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Las meteduras de pata de un genio llamado Sarkozy
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Las meteduras de pata de un genio llamado Sarkozy

Si algo ha demostrado Nicolas Sarkozy desde que llegó al Elíseo -el pasado mes de mayo- es que no tiene pelos en la lengua. Es un

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Las meteduras de pata de un genio llamado Sarkozy

Si algo ha demostrado Nicolas Sarkozy desde que llegó al Elíseo -el pasado mes de mayo- es que no tiene pelos en la lengua. Es un presidente mediático y espontáneo, dice lo que piensa aunque, en ocasiones, se salga del protocolo... Por no decir que es algo maleducado. Se ha convertido en una figura onmipresente en los medios de comunicación, y no sólo en franceses. Sus declaraciones polémicas han circulado por mayoría de medios europeos.

“Está siempre encendido, es como un spam”, lo definió Libération hace unas semanas. Según el rotativo, los franceses se preguntan cada día “¿sabes la última de Sarkozy?”. Y es que algunos de sus actos y declaraciones son célebres por su carácter polémico y provocador.

A pesar de que se inició en el mundo de la política con 22 años (ver vídeo), en España se empezó a cuestionar su manera de afrontar los problemas tras las revueltas en los barrios parisinos en octubre de 2005. Unos meses antes, en junio, siendo todavía ministro de Interior había anunciado su nuevo plan contra el vandalismo: ‘Tolerancia Cero’. Y a partir de ahí hubo una serie de declaraciones que encendieron más el ambiente agresivo de los barrios marginales. En La Courneuve, en el departamento de Seine-Saint-Denis, una ciudad muy castigada por la delincuencia, dijo que iba a “limpiar la comunica con una Kärcher” (una máquina que barre la basura con un sistema de agua a presión).

En octubre, unos días antes de la muerte de dos adolescentes que se electrocutaron al huir de la policía, el propio Sarkozy quiso ir a una de las zonas con más índice de violencia de París, a Argenteuil, para conocer cómo se estaba desarrollando su plan de lucha contra el vandalismo. Sarkozy se refirió a los jóvenes violentos como “racaille” (gentuza, macarras).

El 6 de mayo de 2007 se proclamó presidente de Francia con el 53,1% frente al 46,9% de Ségolène Royal en una campaña muy intensa. Defendió la identidad nacional, arremetió contra “la inmigración sin control” y, según los sondeos, ganó a Royal en los debates televisados, aunque también cometió algún que otro lapsus. Uno de ellos, al intentar contradecir a la candidata socialista, se equivocó y dijo: “Lo que yo propongo, es peor”.

Pero sin duda, la actuación más comentada fue un mes después de ser elegido jefe del Estado, durante una conferencia de prensa en la cumbre del G-8. Sarkozy apareció con una actitud que rozaba la embriaguez, aunque, según asegura, no ha probado una gota de alcohol en su vida.

Si algo ha demostrado Nicolas Sarkozy desde que llegó al Elíseo -el pasado mes de mayo- es que no tiene pelos en la lengua. Es un presidente mediático y espontáneo, dice lo que piensa aunque, en ocasiones, se salga del protocolo... Por no decir que es algo maleducado. Se ha convertido en una figura onmipresente en los medios de comunicación, y no sólo en franceses. Sus declaraciones polémicas han circulado por mayoría de medios europeos.