Cuando les pillan intentando colarse en la discoteca el primero de los jóvenes se dispone a irse. Pero un agarrón detiene su marcha. Paralizado ante la amenaza de un portero, recibe dos bofetadas y lo lanzan al suelo donde es pateado por otro trabajador. El mismo que, sin mediar palabra, se dirige a por el segundo chico y lo hace caer. Indefenso siguió recibiendo patadas en el cuerpo, en la cabeza y hasta un golpe con una barra de metal. Ocurrió durante el fin de semana en un local de Sabadell. Según las víctimas, de origen latino y de 19 y 20 años, les negaron la entrada en dos ocasiones por motivos racistas. Los tres agresores trabajan como controladores de acceso y, desde el Sindicato de Trabajadores de Seguridad de Cataluña, recuerdan que en situaciones como está los controladores o personal de seguridad privada deben avisar a los Mossos d'Esquadra. Los agentes ya investigan tan violenta reacción.