Tesla se está quedando sin tiempo para cumplir sus promesas de conducción autónoma

Si Tesla quiere ser vista como una empresa de inteligencia artificial en lugar de simplemente como un fabricante de automóviles, necesita presentar datos sólidos para respaldar sus afirmaciones.

El pionero de los vehículos eléctricos está reduciendo una décima parte de su fuerza laboral, informó The Wall Street Journal y otros medios el lunes. Su principal ejecutivo a cargo de la ingeniería de trenes motrices y energía, Drew Baglino, también dijo que dejaba la empresa después de 18 años.

Esta última noticia, que hizo caer las acciones más del 5%, encaja en un patrón reciente que apunta a un cambio estratégico. Tesla parece estar dando prioridad a sus esfuerzos por hacer que los autos sean autónomos sobre su búsqueda anterior del crecimiento de ventas lo más rápido posible. El director ejecutivo Elon Musk tuiteó a principios de este mes que la empresa presentará un Tesla sin conductor o "robotaxi" muy esperado el 8 de agosto. A los empleados se les ha dicho que el robotaxi ahora es una prioridad mayor que el modelo de Tesla más barato que anteriormente sustentaba las expectativas de crecimiento, según ha informado The Wall Street Journal.

El software actual de automatización de conductor de Tesla puede realizar la mayoría de las tareas de conducción pero aún requiere que los conductores humanos mantengan sus ojos en la carretera e intervengan cuando sea necesario. La compañía ha promovido sus capacidades de manera más agresiva desde el lanzamiento de una actualización a finales del año pasado que reemplazó parte del código escrito por humanos con inteligencia artificial. El viernes, Tesla redujo a la mitad el precio de una suscripción a 99 dólares al mes para su paquete más avanzado, llamado "Conducción Autónoma Completa" (FSD, por sus siglas en inglés).

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Un cambio de ventas de vehículos a software podría ser una razón para la partida de Baglino como el principal ingeniero de hardware de la empresa. También podría explicar los recortes de empleos, que afectarán también a los trabajadores de fábrica. En 2022, la última vez que Tesla anunció despidos, solo afectaron a empleados asalariados y el número total de empleados de la empresa aumentó.

¿Por qué cambiaría Tesla su enfoque? La razón más obvia es que su estrategia actual no está funcionando: los recortes de precios no han logrado mantener su crecimiento de ventas objetivo en un mercado de vehículos eléctricos en desaceleración. Su efecto más notable ha sido recortar los márgenes de Tesla, reduciendo las expectativas de beneficios y el precio de las acciones.

Sin embargo, este era precisamente el problema que se suponía que abordaría el Tesla de próxima generación. Si el proyecto se está retrasando, podría ser que Musk esté perdiendo confianza en la capacidad de la empresa para dominar el desafío de ingeniería de hacer un vehículo eléctrico que sea barato, atractivo y rentable. Los autos compactos han sido un negocio difícil para la industria automotriz durante años, incluso sin la adición de baterías eléctricas caras y la reciente llegada de nuevos competidores de China.

Si el proyecto se está retrasando, podría ser que Musk esté perdiendo confianza en la capacidad de la empresa

Una interpretación más generosa es que Musk está ganando confianza en las capacidades de software de la empresa, lo que permite a Tesla volver a enfatizar una estrategia de crecimiento alternativa que anteriormente estaba eclipsada por el éxito de los Modelos 3 e Y. Vender software ha sido durante mucho tiempo un negocio más lucrativo que vender autos, sin mencionar que es lo único que podría justificar la valoración excesiva de Tesla. Entonces, si la empresa realmente tiene a la vista un producto de automatización de conductor viable, darle prioridad es una obviedad estratégica.

El problema es este "si": Musk tiene un largo historial de prometer que la autonomía está a la vuelta de la esquina. Él es "el niño que gritó FSD", como él mismo dijo el año pasado. Entonces, ¿por qué los inversores deberían creerle ahora?

Los accionistas buscarán claridad sobre la estrategia de la empresa la próxima semana, cuando celebrará una llamada para discutir sus resultados del primer trimestre. Pero si realmente está en marcha un cambio de hardware a software, Tesla necesita dar a los inversores razones para creer que las últimas noticias sobre FSD y robotaxis no son más que las mismas viejas promesas.

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La evidencia actual es abrumadoramente anecdótica, ya que los conductores de Tesla expresan sus opiniones sobre la última versión de FSD en las redes sociales. Prácticamente los únicos datos duros con los que cuentan los inversores son un aumento de gastos en investigación y desarrollo por parte de Tesla el año pasado, incluso cuando el crecimiento se desaceleraba, lo que aumentaba la presión sobre los márgenes debido a los recortes de precios de los vehículos.

Revelar el número de propietarios de Tesla que han comprado FSD o se han suscrito a él sería un comienzo. Más fundamentalmente, sin embargo, la empresa necesita definir, divulgar y apuntar a métricas para el rendimiento del producto, como la distancia que recorre en promedio antes de que los conductores humanos necesiten intervenir y cómo eso ha cambiado con el tiempo. Esto no es solo para los inversores; los reguladores y el público también necesitan ser incorporados.

Solo con divulgaciones detalladas y confiables sobre el rendimiento de FSD se volverá claro cuándo Tesla podría pensar en asumir la responsabilidad legal de las funciones de conducción, allanando el camino para un "robotaxi" genuinamente autónomo. La revelación de agosto podría resultar ser una distracción, dada la demora entre las presentaciones de productos pasadas y la producción real lista para la carretera: la producción de la Cybertruck de Tesla comenzó cuatro años después de su presentación, y ha sido extremadamente lenta en aumentar.

Los inversores podrían respaldar los planes de Tesla para un vehículo eléctrico compacto debido a su historial con el Modelo 3 e Y. Con la autonomía, la empresa aún tiene todo por demostrar.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal