Es noticia
“Las milicias de Gadafi van a los hospitales y matan a los heridos”
  1. Mundo
UN OPOSITOR LIBIO DESCRIBE A ‘EL CONFIDENCIAL’ LA REPRESIÓN

“Las milicias de Gadafi van a los hospitales y matan a los heridos”

“Sé que podría ser asesinado si Gadafi permanece en el poder y también sé que moriré si lo deja porque podría enviar a alguien a matarme

Foto: “Las milicias de Gadafi van a los hospitales y matan a los heridos”
“Las milicias de Gadafi van a los hospitales y matan a los heridos”

“Sé que podría ser asesinado si Gadafi permanece en el poder y también sé que moriré si lo deja porque podría enviar a alguien a matarme como venganza”. Así de contundente se muestra Murad Ilomame, un opositor libio entrevistado por El Confidencial. No le importa que se conozca su identidad, ni le tiembla el pulso al escribir estas palabras porque lo hace por su pueblo y por su gran familia, que es su nación.

 

Hace más de dos años, un joven Murad dejaba su país y su trabajo como profesor adjunto en la Universidad de Garyounis en Bengasi para terminar sus estudios en EEUU, la tierra de las libertades, gracias a una beca universitaria. Ahora, este ingeniero de 27 años vive en Buffalo con la esperanza de volver a su ciudad, Bengasi -para muchos el símbolo de la revolución libia- con el fin de ayudar a su gente. Murad sólo tenía13 años cuando Gadafi mandó al Ejército asesinar a 1.270 prisioneros. Según cuenta, esta matanza se conoció 10 años después, en 2006. Fue entonces, un 17 de febrero, cuando los vecinos de Bengasi protestaron por la muerte de aquellos presidiarios, así como por la corrupción que azotaba el país. El dictador no se lo pensó dos veces y, haciendo honor a su fama de gatillo fácil, utilizó las mismas armas para callar esas voces. Esa jornada quedó grabada en el recuerdo de la sociedad libia, e iba a ser la fecha elegida para que en 2011, otras voces, esta vez más jóvenes, honrasen a las víctimas de aquella matanza.

“Están ocultando los cadáveres”

 

El pasado miércoles Saadi Gadafi, hijo del mandatario libio y ex futbolista profesional, describió la situación nacional como "muy segura y tranquila". “En Bengazi, lo es y la gente protesta pacíficamente, después de que esté todo en manos de los ciudadanos y el Ejército, y la Policía se uniese a los manifestantes cuando Gadafi trajo a mercenarios africanos”, asegura Murad. “No obstante, hoy (por este jueves), 24 de febrero, mataron a 16 personas sólo en una ciudad. Si esta situación es tan segura y tranquila, como piensa, ¿cómo sería si no lo fuese?”.

Esta cifra es sólo una ínfima parte del número total de muertos: los últimos datos sobre las bajas en las revueltas son aterradores. La ONU advirtió ayer de la posible muerte de miles de personas y el Tribunal Penal Internacional llegó a hablar de más de 10.000 fallecidos. Y esto no es lo más cruento. Murad asegura que la información que llega sobre la situación en Libia es “realmente mala”. “Pienso que son más, son miles. Según mi amigo de Trípoli, están matando a gente y ocultando sus cadáveres y así no se sabe lo que han hecho. Por lo tanto, nadie puede establecer un número exacto”, afirma.

En los hospitales, el ambiente es devastador. “Es una masacre. Uno de mis hermanos que es doctor en el Hospital Aljala, en Bengasi, el más grande de la ciudad, me contó que no hay sitio para depositar a los muertos allí y ante el número de heridos y muertos han tenido que utilizar otros hospitales, porque Aljala no puede atender a más pacientes”. Según el testigo, las milicias, que “no son libios”, van a los hospitales y matan a los heridos. “Cortan las bolsas de sangre que podrían salvar a los enfermos”, declara.

Este jueves, Muamar Gadafi prometió que permitirá la entrada al país de periodistas de la BBC, CNN y Al Arabiya. “Espero que ellos puedan cambiar algo, pero el problema es que ha estado limpiando las ciudades y ocultando los cadáveres”, comenta Murad. Pero, ¿hasta dónde puede llegar un hombre que ha sido el artífice de terribles masacres? “No podemos esperar su reacción, pero sabemos que no es bueno. Ya advirtió al pueblo que usaría la violencia si se oponían a sus decisiones, pero pienso que llegamos a un punto en el que o vivimos libres o morimos libres”, afirma.

Gadafi utiliza hackers rusos y chinos

 

El día en que comenzaron las revueltas este ingeniero se puso en contacto con su hermano vía Internet. Según Murad, “la conexión allí era realmente lenta”. “Pienso que lo hicieron para impedir que la gente se descargara los vídeos que muestran lo que está pasando allí. Además, supe por las noticias que habían cortado la electricidad en algunas ciudades y el agua, en otras”, afirma. “Desde el inicio de la rebelión, he tenido problemas para contactar con ellos”, declara con indignación. Una muestra más de la censura a la que sus compatriotas están sometidos. El Estado africano vive bajo la opresión de un líder que ha pagado a hackers rusos y chinos para bloquear algunas webs detractoras del régimen y tener acceso a los correos electrónicos que entran y salen del país, según relata.

