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Italia quiere conquistar el mundo con sus ‘Starbucks’ de helados
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CON TRES COMPAÑÍAS: BLUE ICE, GROM Y AMORE

Italia quiere conquistar el mundo con sus ‘Starbucks’ de helados

Los italianos ya sabían que sus helados son los mejores del mundo, pero hasta ahora no se atrevían a venderlos a gran escala fuera del país.

Foto: Italia quiere conquistar el mundo con sus ‘Starbucks’ de helados
Italia quiere conquistar el mundo con sus ‘Starbucks’ de helados

Los italianos ya sabían que sus helados son los mejores del mundo, pero hasta ahora no se atrevían a venderlos a gran escala fuera del país. La situación ha cambiado por el impulso de tres compañías creadas por empresarios que se han lanzado a la conquista del mercado internacional con una combinación de productos de primera calidad y locales muy atractivos. Estas corporaciones han recogido todo lo mejor de las tradicionales heladerías de barrio italianas, donde los “gelati” son excelentes, con el ambiente de las cadenas al estilo Starbucks.

Una de estas empresas es Blue Ice, nacida en 1992 en Roma con el objetivo de aunar el helado artesanal con un estilo de tienda alegre y desenfadada y el toque creativo siempre presente en los mejores productos italianos. Por medio de la apertura de negocios propios y franquicias, Blue Ice se ha expandido rápidamente por la capital italiana, donde ya cuenta con 17 establecimientos que siempre están a rebosar de clientes nacionales y turistas.

Dado el éxito del que goza, la empresa decidió salir al exterior. El primer país en el que Blue Ice ha desembarcado es Corea del Sur, donde tiene ocho heladerías. Según cuentan sus responsables, ahora tienen en el punto de mira América Latina. El gran número de descendientes de emigrantes italianos garantizan un mercado objetivo base muy interesante. Además, el desarrollo económico vivido en la región en los últimos años ayuda a que las previsiones sean optimistas.

Una filosofía similar a la de Blue Ice, pero con un refinamiento aún mayor, es la que ofrece Grom, una cadena con 17 heladerías en Italia y dos en el extranjero: en París y en Nueva York. Antes de abrir su primer establecimiento en Turín en 2003, los dos jóvenes emprendedores que crearon Grom decidieron viajar por toda Italia para buscar las materias primas de mejor calidad el país ofrece: limones de la península amalfitana, avellanas de Le Langhe, agua de la montaña de Lurisia para los sorbetes y leche fresca de las mejores granjas. Para los productos que no se dan en Italia, los impulsores de Grom también optaron por lo mejor: cacao de Ecuador y café de Centroamérica.

Tras extenderse por Italia y abrir su primer establecimiento en el extranjero en Nueva York, la empresa decidió volcarse en los productos biológicos. Para ello, compró un terreno y creó una explotación agrícola en la que cultiva melocotones, albaricoques, peras, fresas y melones según los estándares verdes. De esta manera se garantiza el autoabastecimiento de frutas siempre frescas y de primera calidad.

Helados de canela, jengibre, comino y litchi

Una apuesta más arriesgada que Grom es la que hace Amore, una cadena de heladerías cuyo mercado está en India. Tras abrir su primer establecimiento en Bombay hace dos años, los impulsores de Amore –un veterano maestro heladero italiano y su socio indio- han inaugurado cuatro heladerías más por todo el país. A la experiencia del “gelato” tradicional italiano y al ambiente exclusivo de sus locales, Amore aúna los sabores locales de India, como canela, jengibre, comino y frutas como el litchi.

La misma vocación internacional de Amore la tiene Amorino, otra de la nueva generación de cadenas de heladerías italianas. Nacida en París en 2002, cuenta con 33 establecimientos, la mayoría en Francia pero con sucursales también en Barcelona y Shangai. Aunque la filosofía es la misma que la de su competencia, Amorino cuenta con un importante valor añadido: el gusto delicadamente francés de sus heladerías.

Los italianos ya sabían que sus helados son los mejores del mundo, pero hasta ahora no se atrevían a venderlos a gran escala fuera del país. La situación ha cambiado por el impulso de tres compañías creadas por empresarios que se han lanzado a la conquista del mercado internacional con una combinación de productos de primera calidad y locales muy atractivos. Estas corporaciones han recogido todo lo mejor de las tradicionales heladerías de barrio italianas, donde los “gelati” son excelentes, con el ambiente de las cadenas al estilo Starbucks.