El roadster exclusivo de Mercedes

Llegara por primavera. El nuevo Mercedes SLK – en las versiones SLK 350 y SLK 200 Kompressor- estará listo para el mes de abril de este año 2008 que ahora comienza. El roadster de techo duro de la firma alemana presenta retoques mecánicos, estéticos y de equipamiento. Son los primeros cambios de esta segunda generación del biplaza, que se estrenó en el mercado en marzo de 2004, heredero de la exitosa primera generación, que de 1996 a 2004 vendió 310.000 unidades.

En principio, el elemento más diferenciador de los nuevos SLK es el spoiler frontal, ahora dividido en dos partes. Los cambios en las intermitencias de los retrovisores, el difusor trasero, las salidas de escape o los grupos ópticos han sido más suaves. También el interior ha recibido modificaciones muy discretas. Algo más de equipamiento de serie u opcional, sobre todo en los elementos telemáticos, pero la novedad más importante tiene que ver con el campo técnico: la dirección de asistencia variable, que aporta más precisión y diversión al volante.

Respecto a la mecánica, dos de los cuatro motores disponibles aportan interesantes evoluciones. Mientras los modelos SLK 55 AMG (360 cv) y SLK 280 (231 cv) solo mejoran levemente consumo y emisiones, las otras dos versiones experimentan importantes beneficios. Comenzando con el modelo de acceso a gama, el SLK 200 Kompresor se pasa de 163 a 184 cv y disminuye los consumos sustancialmente hasta los 7,7 l/100 km de media, bajando la barrera de los 200 g/km en emisiones de C02.

Pero si el cuatro cilindros sobrealimentado sale beneficiado de esta evolución, todavía gana mucho más el seis cilindros en v del modelo SLK 350, que le aporta 33 cv extra para llegar hasta los 305 cv. Además, las emisiones de CO2 bajan y el consumo, dependiendo del empleo del cambio manual o del automático, se reduce en torno a un litro cada 100 km. En conclusión, el SLK de 2008 ofrece más y mejores prestaciones para competir con sus pares, el Porsche Boxster, el BMW Z4 o el Audi TT Roadster.