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Irán prepara su arma más peligrosa: un Internet propio desconectado del resto del mundo
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LA OPOSICIÓN CREE QUE LA INTENCIÓN REAL ES EL CONTROL DE LA INFORMACIÓN

Irán prepara su arma más peligrosa: un Internet propio desconectado del resto del mundo

Las autoridades iraníes trabajan en un plan para crear un internet doméstico, sin conexión con la red global. El proyecto, denominado Red Nacional de Internet, pretende

Foto: Irán prepara su arma más peligrosa: un Internet propio desconectado del resto del mundo
Irán prepara su arma más peligrosa: un Internet propio desconectado del resto del mundo

Las autoridades iraníes trabajan en un plan para crear un internet doméstico, sin conexión con la red global. El proyecto, denominado Red Nacional de Internet, pretende establecer un sistema de comunicación y búsqueda online que en apariencia funcione como el internet actual, pero desde el que no se podrá acceder a los contenidos del resto del planeta.

Los motivos oficiales son diversos: desde incrementar la velocidad de navegación y el ancho de banda, hasta reducir los precios de las telecomunicaciones y la compra y las transacciones bancarias por internet. Pasando, por supuesto, por la seguridad nacional. “La mayoría de los servidores se hallan en los EEUU. Ahora mismo, hay extranjeros que tienen acceso a toda nuestra información y pueden analizarla fácilmente”, ha declarado el viceministro de Tecnologías de la Información y la Comunicación, Abdulmayid Riyazi, considerado el padre del proyecto, que según estimaciones oficiales tendrá un coste total de unos 1.000 millones de dólares (unos 725 millones de euros).

“Si un día nos encontramos atrapados en un monopolio estadounidense sobre la web, o si otros países deciden tirar abajo nuestro internet, tendremos un problema”, asegura Riyazi. En mayo, su superior, el ministro Reza Taguipur afirmó que “algunos creen que podemos asegurar la seguridad en la red trabajando desde el extranjero, pero eso es como comprarle el cerrojo al ladrón”.

Revolución Twitter

No obstante, algunos sectores de la oposición creen que la intención real de las autoridades es el control de la información. “El objetivo es transformar el internet global en una gigantesca red intranet, donde todos los servicios puedan ser fácilmente filtrados”, explica el disidente Sam Ghandchi, analista de la web Iranscope. “De este modo pueden crear rutas de acceso nulas, en lugar de usar el método de filtrar las páginas web que han estado utilizando durante los últimos cinco años”, lo que, según Ghandchi facilitará enormemente la restricción de los contenidos, pretendiendo, incluso, que no se trata de censura sino de un “error”.

Que las autoridades iraníes le tienen miedo a internet es evidente: según Reporteros Sin Fronteras, durante el año pasado al menos 170 periodistas y blogueros, la mayoría de ellos trabajadores de medios online, fueron arrestados en Irán, y 22 han sido sentenciados a penas de prisión que alcanzan un total de 135 años. Y el potencial de la red para la disidencia es enorme: el 43,2 % de los iraníes, unos 33 millones de personas, tienen actualmente acceso a internet, una cifra enorme para un país cuyo PIB per cápita es de 4.777 dólares (unos 3.450 euros), según el Fondo Monetario Internacional.

De hecho, el plan para la creación de un internet exclusivamente nacional data ya de 2005, desde poco después de la llegada de Mahmud Ahmadineyad a la presidencia iraní. Pero los expertos creen que el proyecto ha cobrado un nuevo impulso tras la llamada Revolución Verde, las protestas que sucedieron a las elecciones de 2009, que la oposición consideró fraudulentas y que lanzaron a miles de iraníes a las calles. Dado el control oficial de los medios tradicionales, Internet jugó un importantísimo papel en la movilización de los opositores y en la difusión de la información, hasta el punto de que algunos comentaristas denominaron a los eventos la Revolución Twitter, por la popular red social a través de la que se convocaban las manifestaciones. También el reciente sobresalto del virus informático Sutxnet, que muchos expertos en seguridad informática consideran específicamente diseñado para atacar las instalaciones nucleares iraníes, ha influido en la percepción sobre la necesidad de aislamiento.

Pero el régimen iraní sufre de esquizofrenia respecto a las nuevas tecnologías. Por una parte, algunos sectores gubernamentales han percibido la importancia de éstas y han reaccionado promoviendo la creación de una cyber-brigada destinada a atacar por internet a los “enemigos de la República Islámica”, y el rastreo online de aquellos implicados en las “protestas contrarrevolucionarias” del año pasado. Por otra, muchos conservadores, tanto clérigos como seculares, con asiento en el Majlis, el parlamento iraní, no terminan de entender qué es eso de internet y para qué sirve, y por tanto no ven razón para autorizar nuevos fondos para un proyecto en el que ya se han gastado 560 millones de dólares (unos 407 millones de euros).

Por ello, aunque los adalides de la Red Nacional de Internet se han marcado como objetivo el año 2013, antes de que termine el actual mandato del presidente Ahmadineyad, son muchos los escépticos respecto a la viabilidad del plan. Y no necesariamente disidentes.

Las autoridades iraníes trabajan en un plan para crear un internet doméstico, sin conexión con la red global. El proyecto, denominado Red Nacional de Internet, pretende establecer un sistema de comunicación y búsqueda online que en apariencia funcione como el internet actual, pero desde el que no se podrá acceder a los contenidos del resto del planeta.

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