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El Tercer Mundo está en Estados Unidos
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LOS NIVELES DE POBREZA ALCANZAN SU RECORD EN 18 AÑOS

El Tercer Mundo está en Estados Unidos

Los bancos van a perder millones de dólares en pagar deuda si la mayor quiebra municipal en la historia de Estados Unidos no cesa. Pero las

Los bancos van a perder millones de dólares en pagar deuda si la mayor quiebra municipal en la historia de Estados Unidos no cesa. Pero las verdaderas víctimas del colapso financiero son los habitantes de un condado Jefferson, Alabama, que están teniendo que bañarse con agua embotellada y utilizar baños portátiles después de que hayan cortado la red de suministro. Una situación que vuelve a poner de manifiesto que el ‘sueño americano’ para millones de estadounidenses resulta cada vez más inalcanzable.

Este año la Oficina del Censo de Estados Unidos ha dado a conocer el número de habitantes pobres que hay en el país: 46,2 millones. Una cifra récord. Las estadísticas que revelan el descalabro son múltiples y uniformemente malas. En términos porcentuales, la tasa de pobreza es la más alta desde 1993: 15,1%. En el año 2000, la cifra era de 11,7%.

Descalabro también en el ingreso anual de los hogares, que cayó en un 2,3%, hasta llegar a los 49 dólares (en EE.UU. una familia pobre es aquella que posee un salario anual de 22 dólares o menos y, si se trata de una sola persona, igual o menor que 11 dólares), en el número de habitantes sin seguro médico, que ya supera los 50 millones de personas y, en la cifra de niños pobres, que llega ya al 22%. Además, la mayoría de ellos no tienen acceso a la educación superior, por lo que es probable que continúen siendo pobres cuando sean adultos. La lucha contra estos datos, entre otras muchas cosas, es lo que ha llevado al indignado a ser el personaje del año, según la revista Time.

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Cifras “esperadas” pero que ponen en evidencia al sistema

Los analistas consideran que más que alarmantes, estas son cifras "esperadas", pues según ellos, la pobreza siempre aumenta en tiempos de recesión, y esta ha sido la más profunda y extensa desde la Gran Depresión de 1929. Sin embargo, esto no puede servir de escusa para la Administración Obama, que ve como Estados Unidos sufre unos índices de pobreza mayores que en Canadá y algunos países del norte de Europa por dos razones. La primera de ellas es que “desde hace 30 años los salarios reales de los que no tienen un diploma de secundaria han disminuido considerablemente”.

En segundo lugar, que las “políticas sociales estadounidenses hacen muy poco por aumentar los salarios de los trabajadores en épocas de bonanza económica o para ayudar a los desempleados durante las recesiones”, apunta Sheldon Danziger, director del Centro Nacional de la Pobreza.

Si grave es no tomar medidas para favorecer la calidad de vida de los ciudadanos, cuanto menos significativo es poner en marcha ayudas a sabiendas que la pobreza va continuar su escalada. Esto es lo que hico Barack Obama, tras acceder a la presidencia, al destinar 20.000 millones de dólares al Supplemental Nutrition Assistance Program, es decir, el programa de bonos de comida para familias necesitadas. Teniendo en cuenta que la población actual estadounidense es de 313 millones, con una tasa de pobreza del 14,69%% -que se eleva al 22% en los menores de 18 años, la más alta en el mundo desarrollado-, con dicha cantidad podrán atenderse a seis millones de personas más de las que ya se benefician del SNAP. Parece que quienes gobiernan la tierra prometida no confían lo suficiente en sus posibilidades.

Los bancos van a perder millones de dólares en pagar deuda si la mayor quiebra municipal en la historia de Estados Unidos no cesa. Pero las verdaderas víctimas del colapso financiero son los habitantes de un condado Jefferson, Alabama, que están teniendo que bañarse con agua embotellada y utilizar baños portátiles después de que hayan cortado la red de suministro. Una situación que vuelve a poner de manifiesto que el ‘sueño americano’ para millones de estadounidenses resulta cada vez más inalcanzable.