber que el número de millonarios que ocupan escaño en el Capitolio es inferior al que había en 2004. ¿Qué está ocurriendo? Los expertos de la New American Foundation afirman que las nuevas tecnologías están facilitando la financiación de las campañas, especialmente en el bando demócrata. Barack Obama recaudó en el pasado mes de agosto más de 25 millones de dólares de personas que aportaban menos de 200 dólares (155 euros) cada una, algo imposible de gestionar hace unos años.

A juicio de Schmitt, esta dispersión de las aportaciones permite contar con una base más fiel. “Cuanta más gente colabore económicamente contigo, tendrás más gente comprometida, que va a hacer campaña también en su barrio”. Además, estos pequeños donantes no pueden influir en el candidato tanto como puede hacerlo un gran donante.

Más de tres millones de dólares por un único escaño

Uno de los duelos más apasionantes… y más costosos de la presente campaña se está viviendo en el cuarto distrito de Utah. Los republicanos apuestan por una joven afroamericana, hija de inmigrantes y mormona, Mia Love, frente a un carismático demócrata que triunfa en tierra hostil (el estado es mayoritariamente republicano) desde hace más de ocho años, Jim Matheson.

En el mes de agosto, el demócrata llevaba 15 puntos de ventaja a la candidata republicana en las encuestas. Pero una campaña publicitaria de 1,7 millones de dólares en televisión y el discurso de la aspirante Mia Love en la convención republicana han logrado el vuelco, con cinco puntos a su favor en los últimos sondeos. El veterano Matheson no se ha quedado mirando y ha conseguido más de un millón de dólares para publicidad. Y todo en un distrito en el que prácticamente no se hace campaña presidencial, ya que la mormona Utah no va a dejar tirado a Romney.

El dinero para respaldar a cada candidato puede venir de las fuentes más insospechadas. En la actual batalla por el distrito Séptimo de California, entre quienes apoyan a los dos contrincantes se han invertido más de 3,9 millones de dólares. De momento, el mayor respaldo lo ha conseguido el médico y candidato demócrata Ami Bera, que ha conseguido recabar una contribución de 20.000 dólares por parte de la Asociación Americana de Obstetricia y Ginecología, para invertirlo en anuncios de televisión.

“La media de gasto para poder presentarse al Congreso de los Estados Unidos en las últimas elecciones fue de 1,5 millones de dólares (1,16 millones de euros) por candidato”. Lo asegura Mark Schmitt, experto en financiación de campañas de la New America Foundation. El dinero es esencial para respaldar no sólo a quienes aspiran a presidir los EEUU, sino también a cada uno de los 435 representantes de los distritos en que se divide el país. Actualmente, la mitad de los congresistas tiene un patrimonio superior al millón de dólares.

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