La imagen de la semana podría ser perfectamente la del funcionario catalán que retira la bandera de España antes de la intervención de Pere Aragonès. Pero tiene más sentido evocar el mantra que definió el espíritu de la sesión de espiritismo y que expresó Pedro Sánchez en la rueda de prensa posterior al encuentro: "Trabajaremos sin prisa, sin pausa, sin plazos…."

Sin prisa, sin pausa, sin plazos…. Y sin mesa, pues la gran paradoja de la mesa bilateral es que realmente no existe. Porque no sabe quién se sienta en ella. Porque se ignora qué cometidos tiene. Porque carece de representatividad. Y porque el principal acuerdo de Sánchez y Aragonés consiste en anestesiar la mesa. Subordinarla a un pacto de supervivencia entre el PSOE y ERC.