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Más oposición a la minería marina a gran profundidad: Alemania también pide una pausa
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Varios fabricantes de coches la han vetado

Más oposición a la minería marina a gran profundidad: Alemania también pide una pausa

En los últimos meses, marcas de coches con una alta producción de vehículos eléctricos como BMW, Volvo o Volkswagen se habían negado a comprar minerales procedentes de la minería de los lechos marinos. Y al rechazo se suman ya varios países

Foto: Vegetación y fauna en un fondo marino a gran profundidad (BMW Group)
Vegetación y fauna en un fondo marino a gran profundidad (BMW Group)

A comienzos del pasado año, BMW Group, fabricante de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, ponía en marcha en colaboración con WWF (World Wide Fund for Nature) una iniciativa destinada a proteger los fondos marinos, comprometiéndose a no utilizar minerales procedentes de la minería a gran profundidad ni financiar ese tipo de minería hasta que la comunidad científica investigue el posible impacto de esa actividad de extracción sobre los lechos marinos y el entorno en general. Una iniciativa a la que pronto se sumó otro fabricante de automóviles, Volvo Group, así como otras empresas de diversos sectores, como Google y Samsung SDI. "No son una opción", declaraban entonces desde BMW, cuyos responsables creían que había datos insuficientes todavía para evaluar los riesgos de la obtención de minerales del fondo del mar.

Meses después, todavía en 2021, otras grandes empresas se sumaban al movimiento, encabezadas por Volkswagen Group, uno de los mayores fabricantes de vehículos eléctricos e híbridos del mundo. Y en esa nueva lista de defensores del lecho marino aparecía también Scania, un gigante de los vehículos pesados con importantes planes para el camión eléctrico. Tampoco ellos comprarían minerales procedentes de ese tipo de minería hasta escuchar a los científicos. Además, países como Nueva Zelanda y Francia aprovecharon para solicitar a instituciones involucradas como el ISA, la autoridad internacional sobre el lecho marino dependiente de la ONU, que se establezca una moratoria en los proyectos de extracción para dar tiempo a las investigaciones medioambientales, postura a la que se ha sumado ahora Alemania, que también pide "precaución" con idénticos argumentos a los expuestos por la industria del automóvil más comprometida: no apoyar plan alguno de minería en el fondo marino sin conocer antes el posible efecto sobre el ecosistema.

placeholder Nódulos polimetálicos en el lecho marino a gran profundidad.
Nódulos polimetálicos en el lecho marino a gran profundidad.

La moratoria que reclaman empresas y algunos gobiernos se refiere especialmente a la minería submarina que varias compañías mineras como DeepGreen, Global Sea Mineral Resources u OK Seabed Resources quieren llevar a cabo a gran profundidad y en aguas internacionales para extraer minerales destinados a la fabricación de baterías, cuya demanda seguirá creciendo durante los próximos años gracias al impulso al vehículo eléctrico: en solo dos años se han duplicado de 3,5 a 7 millones de unidades en todo el mundo, y para 2030 podrían ser 140 millones los automóviles eléctricos que circulen por el planeta, según la Agencia Internacional de la Energía. Y las necesidades de minerales de un coche eléctrico son seis veces superiores a las de un coche de combustión, pues, por ejemplo, un vehículo con batería de 75 kWh requiere 56 kilos de níquel, 7 de manganeso, 7 de cobalto y 86 de cobre. No obstante, las empresas mineras no piensan solo en las baterías de los eléctricos, sino también en los paneles solares, los aerogeneradores... Todo con una alta demanda en los últimos tiempos.

De 4 a 6 kilómetros bajo el agua

El principal objeto de deseo de las empresas de minería subacuática se encuentra ahora en la llamada Zona Clarion-Clipperton, una vasta extensión de mar en la región norte del Oceano Pacífico que ocupa millones de kilómetros cuadrados entre México y las islas Hawaii, y donde el lecho marino situado a profundidades entre cuatro y seis kilómetros consiste en una especie de enorme 'patatal', una superficie relativamente plana cubierta de piedras del tamaño de patatas que técnicamente reciben el nombre de nódulos, y que tienen un altísimo contenido en minerales ahora muy codiciados, como el níquel, el manganeso, el cobalto o el cobre antes citados.

Noruega, por ejemplo, está dispuesta a conceder licencias de explotación para lechos marinos de ese tipo a partir de 2023, y desde las compañías mineras recuerdan que la extracción de minerales a gran profundidad solo afecta a una capa delgada de cinco centímetros del lecho, o que la generación de CO2 derivada de esa actividad es un 90% inferior a la de la minería tradicional. Sin embargo, desde WWF y otros grupos conservacionistas explican que se trata de un entorno rico en vida pero muy delicado, y en el que cualquier perturbación, por leve que parezca, podría generar daños ecológicos irreversibles, al margen de otros imposibles de prever, como la liberación del carbono acumulado en los fondos marinos, auténticos 'pozos de carbono' que según algunos expertos pueden llegar a absorber el 25% de las emisiones de carbono derivadas de la actividad humana.

placeholder Audi es una de las marcas que trabaja en nuevos métodos de minería y microminería sostenible.
Audi es una de las marcas que trabaja en nuevos métodos de minería y microminería sostenible.

Aunque actualmente no existe ninguna explotación de minería marina a gran profundidad en el mundo, si las empresas obtienen pronto los permisos podrían comenzar la extracción en 2025 o 2026. Para entonces, es probable que hayan surgido nuevas tecnologías que permitan prescindir en mayor medida de minerales escasos y tierras raras como los contenidos en los nódulos del lecho marino. Así, por ejemplo, el fabricante de baterías sueco Northvolt anunció recientemente que ya produce los primeros acumuladores de iones de litio que contienen un 100% de níquel, cobalto y manganeso procedente reciclaje, con una capacidad anual de producción de 125.000 baterías.

Además, la industria del automóvil sigue investigando en vehículos eléctricos más sostenibles que requieran cada vez una menor cantidad de materiales escasos o 'en conflicto', como el cobalto, que además de tóxico ha visto dispararse su precio en los últimos meses. De hecho, las nuevas baterías de iones de litio y fosfato, que están libres de cobalto, son más baratas y demuestran ya su eficacia en la práctica porque equipan a varios modelos de Tesla.

A comienzos del pasado año, BMW Group, fabricante de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, ponía en marcha en colaboración con WWF (World Wide Fund for Nature) una iniciativa destinada a proteger los fondos marinos, comprometiéndose a no utilizar minerales procedentes de la minería a gran profundidad ni financiar ese tipo de minería hasta que la comunidad científica investigue el posible impacto de esa actividad de extracción sobre los lechos marinos y el entorno en general. Una iniciativa a la que pronto se sumó otro fabricante de automóviles, Volvo Group, así como otras empresas de diversos sectores, como Google y Samsung SDI. "No son una opción", declaraban entonces desde BMW, cuyos responsables creían que había datos insuficientes todavía para evaluar los riesgos de la obtención de minerales del fondo del mar.

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