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La fórmula de Austria para rozar el pleno empleo
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ES EL PAÍS DE LA UE CON LA TASA DE PARO MÁS BAJA (4,1%)

La fórmula de Austria para rozar el pleno empleo

España tiene problemas, varios. Pero hay uno que destaca por encima del resto: el paro. La última Encuesta de Población Activa (EPA) ha dado una nueva

Foto: La fórmula de Austria para rozar el pleno empleo
La fórmula de Austria para rozar el pleno empleo

España tiene problemas, varios. Pero hay uno que destaca por encima del resto: el paro. La última Encuesta de Población Activa (EPA) ha dado una nueva bofetada a la sociedad española, al situar a casi cuatro millones setecientas mil personas a las puertas del antiguo INEM (24,63%). Cifras más que preocupantes que se tornan dramáticas si se comparan con las de Austria, que roza el pleno empleo.

Hay varios factores que influyen en que solo cuatro de cada cien austriacos no trabajen. Un hecho que se hace sentir cada vez con más fuerza en su mercado es la evolución demográfica. En Austria, el crecimiento de la población es mínimo, con un 0,46% anual, lo que significa que el número de jóvenes que cada año entran en el mercado laboral no es muy alto.

Además, como recuerda el embajador austriaco en España, Rudolf Lennkh, en los años 2008 y 2009, cuando la crisis económica se hizo notar mucho en Austria, "un gran número de empresas aplicó como medida la reducción de la jornada laboral, para así evitar despidos". Una medida a la que hay que sumar la bajada de la edad media de jubilación, ahora en 59 años. 

No son los únicos condicionantes. "Existe un factor especialmente importante: el diálogo continuo entre el Gobierno y los agentes sociales, la patronal y los sindicatos, sobre el tema laboral y social". resalta el embajador. "Gracias a este diálogo, generalmente se pueden identificar los primeros síntomas peligrosos de una evolución, con suficiente antelación para reaccionar a tiempo". 

Sin indemnización por despido

El producto estrella del mercado laboral austriaco es el fondo de ahorro del que disponen los trabajadores, una especie de hucha en la que las empresas ingresan una cantidad proporcional al salario por cada año de antigüedad. El trabajador podrá acceder a esta cantidad, que sustituye a la indemnización por despido, cuando le echen, o, en cualquier caso, al final de su vida laboral como complemento de la pensión.

El Gobierno acordó con los agentes sociales que el aporte a este fondo fuese del 1,53% sobre los salarios, es decir, un porcentaje correspondiente a entre cinco y seis días de sueldo por año de trabajo en la empresa. Si bien la medida, que se puso en marcha en enero de 2003, no tenía carácter retroactivo, sí que permitía su aplicación a través de un acuerdo personal entre empresa y empleado. Como requisito imprescindible para acceder al uso del fondo sí que se exige tener una antigüedad de tres años.

El fondo de ahorro es un gasto previsible y fácilmente calculable para la empresa. De esta manera, si despide a un empleado, no crea ningún coste adicional para ella. Por su parte, la ventaja más importante para el trabajador es que puede cambiar de compañía, sin miedo a sufrir pérdidas económicas.

"De facto, el modelo austriaco de indemnización por despido también lleva a las empresas a interesarse más por ciertos empleados muy apreciados, para que se queden en ellas, y eso nunca puede ser una desventaja para éstos, al contrario", subraya Lennkh.

Paro juvenil: 53,28% en España y 8,9% en Austria

Que España tiene la generación de jóvenes más preparada de su historia no es nuevo. Y que los tiene sin trabajo, tampoco. La tasa de paro juvenil -menores de 25 años- alcanzó el 53,28% frente al 8,9% de Austria. El secreto de este porcentaje está en su sistema de formación profesional

"La cuestión es la siguiente: ¿Qué pasa con aquellos jóvenes que dejan la formación escolar después del período de enseñanza obligatoria? Si no llegan a tener ningún tipo de formación profesional, corren el riesgo de tener que trabajar toda su vida como personal auxiliar no cualificado", analiza el embajador austriaco. 

Para evitar esta situación, por regla general, los jóvenes austriacos empiezan su formación profesional con 15 ó 16 años. El tiempo de formación suele durar entre 3 y 4 años y en este período tienen una relación laboral formalizada y con cobertura de la Seguridad Social. Su plan de estudios se compone del aprendizaje en las empresas -parte práctica- y del aprendizaje en los centros de formación profesional -parte teórica-. "Este sistema de formación profesional dual, que permite el acceso directo a la vida profesional al terminar el estudio, es para muchos jóvenes un incentivo bastante fuerte para escoger este camino", explica Lennkh. Un camino que evita que en Austria no se conozca el concepto Ni-Ni.

España tiene problemas, varios. Pero hay uno que destaca por encima del resto: el paro. La última Encuesta de Población Activa (EPA) ha dado una nueva bofetada a la sociedad española, al situar a casi cuatro millones setecientas mil personas a las puertas del antiguo INEM (24,63%). Cifras más que preocupantes que se tornan dramáticas si se comparan con las de Austria, que roza el pleno empleo.

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