Bollinger B1, la alternativa campera al Tesla

Bollinger Motors es una compañía creada en el año 2014 por Robert Bollinger y desde 2015 está desarrollando este extraño vehículo de tipo todoterreno que de momento es solo un prototipo, aunque ya en una fase avanzada de su desarrollo. El modelo fue presentado la última semana de julio en Nueva York (Estados Unidos), y desde entonces ya acumula más de 6.000 pedidos.

Es un vehículo 100% eléctrico en el que prima por encima de todo la utilidad. Por ello tiene una estética muy minimalista, nada sofisticada, con unas líneas totalmente rectilíneas sin el menor interés por hacer un coche bonito. En su aspecto estético recuerda a dos grandes referentes del mundo del todoterreno a nivel mundial como son el Jeep Wrangler y el Land Rover Defender, pero con un estilo mucho menos sofisticado.

A la hora de desarrollar este prototipo la marca ha buscado centrarse en la máxima utilidad y también en sus posibilidades camperas. En este sentido desde la marca se habla de poder superar pendientes del 50%, lo que unido a sus neumáticos de campo demuestra que no se trata de un todocamino, un tipo de vehículo tan habitual en los últimos años, sino de un verdadero todoterreno.

Además, en la cuenta de Facebook de la marca hay cientos de comentarios de posibles clientes interesados en el Bollinger B1 que están muy ilusionados con este modelo tan innovador. Las razones que aducen es que permite una conducción en plena libertad en mitad de la naturaleza. Un tipo de utilización sin las limitaciones de los coches TT actuales y sin contaminación o ruidos.

Todavía hay pocos datos de su mecánica. La potencia máxima de sus dos motores, uno delantero y otro trasero, es de 360 caballos, pero la marca habla de dos versiones muy diferentes por sus baterías. La versión de acceso incorpora un equipo de baterías de 60 kWh, mientras que el más potente llega hasta los 100 kWh.

Con ello, la autonomía anunciada por el fabricante es de 200 kilómetros para el pequeño y de hasta 320 km en el caso del más grande. Eso sí, estos datos de autonomía no son según los valores homologados habituales, no son para una conducción tranquila en la ciudad sino para un uso al más puro estilo todoterreno. Y hay que tener en cuenta que esta conducción fuera del asfalto consume mucha más energía que un guiado tranquilo por la carretera.

Tampoco habrá complicaciones técnicas en este modelo que solo busca la máxima usabilidad en el campo. Por ello, ni se plantea la posibilidad de incorporar un sistema de conducción autónoma en el futuro o de sistemas de ayuda a la conducción, que conllevan una filosofía opuesta a la de este modelo que es de plena libertad.

Aunque la marca no ha comentado el precio del vehículo, se especula con que podría estar en torno a los 60.000 dólares en el caso de la versión pequeña. Y otro detalle importante, además de la versión de carrocería cerrada también se ofrecerá una variante de tipo pick-up, con su parte trasera abierta, un vehículo muy utilizado en Estados Unidos.

Esta compañía tiene ante si un reto importante, conseguir alcanzar la viabilidad. Para ello debe conseguir un socio capaz de fabricar entre 10.000 y 20.000 unidades anuales de este vehículo, el volumen que Robert Bollinger cree que le dará viabilidad a la empresa. El máximo responsable de la compañía prevé un plazo de 19 meses desde que se inicie la producción en serie hasta que se pueda tener preparada una red de distribución.

Bollinger Motors no busca convertirse en una gran compañía tecnológica, como Tesla o como Apple o Google sino que su objetivo es cubrir un hueco formado por esos miles de usuarios que solo buscan un coche para rodar por el campo de la manera más natural. Y para ellos este Bollinger B1 podría ser la mejor solución.