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¿Vas a reformar tu casa? Trece consejos para no desesperarte en el intento
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TIEMPO, PRESUPUESTO, PERMISOS...

¿Vas a reformar tu casa? Trece consejos para no desesperarte en el intento

Quien más, quien menos, en algún momento de su vida, se aventura a reformar su casa. Un momento en la vida de muchos hogares que puede llegar a ser realmente estresante

Foto: Un operario trabaja en la reforma de una vivienda en Getxo. (EFE)
Un operario trabaja en la reforma de una vivienda en Getxo. (EFE)

Quien más, quien menos, en algún momento de su vida, se aventura a reformar su casa, especialmente si esta es de segunda mano y no se realizaron apenas mejoras cuando se entró a vivir en ella. Un momento en la vida de muchos hogares que puede llegar a ser realmente estresante: los tiempos se alargan, los materiales no llegan, el presupuesto se dispara o aparecen imprevistos desagradables.

De hecho, son muchos los que se echan a temblar ante la perspectiva de realizar obras o reformas en casa. ¿Cuánto durará?, ¿surgirán imprevistos?, ¿tendré que irme a vivir a otra parte? Son muchas las preguntas y las dudas que surgen antes de embarcarse en un reforma y que dependen de si estamos hablando de un pequeño retoque en la vivienda o de un trabajo integral, así como de los materiales que queramos utilizar y, cómo no, del presupuesto de que dispongamos.

¿Cuánto durará?, ¿surgirán imprevistos?, ¿tendré que irme a vivir a otra parte?

"En general, optar por una reforma integral puede tener ventajas en términos de eficiencia, ya que permite una planificación global y coherente de todos los espacios. Además, puede resultar más económico y eficiente en términos de tiempo, puesto que se evitan interrupciones repetidas en el hogar", explica Maite Mosquera, responsable de marketing de Dosplanos, constructora especializada en la ejecución de proyectos de reforma de alto nivel.

Pero, se trate de una obra pequeña o grande, hay una serie de factores que quien se embarca en una aventura como esta debería tener en cuenta para no llevarse sorpresas desagradables:

1. Contar con un experto

El primer consejo y, quizás el más evidente, es ponerse en manos de un buen profesional. Un técnico, un arquitecto, un aparejador o incluso un interiorista, dependiendo de la naturaleza del proyecto.

"Lo más probable es que la reforma, sea grande o pequeña, sencilla o más compleja, salga bien. Pero hay más probabilidades aún de ello si la haces de la mano de profesionales. Siempre con empresas o profesionales legales, con contrato y facturas, para que puedas reclamar en caso de que haya problemas", recomiendan desde Andimac, la patronal de la reforma y la rehabilitación.

2. Tener claro qué se quiere hacer

"En la etapa inicial es crucial establecer el estado de las mediciones, detallando todos los trabajos necesarios con sus respectivas medidas y características técnicas. Para garantizar una competencia justa en la fase de presupuestación, es esencial establecer reglas de juego claras para que los diferentes profesionales presenten presupuestos equivalentes", señala Albert Jané, director técnico de Aquí tu Reforma.

Hay que evitar los cambios drásticos en fases avanzadas del proyecto

Según Andimac, "es frecuente que cuando ya se está en pleno proceso de reforma se modifiquen ciertas cosas respecto a tu idea inicial, lo cual es totalmente normal: descubres materiales que te gustan más, estilos que van más con tu personalidad… Ahora sí, debes evitar los cambios drásticos en fases avanzadas del proyecto, que afecten a estructura, sistemas… por eso, es muy importante tener una idea clara desde el principio de la reforma a realizar, y estar de acuerdo con el equipo de profesionales que vaya a llevarla a cabo. Este consejo te ahorrará tensiones, y probablemente, dinero, en tu reforma".

3. El tiempo

La constructora debe ofrecer una planificación precisa y cumplir sus previsiones, coordinando de manera eficiente tanto el equipo como los recursos, y, por su parte, el cliente debe ser ágil en la toma de decisiones, la aprobación de los diseños o la selección de materiales.

"Es recomendable incluir alguna cláusula en el contrato con penalizaciones económicas en caso de retrasos no justificados, siempre teniendo en cuenta posibles imprevistos", recomiendan desde Dosplanos.

