Pintadas y flores en el aniversario de la muerte de Sadam Husein

Un año después de la ejecución del depuesto dictador Sadam Husein, que gobernó Iraq durante casi un cuarto de siglo, el país continúa hundido en la peor ola de violencia religiosa de su historia contemporánea. Durante la noche del domingo aparecieron pintadas en negro en honor a Sadam en su ciudad natal, Tikrit, mientras que pequeños grupos de seguidores acudieron a su tumba para conmemorar el primer aniversario de la ejecución del ex líder iraquí.

Sadam fue ahorcado tras ser hallado culpable de crímenes de lesa humanidad, en una ejecución criticada en la comunidad internacional. El hecho desató la ira entre los miembros de comunidad suní después de que se dieran a conocer imágenes en Internet de responsables chiíes burlándose de él antes de su muerte. "No hay vida sin el sol ni dignidad sin Sadam", decía un eslogan en su ciudad natal, Tikrit, al norte de Bagdad. "El paraíso para el héroe Sadam", decía otro.

Los grafitis aparecieron en edificios donde se encontraban comisarían policía y departamentos de agricultura y electricidad.

En Awja, la aldea cerca de Tikrit donde nació Sadam y que finalmente se convirtió en el lugar de su sepulcro, Reuters Television filmó a hombres, mujeres y niños en torno a la tumba cubierta de flores, en un vestíbulo junto a una mezquita. Un grupo de cerca de 25 hombres se sentó a hablar sobre cómo era la vida durante el régimen de Sadam y cómo ha cambiado Iraq desde su ejecución.

Un año sin cambios positivos

"Ha pasado un año desde la muerte del líder, pero no ha habido cambios positivos. Las cosas están peor, estamos siendo gobernados por Irán y Estados Unidos. El líder fue asesinado para satisfacer a Irán", dijo Adnan Jasim, de 38 años.

Las medidas de seguridad se intensificaron en las provincias de mayoría suní, según testigos y responsables oficiales, ante posibles ataques de partidarios del ex líder iraquí y su partido nacionalista Baaz.