Murad admite que Libia “no goza de un buen sistema educativo, tampoco de buenos hospitales ni buenas infraestructuras”. Él confiesa que disfruta de una excelente situación económica, “pero, ¿qué ocurre con el resto de la gente? Libia es un país rico y, sin embargo, el 40% de los 6’4 millones de libios que constituyen la población vive en la pobreza y el 30% está en paro”. Unas cifras espeluznantes, tratándose de uno de los principales exportadores de oro negro, con una producción de 1,7 millones de barriles diarios. España es el tercer cliente de Libia en cuanto a exportaciones de crudo, pero para el primero sólo representa un 12,7% del crudo total importado.  Bengasi, la ciudad que vio crecer a Murad, es la segunda urbe más grande de la nación, tras la capital, Trípoli. Sus paisanos viven bajo el asfixiante bloqueo económico impuesto por Gadafi desde 1990, según confirma el testigo. “Él invertía en la construcción del resto de ciudades y nunca se gastó un duro en Bengasi”, asegura.

Presión económica, malestar social, la búsqueda de una salida del abismo que estaba ahogando a una población harta de la batuta dictatorial del Gran Padre, como le definió uno de sus hijos en una de sus primeras apariciones en la televisión oficial tras el estallido del conflicto. Sin embargo, la mayoría de sus hijos no está de acuerdo ni con sus partituras ni con su música. “Él, o como él cree, inventó una nueva teoría recogida en el ‘Libro Verde’, que nunca tuvo sentido y que ha destruido completamente a Libia”, afirma Murad.

La ‘amenaza’ de Al Qaeda

Por su parte, Gadafi lo tiene muy claro: Bin Laden está detrás de estas manifestaciones. Asimismo, en sus sucesivos discursos de estos días insistió en que muchos manifestantes habían consumido drogas “muy potentes” como anfetaminas o éxtasis. “Pienso que antes del discurso él consumió algo, porque sus declaraciones no tuvieron ningún sentido, ya que mientras hablaba dijo ‘Cuando un barco aterriza en el aeropuerto’. ¿Qué persona despierta diría algo así?”.

Según relata, en EEUU también se están viviendo importantes protestas. En palabras de Murad, la mayor parte de los estudiantes libios han recibido correos electrónicos de la Embajada libia en los que les piden que vayan a la sede institucional para apoyar al dictador. A cambio recibirán “billetes gratuitos y alojamiento además de 3.000 dólares, si no, perderán sus becas. Sólo 30 estudiantes se personaron en la Embajada para defender a Gadafi”. El resto decidió no ir a apoyar a “alguien que mata a nuestro pueblo, incluso después de muertos”.

La ONU ha pedido la dimisión del líder libio, pero él ha dejado bien clara su intención de morir en Libia. “No dejaré mi país. Moriré aquí como un mártir”, sentenció en uno de sus discursos a la televisión. Sus antiguos colaboradores no creen que ese vaya a ser el final del excéntrico dictador. El ex ministro de Justicia, Mustafá Abdel Jalill, ha afirmado en una entrevista con el periódico sueco Expressen que “los días de Gadafi están contados. Va a hacer como hizo Hitler. Se va a suicidar”. Éste no es el deseo de Murad: “Pienso que ocurrirá, pero espero que nosotros podamos pararlo antes de que suceda”, afirma. La razón: “Podría bombardear los yacimientos petrolíferos”. No obstante, el pueblo asume la decisión tomada y sus posibles consecuencias, porque “el precio de la libertad es elevado”.

Una libertad que, según Gadafi, se puede plasmar en una nueva Constitución, que daría luz a una nueva Yamahiriya (República) en el país. Pero el pueblo no está dispuesto a escuchar más mentiras. “La solución es que Gadafi deje la Presidencia. No le queremos como presidente ni en el Gobierno. Quiere escribir su nombre en la historia como el líder que tenía una teoría, el apoyo de la gente, a África unida, que llegó a ser el Rey de reyes… ha fracasado en todo esto. Podría escribir su nombre como el primer presidente que trajo a mercenarios extranjeros para matar a su gente”, concluye.

De momento, Murad permanece en EEUU a miles de kilómetros de distancia del conflicto y con la mente en la tierra en la que nació. Aquella que podría vivir en democracia, vivir de sus riquezas, del turismo, de los extranjeros que visitan “nuestro país”. Una Libia realmente maravillosa, pero que “él (Gadafi) ha destruido”.

“Sé que podría ser asesinado si Gadafi permanece en el poder y también sé que moriré si lo deja porque podría enviar a alguien a matarme como venganza”. Así de contundente se muestra Murad Ilomame, un opositor libio entrevistado por El Confidencial. No le importa que se conozca su identidad, ni le tiembla el pulso al escribir estas palabras porque lo hace por su pueblo y por su gran familia, que es su nación.

Muamar el Gadafi Libia