La nueva cámara de la DGT con la que te pueden multar con hasta 600 euros

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La seguridad en la carretera es algo esencial, ya que, cualquier imprudencia al volante, pone en riesgo nuestra vida y la del resto de conductores. Por este motivo, la Dirección General de Tráfico (DGT) nunca deja de actualizarse de cara a la seguridad vial y este 2023 el organismo pone a prueba nuevas fórmulas para asegurarse de que los conductores circulan por la vía pública respetando las normas, multando a aquellos que no lo hacen.

En este sentido, durante los meses de verano se incrementa el tráfico en las carreteras y se producen más accidentes. Para evitarlo, hay una señal que estará mucho más vigilada y saltártela acarreará una multa casi segura: la señal de STOP. Es una de las más comunes en España y saltársela puede conllevar una multa de hasta 600 euros (si no se identifica al conductor) y la pérdida de 4 puntos en el carnet de conducir. Normalmente, están colocadas en las intersecciones donde los accidentes son bastante frecuentes, ya que en muchas ocasiones los usuarios no las respetan como deberían o directamente las ignoran por completo, según indica la DGT en su revista Tráfico y Seguridad Vial.

En España la mayoría de carreteras cuentan con cámaras de videovigilancia que la DGT usa para conocer el estado del tráfico o la presencia de accidentes, entre otras cosas, pero han decidido ir un paso más allá con la nueva herramienta. Es una nueva cámara más precisa que se situará en aquellas intersecciones que cuenten con una señal de STOP. En un principio solo estará en aquellos lugares que cuenten con un porcentaje más elevado de accidentes.

Detener el vehículo por completo

Una sofisticada cámara de vídeo, calibrada para ser capaz de detectar la total detención de los vehículos, se encarga de grabar permanentemente a quienes se aproximan a esa señal de STOP, enviando así al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas la grabación de quienes no respetan la señal. El mecanismo cuenta con una cámara que lee la matrícula de los vehículos, para identificarlos inicialmente, y otra cámara que enfoca el STOP o línea continua. En caso de que éste no respetase cualquiera de las dos situaciones, la DGT evaluaría posteriormente la gravedad de la infracción para en tal caso sancionar al conductor del vehículo.

Asimismo, ante la señal de STOP el vehículo ha de detenerse por completo (no vale con disminuir la velocidad) y en el caso de las líneas continuas, no se podrá en ninguna circunstancia pasar por encima de una de ellas, ya que en tal caso se considerará motivo de sanción. El objetivo de la DGT no es otro que el de reducir el número de muertes provocadas por estas infracciones.