Siguen los combates entre extremistas y el Ejército libanés tras una jornada sangrienta

Al menos 48 personas, entre ellas 10 civiles, han muerto y otras 50 han resultado heridas en los choques armados entre el Ejército y extremistas del grupo suní palestino Fatah al Islam, presuntamente vinculado a Al Qaeda, que comenzaron en la madrugada del domingo y duraron varias horas. La situación se ha agravado de tal modo, que Siria anunció el cierre temporal de dos de sus pasos fronterizos con el norte del Líbano.

Los enfrentamientos se desarrollaron al menos en dos lugares diferentes: el campo de refugiados palestinos de Nahr al Bared, en el extrarradio de Trípoli, la ciudad más populosa del norte del Líbano, y uno de sus barrios céntricos, donde a primera hora de la tarde seguía atrincherado un grupo de extremistas.

Asimismo, el Ejército libanés reanudó este lunes los bombardeos contra el campo de refugiados de Nahar al Bared, norte del país, después de que las fuerzas armadas hayan recibido la autorización para "acabar" con los milicianos del grupo islamista Fatah al Islam.

Los enfrentamientos más violentos desde la guerra civil

Las tropas, que asedian por segundo día este campamento de pequeñas dimensiones, utilizan la artillería y ametralladoras pesadas contra los combatientes y se pueden ver varios edificios en llamas a consecuencia de los ataques.

Según el canal de televisión qatarí Al Yazira, que cita a habitantes del campamento, al menos seis civiles habrían muerto dentro de Nahar al Bared, que alberga a unas 15.000 personas.

Estos enfrentamientos entre el Ejército y milicianos son los más violentos desde que en 1990 acabó la guerra civil que sufrió el país durante quince años.