La reforma fiscal de Biden puede costarle a Buffett miles de millones de dólares
El nuevo umbral mínimo del impuesto de sociedades en EEUU podría obligar a Berkshire Hathaway a empezar a pagar impuestos sobre las ganancias anuales no realizadas en su cartera de acciones
El presidente de Berkshire Hathaway, Warren Buffett, ha mantenido durante mucho tiempo que su periodo favorito de retención de inversiones es para siempre.
Le gusta comprar acciones en empresas como Apple (AAPL), Coca-Cola (KO) y American Express (AXP), con franquicias duraderas que Berkshire Hathaway puede mantener durante mucho tiempo. Berkshire es propietaria de Coca-Cola y American Express desde hace más de 30 años.
Uno de los beneficios de este enfoque ha sido minimizar los impuestos, ya que Berkshire Hathaway (BRK/A, BRK/B) solo pagaba impuestos cuando vendía participaciones en acciones con ganancias. Berkshire tenía unos 245.000 millones de dólares de ganancias no realizadas en su cartera de acciones a finales del año pasado, compuesto casi completamente por Apple, Coca-Cola, American Express y Bank of America (BAC), según la carta anual de Buffett a los accionistas.
Berkshire incluye un pasivo fiscal diferido en su balance relacionado con esas ganancias, pero según las antiguas normas contables, esos impuestos podrían no pagarse nunca o pagarse dentro de muchos años.
Sin embargo, es posible que Berkshire tenga que empezar a pagar impuestos sobre las ganancias anuales no realizadas en su cartera de acciones de 327.000 millones de dólares a partir de 2023, basándose en el nuevo impuesto mínimo de sociedades del 15% que se incluyó en la nueva Ley de Reducción de la Inflación, firmada recientemente por el presidente Joe Biden. El impuesto se aplica a las empresas con más de 1.000 millones de dólares de beneficios anuales.
Dado el tamaño de la cartera de Berkshire, las ganancias anuales pueden ser grandes en un mercado alcista. Por ejemplo, Berkshire obtuvo 58.600 millones de dólares de ganancias de inversión no realizadas en 2021 en su cartera de acciones gracias al repunte del mercado el año pasado. No se pagaron impuestos sobre esos beneficios en papel.
Es probable que esto cambie cuando el impuesto mínimo alternativo de sociedades entre en vigor en 2023. Según Robert Willens, un experto en impuestos de Nueva York, si Berkshire tuviera 50.000 millones de dólares un año en ganancias no realizadas, probablemente tendría una factura fiscal de 7.500 millones de dólares.
"A efectos fiscales ordinarios, las ganancias solo se tienen en cuenta cuando se 'realizan', es decir, cuando el valor se vende o se 'enajenan de él de otra manera'. Cuando una empresa registra una ganancia a efectos contables, pero no a efectos fiscales, se crea un pasivo fiscal diferido. Ahora, con el impuesto mínimo, ese pasivo fiscal diferido se convertirá en un pasivo fiscal real o actual", escribió Willens en un correo electrónico a 'Barron's'.
Pero las nuevas normas son complejas y las matemáticas no siempre son tan sencillas. Puede haber años en los que Berkshire no deba impuestos sobre las ganancias no realizadas debido a la magnitud de su factura fiscal ordinaria.
En un análisis publicado en 'Tax Notes International' en noviembre de 2021, Martin Sullivan, experto en impuestos y economista jefe de Tax Notes, estimó que Berkshire habría debido una de las mayores cantidades de impuestos entre las empresas ‘megacap’ basada en un impuesto de sociedades mínimo del 15% para el periodo de 2018 a 2020. Su factura fiscal anual habría aumentado en un promedio de 3.200 millones de dólares durante ese periodo.
Los funcionarios de Berkshire no devolvieron las llamadas ni los correos electrónicos en busca de comentarios.
Durante los últimos años, Berkshire ha reflejado los cambios en el valor de su cartera de acciones en sus resultados financieros, incluyendo su cálculo de los ingresos netos, sobre la base de las reglas ordenadas por las normas de contabilidad generalmente aceptadas (GAAP, por sus siglas en inglés).
Esto ha dado lugar a enormes oscilaciones en los beneficios declarados por Berkshire y ha provocado la ira del consejero delegado Buffett, que ha indicado a los inversores que se centren en los resultados operativos básicos de la empresa y que no tengan en cuenta las ganancias y pérdidas de las inversiones sobre el papel.
Los ingresos reportados relacionados con las ganancias de las inversiones en papel no se tradujeron en una factura de impuestos actual, pero eso aparentemente está a punto de cambiar en 2023.
*Contenido con licencia de 'Barron’s'.
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