Vocento se pone en manos del 'killer' del Sepla para cerrar el ERE en 'ABC'

“Es de trato encantador, pero profesionalmente muy listo, listísimo, y un auténtico killer. Si no lo quieres enfrente, lo mejor que puedes hacer es contratarle”, ironizaba una fuente que le conoce bien. Pedro Arriola Turpin, abogado de Vocento desde hace años, ha asumido la voz cantante en la mesa de negociación del expediente de regulación de empleo del periódico ABC, a través del cual la empresa quiere despedir a 238 trabajadores. Y desde el comité de empresa se ve como un obstáculo insalvable para tantear un acuerdo. “Frena todas las iniciativas que planteamos. Es Vocento, no ABC. Mientras él esté en la mesa no va a haber acuerdo”, se lamentan.

Arriola está acostumbrado a estas batallas. No en vano es uno de los abogados que desde hace tiempo asesora al Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) en sus periódicas batallas con Iberia. La última hace apenas semanas a resultas de la renovación del convenio colectivo, que todavía negocian pilotos y aerolínea. El conflicto provocó innumerables retrasos y cancelaciones, que la compañía achacó a una huelga de celo de los pilotos. El Sepla siempre defendió que sus asociados trabajaban a convenio. Un argumento legalmente inabordable. Fuentes de Vocento se limitaron ayer a confirmar su presencia en las negociaciones, recordando que lleva años trabajando con la compañía en asuntos puntuales.

Según ha podido saber El Confidencial, ABC también ha contado en el análisis jurídico de la situación laboral del periódico con el asesoramiento de Garrigues, aunque el desarrollo y la ejecución de las medidas finalmente puestas en marcha corresponde estrictamente a los abogados de la compañía. El viernes se produjo la primera toma de contacto entre las partes tras la presentación del ERE, sin que hubiera avances relevantes. Según fuentes próximas a las conversaciones, en la mesa de negociación por parte de la empresa comparecen, además del letrado, la directora de Recursos Humanos y, de forma más aleatoria, los responsables de Producción, Publicaciones y Marketing.

La empresa anunciaba la semana pasada la presentación de un ERE “por causas de carácter económico, productivo y organizativo”. ¿Objetivo? Acotar el plazo para proceder a los despidos, que queda ahora en 30 días. La presentación de un expediente de regulación de empleo también limita la indemnización que podrán percibir los trabajadores despedidos, que queda en 20 días por año trabajado. La voluntad del grupo es dejar la plantilla en la mitad de profesionales: 238 -hasta 84 de redacción- de los aproximadamente 450 que trabajan en el diario. Se trata de un 52% de la plantilla y talleres se llevará la peor parte.

Hacia una huelga indefinida

Desde el comité de empresa, el planteamiento está claro: “La pregunta no es si va a haber una huelga, la pregunta es cuándo”. Además, la idea del comité es plantear un paro indefinido, en tanto no quieren repetir lo que estiman fue un error en la reciente huelga de El País. “Si se plantea para un fin de semana, los contenidos se dejan hechos con antelación y no tiene efecto. Hay que ir a una huelga indefinida”, aseguran. Los tiempos los marcará la negociación, aunque lo normal es que las medidas de presión se tomen según se acerque el deadline que marca el ERE. “Hay 30 días para negociar, y la empresa ya ha advertido que no tiene intención de prorrogarlos”, se asegura desde el comité.

Los trabajadores del periódico aprovecharon ayer la celebración del Foro ABC, en el que intervenía el presidente de la Comunidad Valencia, Francisco Camps, para manifestarse frente al Casino de Madrid, lugar del evento. Difícil encontrar un personaje más de moda para hacerse notar. A los afectados no les preocupaba mucho si Camps paga o no sus trajes. Al grito de “Luca de Tena, esto es una pena” o “Vargas, ¿por qué no te largas”, más de 100 personas se acordaron de la familia fundadora del diario y del consejero delegado del grupo, José Manuel Vargas, a quien muchos culpan de la situación. Cuatro furgones policiales y una docena de policías, controlaban con uno ojo la manifestación, en una acera de la calle Alcalá, y con el otro la llegada de las personalidades.

“Nuestro objetivo es que retiren el ERE y luego estamos dispuestos a hablar de casi todo”, se explicó desde el comité. Muy ruidosos, tambores en ristre y con animosos cánticos, los presentes increparon y abuchearon a todo el que bajaba de su coche oficial en ese punto próximo a la Puerta del Sol. Desde Manuel Fraga a Mariano Rajoy, pasando por Ignacio Sánchez Galán, Fernando Fernández Tapias o Rita Barberá. Nadie se libró. Unos se extrañaban, otros se sonreían, todos se enteraron. Especialmente protestados fueron los representantes de la Comunidad de Madrid, cuya Consejería de Empleo y Mujer tendrá que tramitar el expediente. Los trabajadores de ABC se temen lo peor.