Por su parte, desde Aquí tu Reforma destacan que el cliente debe ser consciente de que las modificaciones durante la obra pueden afectar tanto a la planificación como al precio final, de ahí que "ajustar las expectativas sobre los cambios que se pueden realizar una vez se ha iniciado la obra es clave".

"Es recomendable incluir alguna cláusula en el contrato con penalizaciones económicas en caso de retrasos no justificados"

Además, según Jané, durante el proceso de obra, "la comunicación efectiva entre el reformista y el cliente es esencial. Lo habitual es que se establezca una rutina de visitas semanales para discutir el progreso, revisar ejecuciones pasadas y futuras, y analizar la planificación. Para evitar desacuerdos o malentendidos, es crucial dejar por escrito los puntos clave discutidos durante estas visitas, resguardando la confianza y relación con la empresa constructora".

4. Presupuesto

Aunque parezca una obviedad, las reformas tienen muy mala fama en gran parte por salirse del presupuesto inicial.

"Empezamos con la idea de gastarnos una cantidad que queda muy por debajo de lo que gastamos al final. Pero la buena noticia", según Andimac, "es que esto tiene solución: al plantearte tu límite de presupuesto de reforma y empezar a ver opciones de obras, reserva siempre una cantidad a imprevistos. Además, debes tener en cuenta que el precio de los materiales puede fluctuar si la obra se alarga mucho, por lo que es una buena idea comprarlos por adelantado y no empezar hasta tener todo el material necesario: esto te dará, también, más tranquilidad y evitará tensiones y estrés durante la reforma", recomiendan desde la patronal.

Por su parte, según Maite Mosquera, "no se puede aventurar un importe tipo porque, obviamente, dependerá de múltiples variables, como la magnitud de la obra o los materiales elegidos. Lo que sí es importante es que la empresa encargada del proyecto nos ofrezca un presupuesto adaptado al diseño propuesto y nos avise de posibles imprevistos que puedan surgir, para contar con los fondos necesarios para acabar la obra una vez iniciada".

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Empresas como Aquí tu Reforma cuentan con un departamento que se encarga de asesorar al cliente durante esta etapa de la reforma.

"En general, solicitamos a los clientes que nos muestren los presupuestos recopilados a la fecha para evaluar y comparar las propuestas y comprobar que las comparaciones se estén realizando al mismo nivel. Una vez tengamos una comprensión clara de las opciones, el siguiente paso es proceder a solicitar presupuestos a varios constructores para realizar un análisis comparativo. La clave aquí es asegurarnos de que estemos comparando exactamente el mismo proyecto, evitando mezclar la confrontación de aspectos que no son equivalentes", explica Albert Jané.

Según este experto, no es necesario obtener excesivos presupuestos. "Con 3 o 4 opciones es suficiente, ya que más allá de este punto, podemos caer en la parálisis de la elección y puede volverse contraproducente".

Por último, una vez hemos elegido dos contratistas entre los cuales escoger, la elección dependerá exclusivamente de las preferencias del cliente: tiempos de ejecución, proveedores y materiales elegidos para la obra y presupuestos. Lo ideal, según Jané, "es contar siempre con una empresa que disponga o tenga acceso a un showroom para visualizar la calidad y variedad de los materiales a utilizar en la reforma".

5. Complejidad

La dificultad de una reforma varía según la estancia, y cada una presenta desafíos específicos. Sin embargo, la cocina y el baño suelen considerarse los espacios más complicados.

La cocina y el baño suelen considerarse los espacios más complicados en una reforma

"La cocina implica la manipulación de sistemas eléctricos, fontanería y, posiblemente, gas, además de la instalación de electrodomésticos. Por otro lado, el baño involucra trabajos de fontanería, instalación de accesorios y, en algunos casos, adaptaciones especiales para garantizar la impermeabilización adecuada", aclaran desde Dosplanos.

6. ¿Me voy o me quedo?

Dependiendo del alcance de los trabajos, y sobre todo si existen riesgos para la salud y la seguridad de los inquilinos, es recomendable desalojar la vivienda.

"Si no tienes más remedio que quedarte, asegúrate de que se delimitan cronogramas y zonas seguras de tránsito durante el proceso para que trabajadores y propietarios convivan de la mejor manera", aconsejan desde esta compañía.

