La fauna de la jungla del asfalto

El 'listillo, el 'quiero y no puedo', el 'multitarea'... Son algunos de los estereotipos con los que la web www.compramostucoche.es cataloga en clave de humor a algunos tipos de conductores con los que nadie quisiera cruzarse en la carretera. Una serie de conductores que se dedican a algo más que conducir y cuyas conductas al volante convierten la carretera en una jungla del asfalto o en un circuito de Fórmula 1, según el momento.

Uno de los tipos que más proliferan es el de los 'Amos de la Carretera', ese conductor que se cree que el asfalto es suyo, que normalmente conduce un coche premium y que te lo 'restriega' en cuanto tiene ocasión. Normalmente respeta poco las normas y está empeñado en ser más que nadie. Siempre va avasallando, zigzagueando, se cuela en las intersecciones, se pega al coche de delante, le pone las luces, y ni te mira... es que en realidad no existes para él. Nunca se deja adelantar y si lo intentas te dejará tirado a golpe de acelerador.

Muy parecido a este está el 'Macarra' solo que en este caso el coche que lleva es una tartana del año la pera que, no obstante, él cree que es un Fórmula 1. Normalmente lleva el coche alicatado hasta el techo, con alerones y spoiler a más llamativos, mejor. Seguramente piense “si decidiera vender mi coche, me sacaría una pasta”, pero lo cierto es que sólo podría hacerlo a especímenes de su propia clase. Otro rasgo distintivo son las ventanillas, abiertas para 'compartir' con todos su 'chuntachunta', y todo tipo de macarradas que cree le hacen diferente. Bueno, en realidad no se equivoca. Lo mejor en este caso es ignorarle y dejar que siga con su tontería sobre ruedas.

Otro tipo del que hay que huir porque crea gran peligro es el 'Conductor multitarea', el que va pendiente del móvil, maquillándose, comiendo, bebiendo, cambiando continuamente de emisora de radio... En definitiva, que se convierte en un hombre o mujer orquesta, todo un peligro para el resto del tráfico.

La siguiente categoría de conductores son 'Los Abuelos'. Los que van pisando huevos y para eso no hace falta que tengan 80 años. En ciudad suele ir por medio de la calle y tapando huecos aunque sin darse cuenta porque va buscando una calle que no encuentra o un sitio para aparcar... Claro, para él no se ha hecho el navegador. Este tipo tiene a su vez dos subtipos que son los conductores de 'Piñón Fijo', es decir que circulan a 90 por autovía pero cuando entran en casco urbano siguen con el velocímetro en la misma posición, y los 'Domingueros' que siempre van despistados y les cuesta trabajo saber hacia dónde van.

El 'Amo del carril del centro', este espécimen cuenta con una gran sobrepoblación. Normalmente, va por el centro a 90 cuando hay que ir a 120, se coloca ahí y lo mismo le da que le pasen por la derecha o por la izquierda. Él, a su bola. El problema está cuando la vía solo tiene dos carriles, entonces tapona y ni siquiera se da cuenta.

El 'Furgonetero'. Menudo peligro tienen los de las furgonetas que piensan que conducen un deportivo. Se creen que están corriendo el G.P. de Mónaco porque nada les para, ni los semáforos, ni las calles estrechas y mucho menos las señales de velocidad en carretera. Vamos, que piensan que conducen un Fórmula 1 con paquete express.

También nos encontramos asiduamente en nuestras carreteras al 'Impaciente', un tipo que parece que siempre va al borde de un ataque de nervios, todo lo que tú hagas le parece mal, si vas deprisa porque vas deprisa, si vas despacio porque eres una tortuga, si le dejas pasar porque te ríes de él, si no le dejas porque eres un listo. Es ese que toca el claxon a la mínima ocasión para protestar por lo que sea, el caso es llamar la atención.

El 'Lerdi', que con su carné recién estrenado se cree que el coche es un gadget más de su gran elenco de dispositivos electrónicos. Esconde la L para que no se le note, pero con la cara de velocidad que pone, le podemos reconocer a la primera.

'El Espabilao', que se cree que se las sabe todas, que conoce los remedios caseros: desde el bocata de chorizo que 'hará cama en el estómago'- para no dar positivo en el control de alcoholemia hasta el inhibidor que ha instalado en su coche para poder darle caña al acelerador sin que le pillen.

En fin, toda una fauna que puebla nuestras carreteras y que cada día va dejando su rastro por el asfalto.