La temperatura a la que debes poner el climatizador de tu coche (lo haces mal...)

El frío ha llegado a España con una de las borrascas más frías del año. Salimos de nuestra casa a la calle y nos montamos en el coche ateridos por las bajas temperaturas del exterior. Conscientes de que debemos quitarnos el abrigo para conducir, para poder alcanzar todos los mandos de control sin problemas, el frío que sentimos es mayor, por lo que ponemos el climatizador a muy alta temperatura... pero lo hacemos mal.

Cuando el frío exterior es muy elevado, normalmente el conductor opta por subir la temperatura del climatizador: 26, 27 o incluso 28 grados suelen ser habituales cuando cogemos el coche a primera o última hora del día, momentos en los que las temperaturas son más bajas. Pero conducir con mucho calor en el habitáculo del coche no es una buena opción: las excesivas temperaturas al volante son una de las causas más habituales de distracción en invierno.

TE PUEDE INTERESAR

Los 40 radares nuevos de la DGT para 2019: "El objetivo es que levantes el pie"

Rubén Rodríguez

Por ello, los expertos recomiendan que la temperatura que tiene nuestro coche mientras conducimos sea la idónea. ¿Y cuál es? Pues según el estudio realizado por el RACE, la horquilla debe estar entre los 21 y los 23 grados, por lo que es preferible evitar tener más grados en nuestro coche mientras circulamos. Una temperatura elevada puede hacer que el conductor se relaje en exceso y pierda reflejos en caso de enfrentarse a una decisión en cuestión de segundos.

Conducir con una temperatura superior a los 23 grados hace que se reduzca nuestra capacidad de reacción, que disminuyan nuestros reflejos, que perdamos confort y que la sensación de cansancio que tenemos al volante sea superior. Todo ello puede conducir a una inevitable pérdida de atención y de capacidad de reacción, una situación que puede ser determinante en carretera. Por ello, desplazarse con una temperatura adecuada puede multiplicar nuestra seguridad en un coche.

Y no es el único inconveniente de circular con una temperatura incorrecta. En lo que a la seguridad se refiere, no solo afecta a nuestra capacidad física, sino que puede provocar que se empañen nuestros cristales por culpa de la diferencia con el exterior, una hecho que evidentemente también afecta a nuestra seguridad al reducir nuestra visibilidad. Si disponemos de botón para desempañar cristales, además obligamos al coche a un esfuerzo extra.

De igual manera, a largo plazo puede acarrear un problema de salud. Circular con temperaturas altas provoca un mayor desgaste del filtro el habitáculo, dando lugar a que no funcione de manera adecuada y, por tanto, permitiendo que bacterias u hongos lleguen hasta nuestro vehículo, siendo muy perjudiciales para la gente que sufre cualquier tipo de alergia. Pero circular a una velocidad adecuada es, sobre todo, bueno para tu seguridad al volante: entre 21 y 23 grados es lo ideal.