7. Documentación en regla

Antes de empezar cualquier proceso de reforma es esencial verificar y obtener los permisos necesarios. Tanto las administraciones locales como regionales suelen tener regulaciones específicas sobre construcciones y reformas, y es fundamental cumplir con ellas para evitar problemas, sanciones y disputas con los vecinos.

Por su parte, la constructora debe contar con las licencias de actividad correspondientes y aportar las facturas detalladas y comprobantes de todos los pagos, para garantizar la legalidad, calidad y seguridad de la reforma.

"Algunas obras no necesitan permiso para llevarlas a cabo pero otras (sobre todo si afectan a zonas comunes), sí. La normativa municipal es la que marca, habitualmente, el tipo de permisos que debes solicitar para realizar las obras", explican desde Andimac, que recomienda preguntar al profesional con el que se va a trabajar sobre este tema.

"Es posible que tengas que realizar una comunicación previa, solicitar una licencia de obra o, quizás, nada, pero mejor asegurarse por si acaso", añaden desde esta patronal.

8. Cables y tuberías, siempre presentes

"Es fundamental tener en cuenta la instalación eléctrica y la fontanería en cualquier proceso de reforma, independientemente de la edad del edificio. Si el inmueble es antiguo, un proceso de reforma es una estupenda oportunidad para actualizar estas infraestructuras de acuerdo a las normativas actuales de seguridad", asegura Mosquera.

Hay que pedir a la constructora un seguro de responsabilidad civil frente a posibles daños

9. Garantía

El periodo de garantía en un proceso de reforma puede variar según la empresa y los acuerdos contractuales, por lo que es importante revisar detenidamente los términos y condiciones para comprender completamente qué aspectos están cubiertos y cómo proceder en caso de que surja algún problema dentro del periodo establecido. En muchos casos, las empresas de reformas ofrecen una garantía que cubre defectos de mano de obra o problemas relacionados con la instalación durante un período determinado, comúnmente de 1 a 2 años.

10. ¿Y un seguro?

Desde Dosplanos recomiendan pedir a la constructora un seguro de responsabilidad civil frente a posibles daños durante el proceso para tener cobertura en caso de daños accidentales a nuestra propiedad o a terceros durante la ejecución de la obra.

11. Limpieza y gestión de los desperdicios

"Asegurémonos, por contrato si hace falta, de que el equipo de construcción se encarga de la limpieza diaria, retirando escombros y garantizando que el lugar esté en condiciones óptimas al final de cada jornada, incluyendo la recolección, transporte y disposición adecuada de todos los residuos generados durante el proceso", aconseja Maite Mosquera.

12. Asegura la paz vecinal

Aunque quien sufre el ajetreo de una reforma es, principalmente, quien la hace en su propia casa, lo cierto es que cualquier reforma suele suponer molestias para los vecinos. Por eso, no está de más informar antes del inicio de la misma a tus vecinos, bien a la comunidad mediante un mensaje en el tablón de anuncios o, sencillamente, a quienes viven puerta con puerta.

"También te recomendamos aclarar con la empresa o profesionales encargados de la reforma las ‘normas’ o modo de actuar en las zonas comunes: uso del ascensor, ruido, limpieza… así minimizaremos las posibilidades de altercados con el resto de vecinos", aconsejan desde Andimac.

13. Revisión

Por último, al finalizar la obra es crucial realizar un control de calidad exhaustivo para asegurar que cada detalle cumpla con tus expectativas.

Según Mosquera, "no debemos olvidar verificar el correcto funcionamiento de interruptores, enchufes y grifos, examinar la colocación y estado de los rodapiés, así como la calidad de la pintura en paredes y techos. Asegurarse que las puertas y ventanas abran y cierren correctamente y revisar la instalación de cualquier elemento decorativo o mueble según lo acordado en el proyecto antes de dar por concluida la obra".

Quien más, quien menos, en algún momento de su vida, se aventura a reformar su casa, especialmente si esta es de segunda mano y no se realizaron apenas mejoras cuando se entró a vivir en ella. Un momento en la vida de muchos hogares que puede llegar a ser realmente estresante: los tiempos se alargan, los materiales no llegan, el presupuesto se dispara o aparecen imprevistos desagradables.

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