Histórico acuerdo de Unidad Latinoamericana pese a las desavenencias internas

Los 33 países de América Latina y el Caribe tendrán un organismo único que les represente a nivel mundial con una sola voz y con el que tratarán de ganar peso global. El ideal bolivariano se ha aprobado hoy en la Cumbre de la Unidad celebrada durante dos días en Playa del Carmen, en la mexicana Riviera Maya, cuya frase para la historia fue aportada por el presidente colombiano, Álvaro Uribe: “¡Sea varón!”. Se la espetó durante un almuerzo privado de los presidentes a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, quien a su vez lo mandó “al carajo”. La locuacidad del líder de Venezuela le hace destinatario de este tipo de interjecciones, como el conocido “¿por qué no te callas?” que el rey Juan Carlos le dedicó en 2007.

La plasmación verbal de la confrontación entre Colombia y Venezuela, que tuvo su detonante en la comparación que hizo Uribe de las relaciones comerciales entre los dos países con el bloqueo estadounidense a Cuba, estuvo a punto de reventar la cumbre y requirió la mediación del presidente cubano, Raúl Castro, y del mexicano, Felipe Calderón. Chávez, que sostiene que paramilitares colombianos amenazan su vida, amagó con abandonar la cita, a lo que Uribe le contestó: “¡Sea varón y quédese a discutir de frente!”. Ambos aceptaron finalmente que un grupo de “países amigos” del Grupo de Río –Argentina, México, Brasil y República Dominicana- les ayude a superar sus diferencias.

Para rematar el incidente, el mandatario boliviano Evo Morales se marcó una interpretación muy personal. A su juicio, Uribe es un agente de Estados Unidos cuyo papel en la Cumbre de la Unidad consistió en “empantanar” la creación de la nueva entidad.

La institución única, que representará a toda América, a excepción de Estados Unidos y Canadá, aún no tiene nombre –se baraja Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe- aunque, como dijo Castro “es lo de menos”, ya que sólo el acuerdo de unirse en un bloque que suma 600 millones de personas tiene “trascendencia histórica”. En el plenario, Calderón señaló que el objetivo de esta organización regional “puramente latinoamericana y caribeña” es proyectar la región ante el mundo con igualdad de los Estados, respeto a los derechos humanos y sobre una base de cooperación interestatal.

Presidentes como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva o el boliviano destacaron que la “trascendente” creación de la comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños se produce cuando muchos de sus países celebran 200 años de su independencia.

Sin Honduras

El acuerdo histórico se alcanzó en ausencia de Honduras, que no fue invitado por estar excluido de la Organización de Estados Americanos (OEA) tras el golpe de estado contra Manuel Zelaya en 2009. El presidente de Costa Rica, Óscar Arias, lamentó esta ausencia y dijo que el pueblo costarricense es “víctima del militarismo y no merece castigo, sino auxilio”. El papel de la OEA, organismo que sí integra a Estados Unidos y Canadá, es uno de los puntos divergentes entre los mandatarios latinoamericanos: mientras los del grupo ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América) son partidarios que el organismo aprobado hoy la sustituya, los del ala conservadora prefieren la convivencia de ambos.

Serán cuestiones que, como los estatutos del nuevo bloque americano, se definirán en las próximas cumbres previstas en Venezuela en 2011 y en Chile en 2012. Es uno de los principales retos que afronta el Grupo de Río, integrado por 23 países latinoamericanos y caribeños, y cuya Secretaría Pro Témpore cedió ayer Calderón a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, aunque sólo de forma provisional, hasta la toma de posesión del electo Sebastián Piñera. Superadas las diferencias iniciales entre los países y hasta que se constituya el nuevo órgano, la Cumbre de la Unidad trabajará como foro unificado del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina sobre Integración y Desarrollo (CALC).

Además de este acuerdo se adoptaron diversas resoluciones sobre Haití, que recibirá esta semana 25 millones de dólares de sus vecinos, o de respaldo a Argentina en su conflicto con Gran Bretaña por la explotación petrolera en las Malvinas y a Ecuador por su inclusión en la lista del Grupo de Acción Financiera (GAFI) de países con deficiencias en la lucha contra el lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Como otras veces, también se solicitó formalmente el fin del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.

Importantes encuentros bilaterales

El lujoso hotel Grand Velas ha sido también escenario de encuentros bilaterales de gran trascendencia, como el que mantuvieron los presidentes de Ecuador, Rafael Correa –en silla de ruedas tras su operación de la rodilla derecha en Cuba- y Colombia, Álvaro Uribe. Las relaciones entre Quito y Bogotá están rotas desde 2008, después de la incursión colombiana en territorio ecuatoriano para destruir un campamento de las FARC. Aunque no se acordó restablecer de inmediato las relaciones, ambos líderes han estrechado sus manos y avanzado “de forma importante” en el diálogo. También se saludaron por primera vez desde hace siete meses Calderón y Castro, distanciados por las medidas adoptadas por Cuba contra México al inicio de la crisis de la gripo A/H1N1.

En la clausura de la Cumbre de la Unidad hubo muchas alabanzas y felicitaciones por su éxito. Sólo el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, a punto de dejar su cargo a Laura Chinchilla y uno de los más escépticos ante un posible acuerdo al comienzo de la reunión, recordó los muchos problemas que tienen Latinoamérica y el Caribe, como sus “deficiencias democráticas”, países “escleróticos e hipertrofiados”, pobreza, analfabetismo, inseguridad o gobernantes “cada vez más autoritarios” y empeñados en una carrera armamentística. Ésos serán los desafíos que deberá afrontar la futura comunidad americana, tenga el nombre que tenga.